Adopción de menores quedó en stand- by por la pandemia
En el sur. En el primer semestre apenas se tramitaron 18 adopciones en Arequipa y Cusco. Trámites se estancaron por el estado de emergencia.
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Liz Ferrer.
El jueves 22 de agosto, en un descampado a espaldas de un jardín de niños del centro poblado Leguía (Tacna), fue hallada una recién nacida envuelta en una manta amarilla. Tras el rescate la bebé fue cobijada en la Aldea Infantil San Pedro y forma parte de los 13 menores de ese hogar declarados judicialmente en estado de desprotección familiar y adoptabilidad.
Los adolescentes y niños declarados en esa condición carecen de familias y el Estado busca, a través de la adopción, integrarse a un hogar que los cuide y proteja. Lamentablemente los procesos de adopción se retrasaron en marzo de este año por el estado de emergencia.
La Dirección General de Adopciones (DGA) reportó que del 1 enero al 31 de mayo las adopciones de 18 niños de centros de acogida y albergues. Este se hizo de la siguiente manera: en los centros de Arequipa se tramitó seis adopciones y Cusco doce. En cambio, en Tacna, Moquegua, Apurímac y Puno no se efectuó ningún trámite. En el 2019, en las seis regiones se registraron 60 adopciones, siendo Arequipa (14) y Cusco (32) las que más casos tuvieron.
El director de la aldea San Pedro en Tacna, Arturo Salazar, indicó que los trámites para la adopción de la bebé dejada en el descampado de Leguía se reiniciaron, al igual que otros procesos pendientes antes de la pandemia. Las unidades de adopción brindan atención virtual y presencial previa cita a los números de la página web de la DGA.
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Requisitos
La primera etapa de una adopción es la evaluación de los postulantes, que pueden ser parejas o personas solteras. Los primeros pasos de esa etapa son las sesiones informativas y talleres de preparación. En caso de la unidad de Arequipa, su último taller fue dado en junio y contó con la participación de 13 familias interesadas, diez de ellas de esa ciudad y tres de Moquegua.
Los adoptantes deben estar entre la edad mínima 25 años y máxima 62 años, contar con certificados de buena salud física y mental con hasta 6 meses de antigüedad y la capacidad económica familiar mínima de S/2 700 para cubrir las necesidades de la niña, niño o adolescente.
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