¿Colombia bajo crisis por "amenaza" de golpe de Estado? Petro demanda rápida elección de nuevo fiscal
La periodista colombiana Laura Peralta nos explica el trasfondo tras el llamado a protesta por parte de Gustavo Petro a sus simpatizantes y por qué hace referencia a un supuesto boicot a su mandato.
Colombia experimentó una jornada de movilizaciones en apoyo al presidente Gustavo Petro el último jueves 8 de febrero. El mandatario llamó a sus simpatizantes a manifestarse en contra de la demora en la elección de la nueva fiscal e hizo referencia a una “amenaza” de golpe de Estado por parte de la oposición.
Ante esta situación, La República conversó con Laura Peralta, una periodista colombiana con experiencia en medios como El País, que actualmente se desempeña en el área de política de El Espectador y ha estado siguiendo de cerca la creciente crisis que atraviesa Colombia con las manifestaciones.
La oposición afirma que esta prisa obedecería a cubrir investigaciones en su contra, como la financiación de su campaña presidencial, algo que su hijo ha admitido recientemente aceptando ingresos irregulares. Y aunque no se ha confirmado si Petro estaba al tanto, su interés en presionar a la Corte Suprema con sus seguidores no ayuda a disipar las sospechas de tener intereses ocultos.
¿Cómo se perciben todos estos acontecimientos desde Colombia? Laura nos lo aclara indicando que el país está dividido y que la opinión está polarizada: muchos consideran a Petro un "dictador", mientras que otros creen que la derecha no quiere dejarlo gobernar, siendo esta última la que la Organización de los Estados Americanos (OEA) respalda.
"Colombia es de matices. Una cosa es lo que dice el presidente, otra cosa es lo que dice la oposición. Hay que leerlos detenidamente para no creerlo tan fácilmente", comienza Laura.
—Gustavo Petro denuncia un presunto "golpe de Estado" orquestado por el fiscal general saliente, Francisco Barbosa, y convoca a sus seguidores a movilizarse. ¿Cuál es la motivación detrás de este llamado?
—Gustavo Petro considera que la calle y la movilización social son sus grandes aliados, así como la forma en que transmite sus mensajes. No es la primera vez que Colombia experimenta protestas durante su mandato. Varias de estas se han realizado para impulsar reformas sociales como las relacionadas con la salud, el trabajo y las pensiones, que aún están siendo discutidas en el Congreso. Petro utiliza la calle para demostrar el apoyo de sus simpatizantes y ejercer cierta presión sobre las corporaciones o instituciones.
"Resolver la desigualdad y cumplir el Acuerdo de Paz es una prioridad del Gobierno del Cambio", declaró Gustavo Petro al Consejo de Seguridad ONU, en medio de las manifestaciones en Colombia.
En esta ocasión, Gustavo Petro ha afirmado que algunos funcionarios están siendo suspendidos, que está siendo perseguido, que se le está impidiendo gobernar o que no ha podido cumplir algunas de sus propuestas debido a presuntas persecuciones. Aunque él afirma que estas movilizaciones no tienen la intención de influir en la elección del nuevo fiscal, sino que las organizaciones sociales y los sindicatos tienen todo el derecho de manifestarse cuando lo consideren necesario.
No obstante, se puede interpretar que, de alguna manera, sí se está generando cierta presión para que la corte elija a una de las tres mujeres que Petro ha presentado como candidatas a ser la nueva fiscal de la Nación.
"La democracia en vilo": indicó la Corte Suprema mediante un comunicado en donde rechaza los temerarios bloqueos a su sede en Bogotá, tras no elegir a una nueva fiscal de la nación. Ángela María Buitrago, Amelia Pérez Parra y Amparo Cerón Ojeda, son las candidatas que no alcanzaron el mínimo de 16 votos. Foto: X de CSJ
Además, otro de los motivos para convocar a la movilización sería la suspensión por parte de la Procuraduría al canciller Álvaro Leiva, debido a una licitación para la elaboración de pasaportes que carece de suficientes argumentos para justificar un contrato.
—Las acusaciones del fiscal y los llamamientos de la oposición a destituir al presidente, incluso tildándolo de dictador (según la senadora María Fernanda Cabal), podrían ser interpretados como intentos de desestabilizar el Gobierno. ¿Se percibe esto en la ciudadanía como un golpe de Estado, o solo por sus seguidores?
