¿Qué significa que una persona sea impuntual? Psicólogo explica los rasgos que comparten quienes siempre llegan tarde
Un estudio de GeoVictoria revela que los peruanos tienen una tasa de puntualidad de 87,59%. Para el psicólogo Javier Campos, esto puede deberse a distintos factores, desde rasgos psicológicos hasta un trasfondo cultural.
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Las personas rigen su tiempo en base al horario laboral o de estudios. Según la Real Academia Española (RAE), la puntualidad es el “cuidado y diligencia en hacer las cosas a su debido tiempo o en llegar a un lugar a la hora convenida”, por lo que alguien impuntual es quien no cumple con lo anteriormente mencionado. Para el psicólogo Javier Campos, esta cualidad va más allá y refleja ciertos rasgos psicológicos.
“La cultura peruana está muy arraigada al tema de la impuntualidad. Incluso aquellos que llegan a ser puntuales tienden a asumir a veces este rasgo de la impuntualidad, debido a que piensan ‘qué vergüenza llegar a la hora y nadie está’. Como que terminan cambiando a veces esta característica (…). El aspecto contextual y la idiosincrasia ocasionan el desarrollo, por lo general, de esa orientación de llegar 5, 10 minutos, a veces 20 o media hora tarde y ven (la puntualidad) como un refuerzo positivo, como algo innatural”, indicó.
¿Qué rasgos psicológicos comparten las personas impuntuales?
En conversación con La República, Javier Campos detalló que detrás de una persona impuntual existen factores psicológicos, pero también un trasfondo cultural. Según un estudio de la multinacional de gestión y control de asistencia, GeoVictoria, de 2021 sobre la medición de la puntualidad, atrasos y ausencias de 400 empresas en Perú, Chile y Colombia, los peruanos obtuvieron una tasa de puntualidad de 87,59%.
“Una persona que presenta impuntualidad tiene de por medio una actitud desorganizada. La falta de planificación deriva en esta respuesta conductual. Un factor es el tema de falta de empatía y de comprender al otro frente a la espera y otro es la actitud complaciente de siempre responder que sí a todas las actividades, lo que genera una carga de tareas que, de otra manera, provocan dejar de cumplir o presentar a tiempo, actividades o reuniones”, explicó.
Asimismo, el especialista enlistó otros rasgos psicológicos presentes en las personas impuntuales:
- Baja autoestima: minimizar su presencial o rol frente ante una reunión o frente a trabajos que deben presentar a tiempo.
- Ideas rigurosas: personas con características inclinadas más a la obsesión, que suelen rehacer la tarea una y otra vez, dejando de lado otro tipo de actividades.
- Factor emocional: la desmotivación puede conllevar también a la impuntualidad y ello, en el trasfondo clínico psiquiátrico, puede poder tener cuadros depresivos o de ansiedad.
- Sobreestimación de tiempo: minimizar el tiempo. Personas que piensan “voy a llegar a tiempo” y en la práctica llegan a ser impuntuales.
- En un cuadro más psiquiátrico, personas que puedan tener rasgos de TDH, trastorno de déficit de atención con hiperactividad, pueden generar una respuesta de impuntualidad.
¿Cómo son las personas puntuales?
Según el experto, las personas puntuales se destacan por tener buena capacidad empática, ser responsables, comprometidas y, sobre todo, organizadas. “Siempre tienen un cuadro de planificación y están alcanzando logros, metas y proyectos. Tienen éxito”, agregó.
¿Es necesario que todas las personas acudan al psicólogo?
Cuando la impuntualidad deriva en consecuencias, a mediano como a largo plazo, desagradables y desequilibrantes para la persona, Javier Campos consideró necesario que busque ayuda profesional que indague qué está pasando en relación con esta característica.
“Y cuando hablamos de manera general, la salud mental en estos momentos a nivel de la sociedad peruana está pasando por muchas crisis. Dentro de mi ámbito laboral voy trabajando más a niños y adolescentes. Antes se veían más adultos, ahora cuadros que son prácticamente psiquiátricos se están abordando más en adolescentes y en la niñez tardía”, advirtió.
El psicólogo señaló que el Estado requiere invertir más en la salud mental, alertando que los centros de salud mental comunitarios no abastecen a toda una población que requiere y demanda bastante la estabilidad socioemocional y equilibrio psicológico.
