Un reciente cruce de palabras entre la ministra de la Mujer y la vicepresidenta de la República las ha convertido a la primera fiel defensora de Palacio mientras que a la segunda en principal voz crítica del nacionalismo.División.,Jorge Loayza. La mañana del último martes, durante la reunión por la III Cumbre del ASPA, la ministra Ana Jara buscó calmar los roces con la primera vicepresidenta de la República, Marisol Espinoza Cruz, después que le pidiera a esta que dé un paso al costado si no estaba de acuerdo de la manera cómo el presidente Ollanta Humala conducía el gobierno. En un ambiente del Gran Teatro Nacional, Jara ofreció sus disculpas a Espinoza por esas declaraciones, pero la vicepresidenta le diría que ese ofrecimiento debería ser en público. Jara ya no salió a los medios a echar agua a sus declaraciones. Solo quedó un mensaje en su cuenta de Twitter en el que manifestaba que en Gana Perú "no había mordaza" y que la vicepresidenta es uno de los "cuadros más representativos". Marisol Espinoza sí volvió a hablar del tema y fue para aclarar que ella no podía renunciar porque había sido elegida por el pueblo. LA VOZ DE NADINE Para quienes conocen un poco las entrañas del Ejecutivo y las disputas a su interior, la respuesta de la ministra a la vicepresidenta no solo expresaba su malestar sino el que sería el sentir de la primera dama Nadine Heredia. El perfil bajo y poco poder de decisión que Marisol Espinoza tiene a nivel del Ejecutivo es una verdad tan sólida como las paredes de Palacio de Gobierno. Su limitada posición gris en el Ejecutivo, responde, según fuentes consultadas, a que Nadine Heredia no quiere que tenga protagonismo y menos ahora que se ha vuelto la principal crítica del Ejecutivo al interior del propio gobierno. La postergación de Espinoza en el Ejecutivo se dio desde que se empezó a conformar el equipo de gobierno que asumió el mando el 28 de julio del 2011. Sin decirlo públicamente, Espinoza mostraba su descontento por la manera como la pareja presidencial armaba su equipo sin darle mucha importancia a su opinión. Y no solo eso, a pesar de que ella formó parte de la Comisión de Transferencia y preparó un informe sobre su trabajo, en Palacio de Gobierno se le hizo poco caso al documento, como ella misma ha reconocido. RECLAMOS DEL INTERIOR Ante su desplazamiento de Palacio, Espinoza encontró otro espacio: atender los reclamos de la población en el Congreso. En la legislatura pasada, como presidenta de la Comisión de Presupuesto, recibió a numerosas autoridades locales del interior del país, quienes le reclaman mayor atención del Ejecutivo. Además, en sus viajes de representación a provincias como congresista, Espinoza es vista por pobladores y las bases del Partido Nacionalista como una vicepresidenta con poder, y por eso recibe pedidos para el Ejecutivo. Pese a la voluntad de atender esos pedidos del interior, Espinoza encontró un muro en el Ministerio de Economía. Esa frustración se hizo pública la semana pasada cuando le reclamó al ministro Luis Castilla y otros, y les dijo que "son indiferentes a atender las demandas del pueblo". A pesar de que la gente cercana a la vicepresidenta afirma que el tema solo fue un reclamo más, lo cierto es que Espinoza ha sido muy reiterativa en sus críticas. Cuando el gabinete Valdés ya no daba para más, Espinoza salió a descalificar a Valdés como actor para el diálogo en Cajamarca. Luego de este episodio con Jara, gente cercana a la vicepresidenta ha tratado de minimizar el tema. Para el congresista y miembro del Partido Nacionalista Sergio Tejada, el tema solo es un "malentendido" que se originó por declaraciones a la prensa. "Ellas no están enfrentadas", afirma. Sin embargo, sí hay discrepancias de Espinoza, y no solo contra Jara sino contra todo el Ejecutivo, aunque ningún personaje del gobierno lo quiera reconocer públicamente. El mensaje de Marisol Espinoza que escribió en su Facebook esta semana es claro: "Es por eso que levanto mi voz, aunque a algunos no les guste lo seguiré haciendo". ESPINOZA Y LAS FUERZAS DEL NACIONALISMO EN EL CONGRESO Tanto Marisol Espinoza como Ana Jara postularon al Congreso en el 2006, pero solo la primera logró la elección. Por esa mayor exposición pública y recorrido del país, es Espinoza la que tiene más llegada a las bases nacionalistas. En cambio, si bien Jara tuvo una importante votación en Ica, cierto sector de las bases afirma que renunció a la candidatura a la presidencia regional porque tenía aspiración de llegar al Congreso o al Ejecutivo. El trabajo político más importante de Espinoza en el Congreso se dio cuando hizo campaña entre todos los miembros de la bancada de Gana Perú para apoyar la candidatura a la presidencia de Víctor Isla, su amigo desde el anterior Congreso. ENFOQUE Tuvo la valentía de criticar Carlos Tapia Sociólogo Marisol Espinoza ha tenido la valentía de hacer una crítica al ministro de Economía, Luis Castilla, y a los ministros que son de su círculo y que no son sensibles ante los reclamos de los alcaldes de los pueblos del interior del país. Fue una crítica justa y lo que más llamó la atención es que una ministra le saliera al frente en un tono disonante, porque no se puede tratar de esa manera a una vicepresidenta, diciendo que dé un paso al costado. Pero la ministra Jara no habla por ella sino por otros. Si bien han arreglado el conflicto, quedó ante la opinión pública que la vicepresidenta se atrevió a hacer una crítica a los ministros. Sin embargo, si Espinoza hubiese pedido el cambio de Castilla sí hubiera generado una confrontación mayor con el presidente Humala y generaría una crisis de régimen. Además, una hipotética renuncia de la vicepresidenta sería un problema para Ollanta Humala, pues ya no podría salir del país, ya que, de acuerdo a ley, es la vicepresidenta la que ocupa su cargo durante sus viajes.