Investigación. También son procesados oficiales que facilitaron actuación de espía. Durante su manifestación ante el juzgado castrense Dora Ruiz Paredes ocultó información y se contradijo sobre su relación con el espía. Ángel Páez. Haber intentado ocultar detalles sobre su convivencia con el espía Víctor Ariza Mendoza le va a costar caro a la suboficial de la policía Dora Ruiz Paredes, la mujer por la que Ariza abandonó a su familia y aceptó pasar información a Chile a cambio de dinero. El proceso se ventila en estricto secreto. Después de interrogar a Ruiz, el juez militar a cargo del proceso denominado Caso Nº 310001, el comandante FAP Fernando Rivera Baca, resolvió abrir proceso por infidencia contra la policía con la que Ariza tiene una hija. ¿La razón? Dora Ruiz mintió en su manifestación en un intento por eludir su responsabilidad. En el fuero común Víctor Ariza declaró que cuando la suboficial Dora Ruiz trabajaba en la Interpol le solicitó información que le habían pedido los agentes de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) que lo habían reclutado. Ariza le requirió el movimiento migratorio del mayor USAF Shaun M. Fitzsimmons, que llegó a Lima en el 2008 para una misión reservada con la FAP. Sin embargo, la policía Dora Ruiz lo negó. Ruiz declaró que “durante el tiempo que laboraba en la Interpol y convivía con Víctor Ariza no hablaron sobre cosas de trabajo”. Se la juega por el ex marido Fuentes militares indicaron a La República que el juez militar, comandante FAP Fernando Rivera Baca, al observar el propósito encubridor de Dora Ruiz decidió incorporarla en el proceso para que diga toda la verdad. Cuando el juez militar le dijo que Ariza había confesado que ella le entregó información sobre Fitzsmmons, recién Dora Ruiz reconoció que le pasó a su pareja los datos que le pidió al correo victorariza2002@hotmail.com, que este creó especialmente para tal fin. De allí que el magistrado castrense no descarta que la ex pareja del espía “haya conocido de las actividades ilícitas” de Ariza, por lo que le abrió instrucción para que hable en el juicio. Además, Dora Ruiz evadió preguntas de fondo, según la resolución del juzgado militar cuya copia obtuvo La República: “No ha explicado cómo es que conoció a Víctor Ariza, toda vez que se limita a señalar que lo conoció cuando retornó de Chile (2002), y que le trajo un encargo aproximadamente en el 2004”, señala el juez castrense: “Sin embargo, se aprecian dudas en estas afirmaciones. ¿Cómo es que le trae un encargo si no lo conocía: ¿Y de parte de quién y en qué consistía dicho encargo?”. Y añade el titular del juzgado de la FAP: “(Dora Ruiz) visitaba constantemente a Víctor Ariza en las instalaciones de la FAP (...), aludiendo que lo hizo por razones personales. Esta conducta puede ser cierta, pero (...) debe esclarecerse con la máxima certeza en el proceso”. Rendición de cuentas Fuentes vinculadas con el proceso del Caso Nº 310001 en el fuero castrense arguyeron que justamente debido al conocimiento que los juzgadores tienen sobre la actividad militar les ha permitido identificar a los efectivos que contribuyeron a las actividades ilícitas del espía Víctor Ariza. Por eso denunció a los siguientes uniformados”. *El técnico inspector FAP Alejandro Allasi Zegarra, por haber suministrado al técnico Justo Ríos Aguilar el “Programa de Entrenamiento de la Especialidad de Defensa y Operaciones Especiales” (DOES), documento secreto que luego Ríos entregaría ilegalmente al espía Víctor Ariza Mendoza. *Técnico supervisor Segundo Iglesias Florián y el técnico de segunda Edison Villaorduña Rodríguez, expertos en mantenimiento de equipos electrónicos, quienes le asignaron una computadora a Justo Ríos sin verificar el contenido de material clasificado al que luego este tendría acceso. *El capitán FAP Manuel Diez Alarcón, quien no se opuso a que Justo Ríos entregase a Víctor Ariza el programa del DOES, a sabiendas de que el acto era ilegal. *El mayor FAP Robert o Poggi Oneto, por no haber evitado que Ariza obtuviera copia del “password” de acceso a información clasificada en el Puesto de Comando en la Base Aérea de Iquitos, en el 2008. Ariza también sacó material de dicha dependencia para vendérselo a Chile. Ahora les toca a los altos mandos Fuentes relacionadas con el fuero castrense señalaron que será en ese ámbito en el que se definirá la responsabilidad de quienes permitieron que el técnico Víctor Ariza, no obstante que se encontraba bajo sospecha de vender información al extranjero, fuera designado al Departamento de Planes y Operaciones de la Dirección de Inteligencia de la FAP (Difap). El ex director de la Difap mayor general FAP (r) Luis Angulo Montoya afirma que se lo advirtió al comandante general FAP, general del aire Miguel Gómez Vizcarra. Pero este lo niega. También lo sabía el actual jefe de la Difap, mayor general FAP Nicolás Asín Argote. Pero lo rechaza. Ante la justicia militar se aclarará el punto clave.