Los países de Sudamérica que reclaman la soberanía de la Antártida
El Tratado Antártico prohíbe la extracción de petróleo, minerales o actividades extractivas similares en el continente; sin embargo, es posible realizar inspecciones científicas.
La Antártida es hasta la fecha el único continente del planeta Tierra que no tiene población humana. En este sector están prohibidas las intervenciones militares debido a que se trata de una reserva natural “dedicada a la paz y la ciencia”.
¿Cuáles son los países de Sudamérica que reclaman la Antártida?
Los países que reclaman la soberanía de Antártida son Argentina, Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva Zelanda y Reino Unido. Estos son las siete naciones que exigen territorios en este continente.
Aparte de los países que buscan su propia soberanía, otros 35 países tienen bases estables en la Antártida, incluyendo Alemania, Brasil, China, Estados Unidos, India y Rusia. A pesar del interés, el polo sur no pertenece a nadie.
¿Cuál fue el primer país en reclamar la soberanía de la Antártida?
En 1904, Argentina fue la primera nación en exigir soberanía y establecer una base permanente. En realidad, la estación científica antártica más antigua en funcionamiento es la Base Orcadas (isla Laurie). Después, en 1911, Roald Admunsen, un explorador noruego, fue el primero en llegar directamente al Polo Sur.
En 1940, Chile se unió a las demandas de soberanía argumentando que era una extensión natural de su territorio hacia el sur. De esta manera, varios países se unieron en estas solicitudes territoriales y finalmente se alcanzó el Tratado Antártico, que fue ratificado en Washington el 1 de diciembre de 1959.
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¿Qué dice el tratado Antártico?
“La Antártida se utilizará exclusivamente para fines pacíficos. Se prohíbe, entre otras, toda medida de carácter militar, tal como el establecimiento de bases y fortificaciones militares, la realización de maniobras militares, así como los ensayos de toda clase de armas”, estipula el primer artículo del tratado.
El Tratado Antártico prohíbe la extracción de petróleo, minerales, o actividades extractivas similares en el continente; sin embargo, es posible realizar inspecciones científicas.
El acuerdo tiene como objetivo facilitar "el intercambio de información sobre los proyectos de programas científicos en la Antártida, con el fin de permitir el máximo de economía y eficiencia en las operaciones; el intercambio de personal científico entre las expediciones y estaciones en la Antártida; y el intercambio de observaciones y resultados científicos".
En 1991, se aprobó el Protocolo de Madrid para salvaguardar el medio antártico y sus ecosistemas relacionados y dependientes. Según el Protocolo, la Antártida es una "reserva natural dedicada a la paz y la ciencia".