—En mi opinión, Colombia posee una democracia más estable en comparación con otros países. Por lo tanto, no percibo que la gente vea eso como un intento de destituir al presidente de su cargo. Los discursos de la oposición son muy marcados y han estado presentes desde que Gustavo Petro era candidato.
Siempre se le ha inculcado este temor a los mismos electores durante sus dos campañas con el objetivo de restarle votos. Quizás este fenómeno se intensifique en las elecciones presidenciales de 2026, pero el pensamiento de que Petro es un dictador y de que esto es un intento por desestabilizar su mandato siempre se enfrentan, tal como él acusaba cuando era alcalde de Bogotá.
La OEA respalda a Petro y rechaza los "intentos de distintos actores políticos" de socavar el "proceso democrático en Colombia".(Foto: Latina Network
—¿Las acusaciones de la Fiscalía contra Gustavo Petro por presunta financiación de su campaña con fondos provenientes del narcotráfico son el principal motivo por el que el presidente busca un nuevo fiscal afín a sus intereses?
—La elección de la nueva fiscal se debe a que Francisco Barbosa ha concluido su mandato y la Corte Suprema debe elegir a su sucesora. Aunque aún no se ha determinado quién será, ya que ninguna candidata ha obtenido los votos necesarios. Esta demora no es algo exclusivo de este mandato. En años anteriores, esta decisión ha requerido hasta más de tres rondas de votación.
Nicolás Petro ha declarado y afirmado que hubo ingreso irregular de dinero a la campaña de su padre, pero aún persisten dudas sobre si el presidente estaba al tanto o no.
“El interrogatorio es ilegal”: es lo que dijo últimamente Nicolás Petro sobre la declaración de cuatro horas que hizo en el Congreso sobre la presunta financiación irregular de la campaña presidencial de su padre. Foto: difusión
—¿Qué evidencia aporta la presión ejercida por Gustavo Petro sobre la Corte Suprema y sus magistrados? ¿Busca obtener algún beneficio con el nombramiento apresurado de un nuevo fiscal afín a sus intereses, como podría ser la liberación de su hijo o el ocultamiento de otros asuntos?
—Claramente, estas movilizaciones generan presión sobre la Corte Suprema. Incluso los magistrados aseguraron no tener garantías para la elección de la nueva fiscal, por lo que se pospuso. No se sabe cuánto tiempo pueda tardar, pero sí se siente el roce con el mandatario. Y, si bien no se puede afirmar que la elección de la nueva fiscal tenga como objetivo obstaculizar o pausar procesos, sí resalta que el Presidente haya emitido fuertes declaraciones en el pasado en contra de la Fiscalía, acusándola de corrupción y de trabajar a favor de la mafia.
Además, por el apuro que se visualiza en elegir a alguien nuevo al mando de la institución que continuará con el proceso de su hijo, sí evidencia un 'interés', en ese sentido, por parte de Nicolás Petro.
—¿Existe un sector de la ciudadanía que teme una amenaza a la Constitución Política por parte del presidente Petro?
—Colombia se encuentra dividida. Existen discursos muy radicales en torno a la figura del presidente Gustavo Petro. Es probable que haya colombianos que teman que pueda producirse un atentado contra la Constitución Política y la democracia, pero personalmente no comparto esa opinión. No creo que Petro tenga esa intención ni que el Congreso u otras entidades lo permitan.
Más de 8.000 personas en Bogotá participaron en protestas convocadas por Petro, con el objetivo de exigir a la Corte la elección de la Fiscal General. Foto: RCN
—Finalmente, la elección del nuevo fiscal ha sido pospuesta tras el intento de toma de la Corte Suprema de Justicia y tras la evacuación de los magistrados, ¿qué podría pasar ahora en estos días?
Las movilizaciones en Colombia van a continuar, incluso por parte de la oposición, que ya ha planeado manifestaciones para cuando el Congreso vuelva a sesionar. Esto se hará con el objetivo de mostrar la fuerza de la que disponen de cara a las elecciones presidenciales de 2026. Y, aunque parezca que falta mucho tiempo, ya se percibe una especie de precampaña, premeditada y apresurada.