El “fraudismo” consuma su venganza contra Piero Corvetto
Peligro. El jefe de la ONPE no consiguió los cinco votos que necesitaba para ser ratificado porque Marco Tulio Falconí —que ingresó a la JNJ mediante un fallo del TC— votó en contra. En simultáneo, la Comisión de Constitución empezó a debatir el proyecto que pone en riesgo al sistema electoral.
La Junta Nacional de Justicia (JNJ) no ratificó a Piero Corvetto al frente de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). En un pleno disminuido por las salidas de Aldo Vásquez e Inés Tello, ordenadas por el Tribunal Constitucional (TC), Corvetto solamente alcanzó cuatro votos de los cinco que necesitaba.
Votó en contra de la continuidad de Corvetto el excongresista Marco Tulio Falconí, quien ocupa desde febrero una plaza en la JNJ gracias también a un reciente fallo del TC. A favor lo hicieron Antonio de la Haza Imelda Tumialán, María Zavala y Guillermo Thornberry.
No deja de ser paradójico que Corvetto haya obtenido cuatro votos de los cinco disponibles y aun así no haya podido extender su gestión. Es una consecuencia directa de las sospechosas decisiones del TC, que, en la práctica, se ha convertido en una extensión del Poder Legislativo en decisiones claves.
Corvetto tuvo que soportar ataques —incluso agresiones físicas— luego de las elecciones generales de 2021, cuando el fujimorismo y sus satélites políticos acusaron un supuesto “fraude en mesa” del que nunca presentaron una sola prueba.
La comisión investigadora que presidió el congresista de Renovación Popular Jorge Montoya tampoco aportó nada que probara la teoría de que los resultados de 2021 fueron alterados para perjudicar la candidatura de Keiko Fujimori.
Corvetto no declarará por el momento. Puede interponer un recurso de reconsideración a partir de los cinco días hábiles siguientes a la notificación. De no prosperar (lo más probable), su mandato concluirá el 30 de agosto, cuando cumpla los cuatro años desde que asumió.
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Vásquez, el exmagistrado de la JNJ, escribió en su cuenta de X una vez conocida la noticia: “La composición del Pleno de la JNJ fue alterada por acción del Congreso (sin votos de ley) y del TC (vulnerando la autonomía del Poder Judicial). Las consecuencias fueron advertidas”.
Vásquez y Tello aguardan que la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema confirme una cautelar que los favoreció en primera instancia y así puedan volver a sus puestos.
Mientras tanto, una JNJ disminuida deberá convocar a un nuevo proceso para elegir al reemplazo de Corvetto. Se necesitarán cinco votos de cinco, salvo que en el camino se completen las dos plazas vacantes. Acá es donde los caminos con el Parlamento de nuevo se cruzan.
La JNJ en la mira
Ayer se empezó a discutir en la Comisión de Constitución el proyecto que ha elaborado Gladys Echaíz (Renovación Popular) para eliminar a la JNJ y crear dos entes nuevos: la Escuela Nacional de la Magistratura y la Autoridad Nacional de Control del Poder Judicial y el Ministerio Público. La iniciativa de reforma constitucional también propone que sea el próximo Senado el que elija a los jefes de la ONPE y del Reniec.
No habrá Senado hasta el 2026. Pero, en caso de que la propuesta de Echaíz se apruebe (se necesitan 87 votos en 2 legislaturas consecutivas), podría llegarse a una situación en la que, eliminada la JNJ, todavía no haya sido electo un nuevo jefe de la ONPE (ni del Reniec).
¿Qué ocurrirá en ese momento? El tema se planteó muy por encima en el debate de ayer en Constitución. Echaíz deslizó incluso la posibilidad de que el Congreso pueda encargarse de la responsabilidad de nombrar a ambos funcionarios. Sería escandaloso, aunque este Legislativo ha demostrado que eso no lo detiene. Otra opción sería que funcionarios de línea (con la venia parlamentaria) asuman las respectivas jefaturas. En un escenario con varias opciones abiertas, lo único claro es que la independencia del sistema electoral está en la mira.