"Martín Vizcarra. Cada vez mejor sintonizado con los movimientos de una presidencia. Navega con cielos despejados, al encuentro con el referendo y su secuela".,Pedro Chávarry. El malo de la película, y parece contento de serlo. Convencido de que le queda oxígeno para sacarle las papas del horno a más de un grupo político. Ellos lo ayudan en el Congreso, él los ayuda en la fiscalía. Una historia que no puede tener buen final, pero sí crear algunos problemas para la anticorrupción en marcha. Keiko Fujimori. Las propuestas de diálogo con el gobierno no funcionaron. La reacción en Fuerza Popular a su encarcelamiento está perdiendo intensidad, quizás por las tareas del día a día en el Congreso. Ella podría salir antes de los 36 meses preventivos, pero la cosa no es para mañana, y aun así, el juicio seguirá. Jorge Muñoz. Decidido a revivir la socorrida metáfora médica en el discurso económico. Sucede que Luis Castañeda le ha dejado, entre otros problemas, una caja municipal moribunda. Va a necesitar un medidor de presión. A mes y medio de jurar el cargo el nuevo alcalde ha logrado frenar una súbita alza de pasajes en el Metropolitano. Yamila Osorio. Dejará la gobernación de Arequipa como la mujer política más prestigiosa del país. Logró no ser chamuscada por el impase minero de Tía María, en lo que su sucesor asumirá la línea dura. Hay versiones sobre que la tienta la política nacional. Daniel Salaverry. Encuentros con Vizcarra. Sigue de licencia. Dedicado a explorar, y en cierto modo encarnar, las posibilidades de una paz política, que todavía no llega. Pero si las decenas de simpatizantes en la bancada FP que se le atribuye no hacen algo interesante pronto, ese proyecto se va a humedecer, o sufrir la venganza de la mototaxi. Junior Tarazona. ¿Por qué fue asesinado en el baño turco? ¿Una simple venganza o un silenciamiento urgente al haber delatado al narco Gerald Oropeza? Involuntariamente puso en marcha la saga de los cuellos blancos. Un crimen que sirve para recordar el enlace entre crimen puro y duro y corrupción judicial. Martín Vizcarra. Cada vez mejor sintonizado con los movimientos de una presidencia. Navega con cielos despejados, al encuentro con el referendo y su secuela, y también de los nuevos gobernadores regionales. Si los congresistas se siguen apartando de PPK, el presidente podría terminar con una pequeña bancada propia.