Por: Augusto Álvarez Rodrich
El intercambio tuitero entre dos respetables exparlamentarios pone en la agenda la difícil situación y perspectiva de la izquierda tras su complicidad con el gobierno inepto, corrupto y golpista de Pedro Castillo, lo cual le está generando una crisis de identidad.
Alberto Adrianzén preguntó “quién le dice a algunos medios que Richard Arce fue un congresista de izquierda y que ahora es una suerte de ‘actor’ que simula ser de izquierda para agradar a la derecha”, recibiendo esta respuesta a su trino:
“¿Tú también, Beto Adrianzén? No te me caigas, un hombre tan lúcido que, por cierto, siempre te he seguido y guardo admiración por ti. Deja eso de que la izquierda es una especie de patrimonio, como dicen camaradas frustrados. Tú eres mejor que esos trols, ¿no?”.
El posicionamiento actual de la izquierda local es confuso: ¿qué es ser izquierdista hoy?; ¿hay distintas formas de serlo, como en el centro y la derecha; en medio del descalabro de los partidos?; ¿quién emite hoy las ‘certificaciones’ para ser catalogado de izquierda?; ¿el pedigrí de haber pertenecido antes a la izquierda sirve para serlo ahora?; ¿tender puentes con otros sectores políticos o hasta conversar con la presidenta Dina Boluarte implica la excomunión zurda, como recriminan a Arce?
¿Es de izquierda el embustero Castillo? ¿El condenado Vladimir Cerrón? ¿La acomodaticia Verónika Mendoza y todas sus verolovers? ¿El zamarro de Aníbal Torres que inventa una entrevista para limpiar su complicidad en el golpe? ¿Y Salatiel Marrufo, Beder Camacho y Bruno Pacheco? ¿Y si ninguno de estos poseros es hoy de izquierda?
Ninguno de los cuales, como recuerda Víctor Hurtado, salen a marchar en las protestas que alientan, a diferencia de los izquierdistas de antaño.
El problema de fondo, como concluye Luis Pásara en La ‘nueva izquierda’ peruana en su década perdida, de la ilusión a la agonía, es que el rumbo errático y la falta de propuesta llevó a la desorientación de la izquierda peruana tras su derrota de 1990 a apoyar a Fujimori, Toledo, Humala y Castillo.
Mientras la izquierda criolla está en escombros, con varios que dicen que el 7 de diciembre no hubo un golpe, pontificar sobre el pedigrí y quién es un izquierdista pura sangre, a partir de con quién conversa, parece extravagante.
Economista de la U. del Pacífico –profesor desde 1986– y Máster de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy, Harvard. En el oficio de periodista desde hace más de cuatro décadas, con varios despidos en la mochila tras dirigir y conducir programas en diarios, tv y radio. Dirige RTV, preside Ipys, le gusta el teatro, ante todo, hincha de Alianza Lima.