¿Cuándo llegará el día que veamos a un cabecilla terrorista, a un general, a un expresidente, a un exdictador, estar a la altura de la reconciliación que merecemos?,Siempre que ocurre algo le escribo a un amigo. Es como hablar con un sacerdote de la iglesia laica de los derechos humanos, alguien muy espiritual. Es ese tipo de gente que ha escuchado más de lo que ha hablado. Y de los que les han jodido tanto la vida que tienen la sabiduría de no joder más. Y Diosa sabe cuánto necesitamos dejar de jodernos. Mi amigo consigue que yo siempre piense en las otras víctimas, en las del otro bando –y eso que él es hijo del otro bando pero en realidad no es de ningún bando, como yo–. Consigue que piense en los policías traumatizados, en los militares mutilados, en los niños soldados –con lo que me cuesta pensar bien de la gente con uniforme–, que piense en los civiles sin más, en los olvidados, en los lucanamarquinos y en los miraflorinos, de manera distinta pero igual. Cuando se clama por cadena perpetua y pena de muerte, cuando sigue en pie un indulto fraudulento que hiere la memoria de las víctimas del Estado; cuando cada vez que sale alguien de la cárcel hay bochinche y revive el miedo, y se hiere la memoria de miles que sufrieron a Sendero, memoria y reconciliación parecen solo palabras manoseadas y huecas. Por eso busco a mi amigo, que me dice algo que no había pensado antes: el problema es que no se ha previsto nada para la gente que ejerció violencia, solo cárcel, estigma y excarcelación para los miembros de los grupos subversivos; o silencio, impunidad e indulto, para los miembros de las FFAA. No hay espacios para los procesos de reintegración a la vida democrática, aunque nuestra democracia deje mucho que desear. Ni siquiera para que trabajen o se vinculen con personas a las que hicieron daño, para hacerse responsables ante ellos, para iniciar un diálogo. Por eso sus presencias siguen lastimando, provocando rechazo y miedo. ¿Cuándo llegará el día que veamos a un cabecilla terrorista, a un general, a un expresidente, a un exdictador, estar a la altura de la reconciliación que merecemos? Por ahora solo nos ofenden.