¿Sabía, antes de los audios, quién era el juez Hinostroza? ,Una consecuencia de la revelación de los audios de la corrupción en la justicia y la política, que no será la más importante pero que no por ello deja de ser interesante, es que ha evidenciado la debilidad de las encuestas del poder en el Perú porque no alcanzan a identificar cómo se mueven, en verdad, las cosas. Hay dos encuestas del poder en el Perú. Una es de Datum, cuya séptima edición se divulgó la semana pasada. Esta encuesta pregunta a la opinión pública quiénes cree la gente que son las personas con más poder. Según Datum, Keiko Fujimori encabeza la tabla con 36%, seguida del presidente Martín Vizcarra (23%), Alan García (14%) y Alberto Fujimori (4%). El año pasado, la gente creía que el peruano más poderoso era el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski (40%). Es una encuesta que tiene las limitaciones derivadas de que el ‘ciudadano de a pie’ no tiene un correcto conocimiento de los vericuetos del poder, el cual se suele ejercer tras bambalinas y en la oscuridad. Pero la utilidad radica en que si la gente cree que alguien tiene poder, aunque no necesariamente lo tenga, pues algún poder le chorrea. Para superar esa limitación se creó la encuesta del poder de la revista Debate, hace 38 años. Este columnista trabajaba entonces en esa publicación del grupo Apoyo y, adaptándola de la revista US New & World Report, a iniciativa de Felipe Ortiz de Zevallos y con la colaboración de José Rodríguez Elizondo, la lanzamos en 1980. Hoy la encuesta aparece en Semana Económica y la hace Ipsos. El fundamento de la encuesta es un cuestionario enviado a una muestra de personas donde no está el ‘ciudadano de a pie’ sino una élite metida en el poder, que con frecuencia tiene algún poder, para que ayude a identificar quién tiene, realmente, poder. A esos encuestados se les planteó esta definición de poder: la capacidad de ejercer influencia sobre el curso de los eventos en el país. El objetivo es identificar quiénes, en verdad, cortan el jamón. Eso ayudó en los noventa, por ejemplo, a identificar que Vladimiro Montesinos tenía tanto poder como el presidente Fujimori. Pero eso era fácil. En los últimos años, sin embargo, eso ya no fue tan sencillo. Si la encuesta del poder hubiera sido realmente efectiva, habría identificado a César Hinostroza y Walter Ríos como jueces que manejaban la justicia a la necesidad de su bolsillo. Pero eso no se pudo lograr. ¿La próxima encuesta chapará a los reemplazantes de este par de sinvergüenzas y a sus cómplices en la mafia judicial?