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Sociedad

El drama de tres familias que buscan sangre para sus enfermos en un país con bajos índices de solidaridad

En el Día Mundial del Donante de Sangre recordamos, a través de tres historias, la desesperación de quienes buscan donantes para mantener vivos a sus familiares. Según el Minsa, si el 1% de la población peruana donara dos veces al año, todos los hospitales tendrían suficiente sangre para atender a los pacientes.

donación de sangre
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¿Por qué donar sangre? Porque mañana puede ser que tú también lo necesites. La vida es tan impredecible que la sensación de seguridad puede derrumbarse en un segundo, en un instante. Lo que era una vida llena de tranquilidad se puede convertir, en un cerrar de ojos, en un martirio constante.

Así le pasó a doña Clorinda, cuando de la noche a la mañana su hija de 21 años y estudiante de Medicina comenzó a tener fiebre y dolor de huesos. Días después, luego de emanar coágulos de sangre por la nariz, la noticia desagradable e impensada se reveló para cambiarle la vida: padecía leucemia.

En medio de la desesperación, llevó a su hija al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) para iniciar con sus quimioterapias; sin embargo, los doctores le indicaron que necesitaría sangre y muchas plaquetas para que pueda resistir al tratamiento.

La desesperación fue inmensa, cuenta doña Clorinda. Nunca pensó que pasaría días en el banco de sangre del INEN para terminar de conseguir la que requería su hija. Felizmente encontró apoyo en los amigos de su hija y en sus familiares, quienes de manera constante iban a donar para obtener su recuperación. Pero, reconoce, que sigue siendo insuficiente.

donación de sangre

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Según el Ministerio de Salud, en el 2019, el 86% de donantes de sangre fueron familiares, amigos o conocidos del paciente, mientras que sólo el 13.9% de lo recaudado vino de donante voluntarios. Aunque el Minsa sigue creyendo que las cifras son positivas porque van en aumento, la realidad suele ser más dura.

Tan fuerte como el dolor que sintió Leslie, la tarde del Día de la Madre, cuando su prima sufrió un accidente que le produjo quemaduras en todo su cuerpo. Rápidamente la llevaron al Hospital Arzobispo Loayza y la internaron en la unidades de cuidados intensivos debido a la gravedad de los daños en su cuerpo.

Con voz apenada y preocupada, Leslie cuenta que su prima necesitará unas 25 cirugías para poder salvarla y cubrir los daños producidos por las quemaduras. Cada operación necesita una cantidad considerable de sangre, por lo que su familia se ha volcado a conseguir donantes por medios de las redes e incluso pagando el transporte para que puedan ir hasta el hospital.

Hasta ahora han conseguido 35 pacientes como donantes, pero reconoce, por información de los doctores, que aún faltan muchas más unidades de sangre. “Mi familia nunca había pasado algo así, y la verdad que, hasta que a uno no le pase, no entiende lo importante que puede ser ayudar a una persona que está desesperada”.

Según el director general de Donaciones, Trasplante y Bancos de Sangre del Ministerio de Salud, Juan Almeyda, cada año el Perú requiere un promedio de 600.000 unidades de sangre para atender su demanda; sin embargo, hasta ahora nunca se ha podido cumplir con esa cifra. En el 2019, se logró recaudar unas 420.000 unidades de sangre, la cifra más alta en la historia peruana.

Sin embargo, estos datos no grafican la desesperación de las familias que día a día tienen que ir en busca de un poco de solidaridad. Como el caso de Fiorella, quien tuvo que meterse a todos los grupos de Facebook que encontró, tocar puertas de ONG y hasta de los bomberos, para poder conseguir donantes de sangre y plaquetas que necesitaba su madre en sus quimioterapias luego que le detectaran leucemia miloide aguda en noviembre pasado. Ninguna puerta se le abrió.

Hasta la fecha, solo ha conseguido donantes de parientes, amigos o personas de su entorno. Lamenta mucho que no exista una cultura de solidaridad.

“En este punto lo que nos mantiene de pie es la fe, esperando que en algún momento llegue alguien que pueda ofrecer su apoyo”, cuenta Fiorella, resumiendo el drama diario que viven los que esperan unidades de sangre.

donación de sangre

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Donantes de sangre durante la cuarentena

Este año es -por donde se le mire- sui generis. La pandemia por el nuevo coronavirus ha transformado nuestro día a día y eso se ha visto -con mucha más claridad- en los hospitales.

Debido al distanciamiento social, la cantidad de donantes de sangre ha disminuido, pero también, según Aleyda, “se han reducido las cirugías, los accidentes y los quemados”. Además, señala que, en estos meses de cuarentena, los bancos de sangre han recibido más voluntarios; aunque reconoce que todavía no tienen las cifras exactas.

“Si bien ha reducido la cantidad de donantes, también se ha reducido la necesidad”, sostiene, pero su declaración dista mucho de la realidad que día a día viven doña Clorinda, Leslie y Fiorella, una gota del mar de personas que, constantemente, están a la espera de un donante que mantenga con vida a sus familiares.

El Perú requiere de 640 000 unidades de sangre donadas para cubrir la demanda existente. (Foto: Andina)

El Perú requiere de 640 000 unidades de sangre donadas para cubrir la demanda existente. (Foto: Andina)

¿Qué medidas está tomando el Minsa para incentivar la donación voluntaria de sangre?

El Ministerio de Salud informó a La República que ya han comenzado a lanzar nuevas políticas para mejorar la atención y el acceso a las personas que voluntariamente quieran donar sangre. Entre ellas están la apertura de stands en las afueras de los supermercados Metro de Plaza Lima Sur, Breña y UNI, también en Wong de Benavides y Camacho, con el fin de evitar aglomeraciones en los hospitales.

Hace unos días, cuenta Juan Almeyda, acaban de lanzar la plataforma digital “Registro para donar sangre”, donde las personas interesadas en colaborar podrán registrar sus datos y señalar el día, la hora y el lugar en que quieran hacer su donación voluntaria.

Finalmente, Almeyda señaló que la política de ahora en adelante será descentralizar los módulos de donación y así evitar que los donantes voluntarios tengan que ir hasta los hospitales. Para eso, ya se encuentran en conversaciones con gimnasios y otros locales para dotar de espacios más cómodos y accesibles al donante.

“Que la gente muera por falta de sangre es muy raro”, concluye el médico, mientras que doña Clorinda termina nuestra conversación con un trágico: “Nunca pensé estar en esta situación, es desesperante; y hay mucha gente que está peor”.