Tierra de nadie. El año que pasó la región Madre de Dios recibió como canon minero la ínfima suma de 93 mil soles, pero un solo minero informal de la zona, Celso Quispe, en un mes gana 6.9 millones de soles, en tanto que los hermanos Fortunato y Walter Valer amasan 5.2 millones mensuales. Son los mineros "informales". María Elena Hidalgo. Desde Puerto Maldonado. Todos saben quiénes son los "barones de oro" de la minería informal en Madre de Dios. Intentaron ocultar su mano en la última protesta que paralizó la región, pero no lo consiguieron. Es como pretender tapar con un dedo el brillo del oro bajo el sol. Se hacen notar los hermanos Fortunato y Walter Valer Carpio, Celso Quispe Chipana, Leonardo Huamán Huanca y Alberto Tejada Huamaní. Todos los conocen porque trabajan para ellos o porque de alguna manera les prestan servicios. Y tienen otra característica: no dan la cara, mucho menos a la prensa. Queríamos preguntarles cómo explican por qué, mientras cada año se exportan millones de dólares de oro, la región Madre de Dios en el 2011 recibió la ridícula suma de 93 mil 654 soles (US$ 34 mil al cambio) por concepto de canon minero... y cero soles por regalía minera. Pero esto tiene una respuesta. Los únicos que se engordan con la desgracia de Madre de Dios son los "barones del oro". Los mineros fuera de la ley trabajan en La Pampa, ubicada entre el kilómetro 98 y 123 de la margen izquierda de la carretera Interoceánica, y frente al corredor minero, en donde la extracción de oro es permitida. La Pampa ha sido decretada por el Estado como zona intangible, así que todos los que están ahí son violadores de la ley. Y no les pasa nada. Los depredadores Los terrenos del lugar han sido entregados mediante permisos agrarios a los agricultores con el fin de reforestar la reserva de Tambopata. Pero los mineros invaden la zona para depredarla, debido a que la concentración de oro en el suelo es mayor respecto al corredor minero. Celso Quispe Chipana, conocido como “Cholo Celso”, es uno de los que han incursionado en la zona de La Pampa. No obstante que Celso Quispe cuenta con cinco denuncios mineros en el corredor minero, en Inambari, desde hace cinco años ha ingresado con todo el poder a La Pampa: ha instalado 20 motores “chupaderas”. Cada aparato consigue un promedio de 80 gramos de oro al día. En Madre de Dios se paga 145 soles por gramo de oro. Si Celso Quispe obtiene al día 1.600 gramos del metal precioso, como mínimo obtendría 232 mil soles. Al mes, 6 millones 960 mil soles contantes y sonantes. A sus 400 trabajadores les destina únicamente el 25 por ciento de sus ganancias. Negocio redondo y brillante. Leonardo Huamán Huanca, “Chino Huamán”, y Alberto Tejada Huamaní , “Chato Tejada”, también son invasores de La Pampa. Además de dedicarse al oro, trafican con las zonas forestales que invaden de La Pampa y Guacamayo, de acuerdo con las autoridades del gobierno regional de Madre de Dios. Ambos se encuentran expandiendo negocios hacia la zona de Quincemil, en el Cusco. Las autoridades locales indican que Leonardo Huamán es propietario en La Pampa de seis motores, con los que extrae 480 gramos de oro cada 24 horas. Y la región percibió el año pasado nada más que 93 mil 654 soles. Barren con todo El “Chino Huamán” también es dueño de varias propiedades y grifos desperdigados en ambos lados de la carretera Interoceánica. El “Chato Tejada” maneja cuatro concesiones mineras tituladas, ubicadas en el corredor minero de Inambari: Inversiones Kiara, Inversiones Renzo y Proyectos Kiara y Grecia. Testigo de las invasiones depredadoras en La Pampa es Arnaldo García Valderrama, apoderado de varios agricultores en la zona, entre ellos de Julio Zea Valdivia, dueño de un predio agrícola arrasado por el “Chino Huamán”. En el 2009, el agricultor Julio Zea denunció a Leonardo Huamán por ingresar a sus tierras sin su consentimiento y explotar oro, pero las autoridades nunca le hicieron caso. El agricultor Billy Zea Gavilán tuvo un incidente similar. El minero ilegal Celso Quispe irrumpió en su predio agrícola en el 2010, lo acusó pero nunca lo sentenciaron. Celso Quispe destrozó las 60 hectáreas que el agricultor poseía en La Pampa, donde había sembrado arroz, yuca, plátano y pacae. “Celso Quispe Chipana invadió el predio del señor Billy Zea. Se le denunció por usurpación agravada y hurto de material aurífero, y nunca lo condenaron. Ni siquiera iba a las audiencia. Mi representado murió el año pasado en un accidente y se quedó sin recibir justicia. Como murió, el caso murió con él. A Leonardo Huamán también se le acusó, pero las denuncias contra estos mineros nunca proceden. Esto es lo que ocurre normalmente en Puerto Maldonado. Ellos están blindados. La justicia no los alcanza. Tienen mucho poder”, relató Arnaldo García, una víctima de los “barones del oro”. Los Intocables Los hermanos Fortunato y Walter Valer Carpio son propietarios de 15 motores, ubicados en la margen izquierda de los kilómetros 103 y 116 de la carretera Interoceánica. Parte del dinero de los hermanos ha sido invertido en inmensas construcciones en la ciudad de Puerto Maldonado. Su producción diaria es de 1.200 gramos de oro, es decir, 174 mil soles al día; 5 millones 220 mil soles al mes; 63 millones 510 mil soles al año. Pero el canon minero de Madre de Dios el año que pasó fue de 93 mil mísero soles. Casi la mitad de lo que ganan en un solo día los hermanos Valer. Entre los mineros informales más fuertes de Madre de Dios se encuentra Gregoria Casas Huamanhuillca, también conocida como la “Tía Goya”. Es una mujer analfabeta de 70 años que con su esposo Cecilio Baca Fernández llegó hace 40 años a Huepetuhe para explotar oro. De acuerdo con la Dirección Regional de Energía y Minas, la “Tía Goya” cuenta con 11 concesiones mineras ubicadas en el distrito de Huepetuhe. Es una de las qué más dinero amasan. Por eso se la vio subrepticiamente siguiendo paso a paso el desarrollo de la protesta de los mineros que quieren convertir Madre de Dios en la tierra sin ley para la explotación depredadora del oro. ? La “Tía Goya” y un negocio familiar con muchas ramificaciones La “Tía Goya” y su ex esposo poseen 11 concesiones, pero los hijos de la pareja también tienen otras. Ellos son Cecilio, Enrique, Violeta, Yony, Marco y José Luis Baca Casas. Cada uno maneja sus propias concesiones en Huepetuhe. Marco Baca cuenta con dos concesiones: Tres Flores I y Tres Flores II. En el 2011 ocupó el cargo de secretario de defensa de la Fedemin, la organización que fomenta las movilizaciones. Por su parte, José Luis Baca Casas posee la concesión minera Tres Flores 7. Cecilio Baca es dueño de Tres Flores 2 y Tres Flores 3. Por su parte, Yoni Baca es el propietario de Tres Flores 4. Otro minero informal grande es Tomas Díaz Alcántara, un ex policía dado de baja en 1991 y que actualmente es el vicepresidente de la Federación de Mineros de Madre de Dios (Fedemin). Tomás Díaz cuenta con ocho concesiones mineras.