Política

Tania Pariona sobre Gobierno de Dina Boluarte: “Estamos ante una dictadura cívico-militar”

Exlegisladora de izquierda consideró —en entrevista con La República— que el actual Gobierno está deslegitimado de cara a la población, por lo que la única salida a la crisis pasa por una renuncia de Dina Boluarte, la cual es sostenida por las Fuerzas Armadas, la PNP y el Congreso.

Pariona Tarqui formó parte del disuelto Congreso por Martín Vizcarra. Foto: Composición LR
Pariona Tarqui formó parte del disuelto Congreso por Martín Vizcarra. Foto: Composición LR

Al mal tiempo, soluciones rápidas. La exlegisladora de izquierda Tania Pariona Tarqui, quien formó parte del disuelto Congreso por Martín Vizcarra en el 2019, denunció que el país enfrenta una dictadura cívico-militar encabezada por la presidenta de la República, Dina Boluarte, a quien hizo un llamado a dejar de lado su deseo de mantenerse en el cargo, priorizar la paz social y presentar su renuncia. Aunque reconoce que es un escenario complicado, ya que tanto el Parlamento como el Ejecutivo estarían buscando excusas para mantener sus cuotas de poder.

—Usted fue congresista durante la disolución del Congreso realizada por Martín Vizcarra, así que debe haber seguido de cerca las marchas contra Manuel Merino. Ahí hubo una fuerte represión policial que cobró la vida de dos jóvenes, ¿siente que la represión es más intensa desde el Gobierno de Dina Boluarte?

—Yo participé en todas las marchas posibles que hubo en ese contexto, en las que el Sr. Merino quiso tomar de manera dictatorial el poder. Y la represión que ejecutó las fuerzas del orden, creo que tuvo el mismo o similar patrón al que hoy se está dando. Sin embargo, las represiones, las órdenes de disparar, de usar armas de fuego, de militarizar territorios como Puno, que en su momento en Ayacucho se dejara como saldo 10 muertos, creo que son el reflejo de un autoritarismo. Se está asentando los mensajes de un autoritarismo que nosotros, por supuesto, para nosotros, demuestra que estamos ante un escenario de dictadura cívico-militar. Lo que hoy sostiene a Dina Boluarte son estos sectores de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y el Congreso mismo que pareciese está en una colusión para no dar una salida efectiva e inmediata a la crisis.

—No hubo responsables políticos ni penales por los fallecimientos de Inti y Bryan, ¿confía en que esta vez será diferente?

—No hubo un reconocimiento verbal, mucho menos se ha admitido la responsabilidad que tiene el Gobierno de turno, mucho menos la Sra. Dina Boluarte como autoridad máxima del país. Hay que decirlo con claridad, estos no son muertes, son asesinatos cometidos en contextos de represión en los que la PNP y las Fuerzas Armadas, en algunos territorios, tiene orden para actuar. Eso viene de una orden, no son entidades aisladas que tiene autonomía absoluta para actuar. En el país se está evidenciando la impunidad que siempre hemos vivido.

—Con más de medio centenar de fallecidos, ¿existe todavía una salida a la crisis que no pase por la renuncia de la presidenta Dina Boluarte?

—No solo por los muertos, hoy tenemos movilizaciones contundentes y masivas que se han extendido por las diferentes regiones de nuestro país. Tendría que haber un reconocimiento legítimo de que estas marchas no responden sino a la crisis política que estamos viviendo, no responden sino a la actuación de los poderes del Estado que se han ido deslegitimando y desacreditando por sus propios actos. Hoy la población reafirma su posición política ante una clase política que no tiene la capacidad de responder a esta situación y tampoco tienen la catadura moral para continuar. Es insostenible mantener a un país con el daño emocional generado al pueblo peruano.

—Usted es natural de Ayacucho, nacida en la década de los 80, así que el fenómeno de Sendero Luminoso no le es ajeno, ¿qué piensa sobre la asociación que se realiza, desde algunos sectores de derecha, de remanentes de SL con las protestas contra Dina Boluarte?

—Es una ofensa a la dignidad que tenemos los pueblos que hemos venido luchando por la justicia de hechos horrorosos que fueron cometidos por este grupo subversivo, pero que también fueron cometidos por malos agentes de las fuerzas del orden y hay que decirlo con claridad. Para regiones como Ayacucho, Apurímac, Huancavelica, Cusco y Puno; regiones que hemos tenido un alto porcentaje del conflicto armado, no puede ser posible que seamos hoy los acusados por terrorismo, 'terruqueados' abiertamente y de forma irresponsable por algo que para nosotros ha sido muy doloroso y que trajo consigo miles de muertos y desaparecidos. No solo es una ofensa, es una forma de negación de nuestra existencia y de exclusión de nuestros derechos políticos.

