Con el remake de la película ‘vacancia versus disolución’.,No se necesita perspicacia para advertir que el país va rumbo de colisión entre una oposición de Keiko Fujimori que no tolera ‘desobediencia’ del presidente Martín Vizcarra, y un gobierno que, habiendo visto esa película hace poco con Pedro Pablo Kuczynski, va a dar batalla antes de sufrir lo mismo. Según Datum, el 70% cree que el fujimorismo quiere vacar a Vizcarra. Por un lado, es claro que FP ha desatado una persecución al presidente Vizcarra que parece cacería. Atrás quedaron las adulaciones cuando recién asumió la presidencia, en la que, incluso, descartaron su responsabilidad en el caso Chinchero. Y lo hizo nada menos que la propia Keiko Fujimori, tal como lo recordó el semanario Hildebrandt en sus trece citando una entrevista que concedió al diario Trome el 11 de marzo, diez días antes de la salida de PPK: “Ahora es importante señalar que la investigación que el señor Vizcarra tenía, con referencia al proyecto Chinchero, ha sido archivada”. Pero ahora FP ha lanzado un ataque contra Vizcarra por ese motivo y otros que van escarbando, y donde la única nueva evidencia es que Keiko Fujimori le ha puesto la puntería al presidente pues no admite negociación política sino solo subordinación. Con ese fin, ha soltado a sus mastines políticos, en donde destaca Luis Galarreta, quien ha demostrado habilidad en el dudoso arte de lanzar basura, haciendo evidente que este partido está dispuesto a llegar hasta la vacancia de Vizcarra que empaquetarían con la salida de Mercedes Aráoz, su reemplazo por Daniel Salaverry y la convocatoria a nuevas elecciones. El último argumento es antiguo: que a Fujimori le robaron la elección 2016 gracias a gente como Cavassa. Tienen poco más de 70 votos con los que eligieron a Salaverry como presidente del congreso, pero buscarían llegar a los 87 que requiere la vacancia embarrando a Vizcarra con la complicidad de un fiscal como Pedro Chávarry al servicio de Keiko Fujimori y Alan García para limpiarlos, así como para perseguir a quien ellos quieran. Como a Vizcarra. ¿Cómo llegará a 87? Ya Víctor Andrés García Belaunde repite el argumento de Cavassa, y una izquierda oportunista podría sumarse al golpe. En el otro lado, el del gobierno, ya es evidente que no habrá ni un paso atrás en el referéndum de reforma político-judicial al que se opone el fujialanismo, así como que, por lo dicho por el premier y el ministro de justicia, la posibilidad de la cuestión de confianza al congreso es creciente. En rumbo de colisión va el Perú.