Entrevista/Luis Gonzales Posada. Comisión de Relaciones Exteriores. Congresista aprista dice que traslado a Ecuador de la demanda no afectará intereses peruanos. Pide esperar con calma resultados de límite marítimo. Flor Huilca. ¿Hay confianza en la solidez de los argumentos de la demanda peruana ante la Corte de Justicia de La Haya? Sí, por varias consideraciones. La primera porque ya es una doctrina internacional que dos países con costas adyacentes, como el caso del Perú y Chile, fijan sus límites marítimos por la línea media o equidistante, es un principio regulatorio del derecho de los mares que agrupa a todos los países integrantes de la Convemar; y en segundo lugar, porque esa ha sido la sentencia en todos los fallos emitidos por la Corte, como en el caso de Nicaragua-Honduras. Si bien la presencia de Ecuador es un tema procesal, ¿podría significar más adelante un revés para el Perú? Su presencia está prefijada en la medida en que Chile lo menciona en sus referencias, pero tiene que haber traslado para que emita su criterio. Lo mismo pasó en el conflicto de límites marítimos entre Honduras y Nicaragua: hubo una referencia a Colombia, y se trasladó a ese país. Eso no altera la posición jurídica del Perú. La demanda es un tema bilateral, no trilateral. Vivimos tiempos positivos en las relaciones con Ecuador. Pero las relaciones entre ambos presidentes no son fluidas, ¿eso puede jugar en contra? Es buena a pesar de tener percepciones distintas. El presidente de Ecuador participa en el grupo Alba y nosotros no, aprendimos a respetarnos en base al principio de no intervención. Hoy los presidentes y los consejos de ministros se reúnen, hay inversiones conjuntas. De crearse condiciones adecuadas, los países con modelos políticos distintos pueden avanzar en línea positiva, como con Ecuador. ¿Con Chile la relación ha mejorado luego de las primeras reacciones por la demanda? Chile consideró la demanda como un gesto inamistoso, eso ha sido superado. El segundo hecho positivo es que ellos han dicho que esto va por cuerdas separadas, eso significa que no tiene por qué paralizar sus relaciones bilaterales; y en tercer lugar, se pensó que iban a presentar una excepción preliminar diciendo que la Corte no es competente y no lo ha hecho. Tenemos relaciones bilaterales que están en crecimiento, debemos ir a un pacto a perpetuidad, de cooperación, paz y entendimiento. ¿Eso no refleja la carrera armamentista en la que se encuentra Chile? Cuando se escriba la historia de Latinoamérica, el capítulo del armamentismo será una página negra. En una región donde tenemos 180 millones de pobres, 75 millones de indigentes y donde hay 180 mil niños que mueren de hambre y desnutrición, los gastos en defensa son inmensos. Solo los países de Unasur han gastado 25 mil millones de dólares en los últimos 4 años, y hay compromisos por 35 mil millones de dólares más que incluyen submarinos a propulsión nuclear. Eso es una barbarie. ¿El cambio de presidente en Chile afectó de alguna manera el proceso en la Corte Internacional de La Haya? Hay mucha mejor disposición, una mayor comprensión de que una demanda no es un acto de agresión, sino un derecho de un estado cuando no encuentra una vía de entendimiento, pero yo temo que quienes quieren seguir vendiendo material bélico están exasperando las pasiones y poniendo un poco de veneno a las relaciones. ¿Cómo observa el desarrollo del proceso en La Haya? Normal. Hay dos etapas marcadas: la reserva, que es la demanda; la contrademanda, la réplica y la dúplica de Chile, de allí se pasa a la fase oral, no se puede decir con exactitud cuánto demorará, pero se estima que estaremos andando 5 años más. Por eso hay que manejarlo con prudencia y paciencia, evitando caer en tentaciones o provocaciones de gente que quiere echar leña a la hoguera. “OEA es un organismo casi parapléjico” ¿Qué expectativas frente a la reunión de la OEA en Lima? La OEA es un organismo casi parapléjico. Ha ido perdiendo presencia en la medida que no ha tratado temas sustantivos, como el armamentismo, el terrorismo y el narcotráfico; por ello se han creado organismos paralelos, como Unasur y la Organización de Estados Latinoamericanos y del Caribe. ¿Toca una disolución o todavía es posible su subsistencia? Tienen tanta potencia todavía que hay que hacer un esfuerzo. ¡Cómo es posible que a pesar de que su Carta manda limitar los gastos militares no haya tratado el tema! La reunión en Lima es un buen momento para replantear su funcionamiento.