—Por otro lado, el adelanto de elecciones sigue entrampado en el Parlamento. Parece haberse perdido el sentido de urgencia, ¿cree que este Congreso es peor al que usted conoció allá por el 2016?

—Lo que tenemos es una crisis de representación política que no hemos logrado resolver en los últimos 30 o 20 años y pareciese que, tras cada proceso electoral, el perfil de cada representante cada vez es menos creíble, menos calificado, menos comprometido con la gente, más lejanos a la realidad. La crisis de representación política nos lleva a pensar cómo cambiamos eso y desde la ciudadanía a cuestionarnos por qué seguimos votando por los mismos.

—Uno de los motivos que impide llegar a los 87 votos es el pedido de una las bancadas de izquierda para convocar a referéndum para la asamblea constituyente, una bandera compartida por gran parte de la izquierda. ¿Cree que es momento para insistir con esta agenda?

—Lo que yo veo es que ni la derecha ni la izquierda ni centro quieren ceder, no se quiere llegar a un acuerdo equilibrado y que sea solución a la crisis. Ninguno quiere ceder. La derecha dice que no aprobará ningún proyecto sin reformas; incluso, dicen que si ponen lo de la asamblea constituyente, no votan. Y tenemos al frente a los de izquierda que dicen que, si no se pone la asamblea constituyente, no votan. Algunos del centro dicen que, si se van todos, que se vayan también los gobiernos locales. Me parece que se están creando excusas para quedarse en sus puestos. La verdad es que no quieren irse.

Con eso no quiero decir que la propuesta de la asamblea constituyente no sea legítima, yo estoy a favor de que se haga la consulta, es lo que amerita y que merecemos como país. Lo único que la gente va a hacer es responder si está de acuerdo o no, ni siquiera se está instalando los mecanismos. Es una consulta.

—Según la última encuesta del IEP, el 69% de la población está a favor de la asamblea constituyente, ¿cree que este sentir influirá en las próximas elecciones?

—Yo creo que es significado de que casi el 70% de la población esté a favor de esta demanda legítima, estos sondeos que se realizan a nivel nacional hay que tomarlos en cuenta. Esta demanda por la nueva constitución ha ido creciendo de a pocos. Al principio solo se daba en el interior de los partidos políticos, ahora se da de manera pública. También la gente tiene su conciencia ciudadana.

—Parece que desde el Congreso se quiere convocar a una elección complementaria, lo que permitiría que actuales parlamentarios puedan postular, como ocurrió con algunos en el 2020, ¿es responsable abrir esta posibilidad conociendo el malestar de la población hacia el Legislativo?

— Es antiético que alguien que ha sido deslegitimado, desconocido y rechazado en su gestión vuelva a postular. La ética política nos dice que hay cosas que tienen límites. Otra cosa, las reformas que querían las bancadas de derecha iban en razón a ello. Ellos iban a retirar la no reelección para decir que los congresistas puedan volver a asumir esos cargos.

—Usted en su momento marcó distancia de Verónika Mendoza, ¿cree que la veremos en las próximas elecciones? ¿Qué tendría que cambiar para que pueda encaminar mejor una candidatura en comparación con elecciones pasadas en las que no pudo pasar a segunda vuelta?

—Junto con Marisa Glave e Indira Huilca renunciamos a Nuevo Perú en contexto difícil, en el que se pretendía hacer una alianza con Perú Libre. No estábamos de acuerdo con ello. El tiempo nos ha dado la razón, yo respeto mucho al Nuevo Perú, creo que ahí hay liderazgos muy buenos, comprometidos con lo que quiere el país, con formación y trayectoria. Yo no podría hablar de la candidatura de Verónika Mendoza, dentro de Nuevo Perú se tendrá que discutir. De cara a un adelanto de elecciones, necesitaremos liderazgos positivos.

Finalmente, sobre Antauro Humala, se le suele asociar a la izquierda, otros dicen que no es de izquierda, ¿dónde lo ubica usted?

—En Perú, como en otras partes, no existe una sola izquierda y es algo que hay que decirlo con claridad. Pareciese que las izquierdas son todos los que dicen ser de izquierda, se les mete a todos en un solo saco y no es así. Tenemos desde una izquierda democrática, progresista y abierta; y al otro extremo, a personas que se dicen de izquierda, pero con posturas muy radicales, muy conservadores y que tiene más bien un punto de convergencia con esa derecha extrema que es lo más peligroso que puede tener el país porque ahí se juegan nuestros derechos que tanto nos costaron obtener. Yo no sé dónde se ubica el Sr. Antauro Humala, supongo que en el extremo radical; sin embargo, creo que la voz que él emite ante el pueblo son cosas con las que yo no comparto. Yo no lo conozco a Antauro, pero me parece que tiene discursos de odio y anti derechos humanos.