Política

Lucio Castro: “El ministro de Educación se ha subordinado a los intereses del sindicato del Gobierno”

El secretario general del Sutep cuestiona la gestión del Minedu por responder a los intereses del Fenate, sindicato fundado por el presidente Castillo y con menos integrantes que el liderado por Castro. “El Sutep tiene 300 mil afiliados y el sindicato del gobierno tiene solo tres mil”, explica.

Voz. Lucio Castro afirma que la orden de destruir a la Derrama viene de Palacio de Gobierno. Foto: difusión
Voz. Lucio Castro afirma que la orden de destruir a la Derrama viene de Palacio de Gobierno. Foto: difusión

Lucio Castro cuestiona que el ministro de Educación convierta esta cartera del Estado en local sindical del Fenate. Rechaza que su tema prioritario sea la Derrama Magisterial y descuide la atención de los grandes problemas de su sector. También objeta que voceros del gobierno distorsionen una opinión del TC respecto a la Derrama.

—El Pleno aprobó en primera votación el PL 260, que bloquea la intervención del gobierno en la Derrama Magisterial (DM). Esto ha generado reacciones del Ministerio de Educación y de la bancada Bloque Magisterial que lo han calificado como un hecho irregular. ¿Qué opina el Sutep?

—Primero, que el ministro de Educación con todo su accionar en torno a la DM está demostrando que no le interesa la educación, le interesa la destrucción de la entidad previsional del magisterio. Es la orden que debe cumplir y proviene de Palacio de Gobierno. En su gestión no hay ningún avance en la atención de los problemas del sector, por el contrario, hay retroceso. De ahí que el Sutep ha planteado su renuncia, por inepto. Segundo, el ministro está impulsando una ilegalidad. Ya el Congreso ha manifestado que el decreto supremo 09 violenta la Constitución Política porque promueve la aplicación de un DS contraviniendo la ley. El artículo 51 de la Constitución, que establece la jerarquía de normas, lo imposibilita. Sin embargo, motivado por objetivo perverso de destruir al Sutep y a la DM, el ministro, los integrantes del Bloque Magisterial y algunos de Perú Libre están empeñados en ponerle las manos y las garras al dinero de los trabajadores de la educación. Los 3 mil millones de capital de la DM es para ellos una motivación enorme.

—La congresista Lady Camones ha revelado que el Bloque Magisterial le pidió retirar su apoyo al proyecto de ley que rechaza la intervención del gobierno en la DM, y que ellos le darían su voto contra la censura. ¿Cuál es su comentario?

—Denunciamos el comportamiento extorsionador y chantajista de congresistas en el ánimo de destruir a la DM. Ese acto revela la verdadera cara de estos señores que no representan al magisterio sino a ese sector minoritario que el mismo presidente de la república ha querido implementar y no ha prosperado. El Sutep tiene 300 mil afiliados y el sindicato del gobierno tiene solo tres mil.

—Fenate, al que se refiere, ha dicho que representa al 70% del magisterio nacional.

—Es absolutamente falso. Hace poco se ha desarrollado la negociación colectiva donde participa el sindicato mayoritario que es el Sutep, con 300 mil afiliados. Somos 547 mil trabajadores, 300 mil afiliados del Sutep, tres mil del sindicato del gobierno, que es insignificante. Tiene por albur una representación en el Congreso que no representa al magisterio.

—Voceros del gobierno han afirmado que el Tribunal Constitucional ha señalado que el Minedu puede modificar los estatutos de la DM. ¿Qué sabe usted de esto?

—Gladys Echaíz es una persona versada en Derecho. El señor Alex Paredes y el señor Edgar Tello han estudiado Derecho los sábados y domingos, y se puede deducir cuál es su interpretación de la normatividad. Esa sentencia del TC que aluden se refiere a una norma prepublicada que no significa lesión al artículo 3 del estatuto de la DM. El TC se manifiesta en esa línea, no significa lesión; pero ellos están distorsionando el sentido de la opinión del TC con el objeto de acomodarlo a sus intereses perversos.

—Una de las afirmaciones del Fenate es que el Sutep se enriquece con los fondos de los maestros...

—Lo que deben hacer es corroborar lo que dicen con documentos. Quienes los conocemos en el magisterio, su actuación siempre ha sido la invención, la difamación. Hoy la repiten en el Congreso.

—El gobierno de Alan García también quiso terminar con la Derrama y dispuso que el Minedu no descontara más los aportes de los maestros.

—Fue en el año 2007. Eso motivó una campaña muy fuerte del Sutep para asegurar la afiliación voluntaria del magisterio. Nosotros recibimos en bancarrota a la Derrama y decidimos reflotarla. Designamos directorio y ese directorio de manera honesta y eficiente a conducido a la Derrama a la situación en que está. Es el Sutep el que trabajó en el año 2007 la afiliación voluntaria de los maestros que hoy son más de 250 mil afiliados.

—¿Cómo saber que hay una buena inversión de los fondos de los maestros? ¿Quién los fiscaliza?

—La Superintendencia Nacional de Banca y Seguros fiscaliza de manera persistente a la DM. Nunca ha encontrado una irregularidad ni ha establecido una denuncia. Hay una diferencia entre la legalidad y la honestidad del Sutep en comparación con el sindicato del Gobierno donde está Bruno Pacheco, hoy colaborador eficaz; Francisco Silva, que está fugado; Edgar Tello, que tiene una investigación en el Ministerio Público por tráfico de influencias; Lucinda Vásquez, que está con una investigación en el Ministerio Público por filtración y venta de pruebas para nombramientos.

—El Ministro de Educación dijo que el único fin del gobierno es democratizar la Derrama para que todos los maestros participen en la gestión, y mencionó que no van a participar en su marcha económica. ¿Le suena convincente?

—Ese es un cuentazo. El ministro de Educación es un representante del Fenate y ha convertido el Minedu en un local sindical. El ministro se ha subordinado a los intereses del sindicato del Gobierno, y tan subordinado está que su tema de discusión es la Derrama y no los problemas de la educación. Le invocamos que mire su gestión y deje de lado el acto servil.