En marcha la conspiración contra el equipo Lava Jato de la fiscalía.,Las alarmas han saltado respecto a la posibilidad de que el fiscal de la Nación, Pedro Gonzalo Chávarry, se encuentra a la cabeza de un operativo para destruir el equipo de fiscales que investiga el caso Lava Jato aprovechando las fiestas navideñas, apartando del caso particularmente a los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez. No sería la primera vez que Chávarry actuase de ese modo. Retiró a la fiscal del Callao, Jackeline Pérez Castañeda, quien denunció a ‘Los Cuellos Blancos del Callao’, luego de que esta solicitara que se deje sin efecto la designación de dos fiscales provinciales involucrados en los CNM audios. A ello se suma una larga lista de acciones de manifiesto entorpecimiento de las investigaciones del crimen organizado y de hostilidad de los fiscales de la institución que dirige. Chávarry ha ido preparando minuciosamente el camino de la separación de los magistrados Vela y Pérez. El 31 de octubre hizo una declaración increíble para un fiscal de la Nación. Acusó a Pérez de tener “un interés político coordinado con el gobierno”. Agregó que “su interés es tapar la investigación del caso Chinchero, donde los peruanos perdimos millones de soles y hasta hoy no hay responsables”. “¿Quién tiene el expediente y no permite que avance el caso? El fiscal Pérez”, sentenció. Días después, el 7 de noviembre, en una entrevista dijo que él puede remover “en cualquier momento” a Pérez del caso “Los cocteles”. “Puedo removerlo en cualquier momento si yo compruebo que no está cumpliendo con su función, porque el trabajo del fiscal debe ser serio, transparente y no debe estar direccionado”, advirtió. El fiscal Vela, coordinador de los fiscales Lava Jato, ha mencionado la existencia de un “plan articulado” contra el equipo que dirige, que ha llegado al extremo de que Chávarry pida a su homólogo de Brasil que aclare el respaldo de la Fuerza de Tarea de Lava Jato de ese país a los fiscales peruanos. La campaña de acoso contra el fiscal JD Pérez es tan abierta y pugnaz que el Instituto de Defensa Legal (IDL) ha pedido en su favor una medida cautelar a la Comisión Interamericana de DDHH. La defensa del equipo Lava Jato y sus fiscales individualmente es urgente no solo porque en el discurso y en la práctica el fiscal de la Nación, en campaña, ya es un aliado de los investigados en los casos en curso. También porque su apartamiento retrasaría las indagaciones, un caro anhelo de los investigados en su propósito de obstrucción de la actividad procesal y la dilación de los plazos. El mensaje que enviaría el retiro de los fiscales Vela y Pérez de estos casos a los otros fiscales y a los jueces del Perú sería contundente, que nadie debe intentar investigar al poder político y que la justicia es esquiva cuando se trata de ellos. La impunidad acecha, un grupo de funcionarios de la fiscalía, encabezados por su máxima autoridad –inédita experiencia–, está conspirando contra la justicia. No debe permitirse un final indignante.