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ONU pide establecer normas internacionales para garantizar que el uso de IA sea "seguro y fiable"

La resolución enfatiza la importancia de establecer normativas que aseguren los sistemas de inteligencia artificial para las personas que lo utilicen.

Doreen Bogdan-Martin, secretaria general de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), ha solicitado mayor transparencia en el ámbito de la inteligencia artificial. Foto: ONU/Freepick/Ref. Video: SaneVox Español.
Doreen Bogdan-Martin, secretaria general de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), ha solicitado mayor transparencia en el ámbito de la inteligencia artificial. Foto: ONU/Freepick/Ref. Video: SaneVox Español.

En el contexto del creciente impacto de la inteligencia artificial, un fenómeno que genera tanto optimismo como inquietud, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas ha solicitado la formulación de "normativas" internacionales. Esta iniciativa se concretó a través de la primera resolución relacionada con este tema delicado.

La propuesta, liderada por Estados Unidos y con el respaldo de numerosas naciones, fue aprobada por consenso después de extensas deliberaciones que se extendieron por varios meses.

La finalidad de esta iniciativa es "fomentar, más que impedir, la transformación digital y el acceso equitativo a los beneficios de estos sistemas". Esto, con el objetivo de contribuir al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, diseñados para asegurar un futuro más prometedor para la humanidad hacia el año 2030.

"Llegamos a un momento crucial. La inteligencia artificial presenta desafíos existenciales de alcance universal", manifestó Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Estados Unidos ante la ONU y una de las principales impulsoras de la resolución.

Amenazas y oportunidades con la inteligencia artificial

El documento destaca las amenazas que representan aquellas tecnologías diseñadas o empleadas "con propósitos inadecuados o con el objetivo de infligir daño".

La irrupción de ChatGPT, desarrollado por la compañía OpenAI con sede en California a finales de 2022, que tiene la capacidad de elaborar ensayos, poemas o realizar traducciones en cuestión de segundos, introduce una nueva perspectiva en los esfuerzos por regular la inteligencia artificial.

Este sistema ha demostrado el vasto potencial de la IA, al tiempo que ha revelado sus posibles peligros para la democracia, especialmente en un año en el que la mitad del planeta estará en procesos electorales para elegir a sus dirigentes. Además, la propagación de imágenes o videos falsificados que pueden manipular la opinión pública y destruir la reputación de las personas, subraya la necesidad de una regulación cuidadosa.

La ONU insta a los países y empresas a progresar en la regulación de la inteligencia artificial. Foto: Freepick

La ONU insta a los países y empresas a progresar en la regulación de la inteligencia artificial. Foto: Freepick

Por lo tanto, el documento destaca la necesidad de implementar "salvaguardias" para prevenir que la inteligencia artificial comprometa los derechos humanos, intensifique prejuicios y discriminación, y amenace la seguridad de los datos personales.

En este marco, insta a todos los Estados miembros y partes interesadas a "abstenerse de o cesar el uso de sistemas de inteligencia artificial que no se puedan emplear respetando los derechos humanos o que supongan riesgos excesivos para el ejercicio de los mismos".

Habían advertido sesgo desde la ONU sobre IA

El secretario general de la ONU, António Guterres, quien ha situado la regulación de la inteligencia artificial entre sus prioridades, ha solicitado la creación de un organismo dentro de la ONU, inspirado en el modelo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Guterres, quien frecuentemente señala las amenazas que representan la desinformación y los prejuicios, recientemente advirtió sobre los "sesgos" inherentes en tecnologías desarrolladas predominantemente por hombres, las cuales "ignoran" las necesidades y derechos de las mujeres.

Subrayó que "los algoritmos dominados por hombres podrían efectivamente codificar la desigualdad en sectores tan diversos como la planificación urbana, las calificaciones crediticias o las imágenes médicas, perpetuándola durante años".