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Francia vetó el lenguaje inclusivo en la educación escolar

El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, indicó que la adopción de este lenguaje es un “obstáculo” en la enseñanza de infantes.

El ministro de Educación de Francia considera que el lenguaje inclusivo podría “afectar a la lectura en voz alta y a la pronunciación” de los infantes. Foto: EFE/referencial
El ministro de Educación de Francia considera que el lenguaje inclusivo podría “afectar a la lectura en voz alta y a la pronunciación” de los infantes. Foto: EFE/referencial

Medios de Francia han reseñado que el Gobierno de ese país europeo ha considerado que el lenguaje inclusivo, el cual busca reinvindicar la visibilización de mujeres y diversidades en una sociedad históricamente androcéntrica, constituye un “obstáculo para la lectura y la comprensión de la escritura”.

Para el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, la adopción de ese modo lingüístico modifica el respeto de las reglas de concordancia “habitualmente esperadas en el marco de los programas de enseñanza”.

Asimismo, la autoridad francesa precisó que podría “afectar a la lectura en voz alta y a la pronunciación”, al no ser posible una transcripción oral de ese tipo de grafías.

A su juicio, los niños con problemas de aprendizaje pueden verse perjudicados ante lo que podría sugerir el adjetivo inclusivo, reseñó el boletín publicado durante el último miércoles.

El aprendizaje y el dominio del francés “contribuyen a luchar contra los estereotipos y garantizan la igualdad de oportunidades de todos los alumnos”, sostiene el ministro.

No obstante, abogó por la promoción y el uso de la feminización de ciertos términos, especialmente los cargos, “dentro del respeto de las reglas gramaticales”.

El lenguaje inclusivo había sido defendido en Francia en círculos feministas para quienes el lenguaje masculino no es neutro e implica una invisibilización de las mujeres y personas de género no binario.

Por su parte, la Academia francesa de la Lengua se posicionó claramente en contra en octubre de 2017 al considerarlo una aberración.

En noviembre de ese mismo año, el entonces primer ministro, Édouard Philippe, ordenó prohibirlo en los textos y actas oficiales, reseñó EFE.

Aunque en los documentos administrativos ya se están aplicando las “reglas de feminización”, el ministro Blanquer pidió que se respeten las normas gramaticales y sintácticas en vigor en el marco educativo.

“En un momento en que la lucha contra las discriminaciones sexistas implica combates contra la violencia conyugal, la disparidad salarial o el acoso, la escritura inclusiva, aunque parece participar de ese movimiento, no solo es contraproducente para esa causa sino perjudicial para la práctica y la inteligibilidad de la lengua”, señaló la academia francesa.