
Adultos mayores de 65 años no deberían ducharse a diario: expertos recomiendan hacerlo dos o tres veces por semana
Adoptar una alimentación balanceada, hacer ejercicio, leer con frecuencia y acudir a chequeos médicos son acciones clave para que los adultos mayores de 65 años mantengan una buena calidad de vida.
- Harvard lo confirma: este es el ejercicio recomendado para mayores de 60 años que buscan estar en forma
- Adultos mayores de 60 años reciben un beneficio al renovar su DNI en Reniec, siempre que sigan correctamente los pasos establecidos

La higiene en la tercera edad requiere una atención particular debido a los cambios fisiológicos que experimenta la piel con el paso del tiempo. En los adultos mayores de 65 años, la producción de sebo disminuye, la barrera cutánea se debilita y la sensibilidad o irritaciones aumenta, lo que obliga a replantear las rutinas de aseo personal.
Ante este panorama, especialistas en dermatología coinciden en la necesidad de adaptar la frecuencia del baño a las nuevas condiciones del cuerpo.
PUEDES VER: ¿Para qué sirve realmente la piedra de alumbre? Usos populares y precauciones que debes conocer

¿Cuántas veces por semana deberían ducharse los adultos mayores?
De acuerdo con diversos expertos, incluyendo profesionales de instituciones como la Harvard Media School y el hospital Rothschild de París, no es imprescindible que los adultos mayores se duchen todos los días. Por el contrario, se recomienda limitar el baño completo a dos o tres veces por semana, siempre que no existen razones médicas o una actividad física intensa que justifique un mayor número.
En los días sin ducha, se sugiere mantener una higiene localizada en áreas clave como rostro, manos y zonas íntimas, lo que permite conservar la limpieza y prevenir infecciones sin dañar la piel.
PUEDES VER: Estas son las vitaminas claves para frenar el envejecimiento y proteger la piel desde la dieta

Buenos hábitos que deben tener los adultos mayores
Para preservar la calidad de vida en la etapa adulta mayor, es fundamental adoptar ciertos hábitos que favorezcan el bienestar físico y mental. Entre estos, se recomienda una alimentación equilibrada que incluya frutas, verduras, cereales integrales, proteínas, así como una hidratación adecuada. Asimismo, realizar actividad física con regularidad como caminatas diarias o ejercicios suaves.
Por otro lado, mantener la mente activa mediante la lectura, juegos de lógica o actividades creativas resulta beneficioso. También es importante dormir entre siete y ocho horas cada noche, establecer rutinas de descanso, asistir a controles médicos preventivos y aplicas técnicas de manejo emocional, como la meditación o la respiración profunda.