Trujillo: las postales de la masiva protesta en contra de Manuel Merino
Miles de ciudadanos tomaron las principales calles y avenidas para hacerse sentir por la crisis política que afronta el Perú.
El 12 de noviembre fue el día central de las protestas masivas contra el Gobierno de facto de Manuel Merino de Lama. Desde que se conoció la convocatoria nacional a la movilización, en distintos puntos del país, miles de personas planificaron lo que sería un llamado de atención a quienes asumieron las riendas del país en medio de la polémica y el rechazo generalizado.
En Trujillo, el lugar de reunión fue la plazuela El Recreo, un sitio histórico de la ciudad primaveral. ¿La hora? Cinco de la tarde. Minutos antes de lo pactado el ambiente no daba luces de la magnitud que alcanzaría a medida que corrían los minutos. Los grupos, entre nutridos y pequeños, estaban dispersos en primer momento.
Agrupaciones feministas, LGTB, universitarios, pensionistas de la ONP, Sutep y ciudadanos de a pie esperaban que alguien tomara la iniciativa y diera inicio a la movilización. Casi sobre la hora algunos indicaban a los presentes que se unieran en un solo grupo para partir de forma ordenada. Poco a poco el pedido fue alcanzando eco.
La Policía Nacional del Perú estuvo presente, pero respetó la organización. Es más, se reunió con algunos representantes para ‘pactar’ algunos términos.
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Aproximadamente, a las 5:15 p. m. las arengas se entonaban al unísono, junto con cacerolazos, cornetas propias de estadios de fútbol y aplausos. El momento cúspide fue cuando desde la parte posterior, la más cercana al jirón Estete, una bandera del Perú recorrió de mano en mano desplegándose en un solo sentido y con la sutileza propia del respeto al símbolo patrio.
Adelante, adultos y jóvenes coordinaban hasta conseguir el ondeo perfecto. Eso marcó el enrumbe hacia la majestuosa plaza de Armas, las principales calles del centro histórico y las avenidas España, Larco, América Sur y Juan Pablo II.
Al paso de las personas con pancartas alusivas a la protesta, otras tantas se iban sumando. Coparon el ancho del paseo peatonal que desemboca en el corazón citadino; todo con normalidad.
Recién en la plaza fue evidente la magnitud de la marcha. Solo hasta ese punto, las personas ocupaban tres de los cuatro jirones que rodean el monumento de la libertad: Orbegoso, Independencia y Diego de Almagro. Allí se hizo una pausa prolongada; curiosamente frente al palacio municipal, el cual ocupa un representante de Alianza Para el Progreso (APP), una de las agrupaciones políticas causantes de la vacancia.
Desde ese allí continuó la gente, aunque por un rumbo no previsto en la ruta compartida. La idea inicial era caminar hasta la intersección de Independencia con av. España y no Diego de Almagro con av. España. Ese cambio de último minuto generó un reclamo de los policías, quienes se opusieron a la intención. No hubo represión, ciertamente. Al final terminaron cediendo el paso.
Más tarde, pasadas las 7 p. m., se tomó conocimiento de que un grupo llegó al local partidario de APP, en la urbanización San Andrés, la que luce la cara de su líder César Acuña en la entrada. Los manifestantes recordaron muy a su estilo la participación de dicha bancada en la vacancia presidencial del lunes 9 de noviembre: Humberto Acuña, su hermano, fue el voto número 87, el necesario para que se consumara la moción.