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Una perra recorrió más de 10 000 kilómetros para reunirse con su dueña en plena pandemia

Sam rescató a Estelle en Argentina y la ayudó a subir de peso. Aunque la pandemia frustró sus planes de llevársela a los Estados Unidos, ella no se rindió.

Sam, una joven de Estados Unidos, estaba en Córdoba (Argentina) colaborando con una veterinaria y un refugio de animales como voluntaria de la organización Proyect Abroad. Allí conoció a Estelle, la perra con quien forjaría un vínculo inquebrantable.

“Ella estaba muy flaca, frágil y no podía responder a las mordeduras. De inmediato la moví a otra perrera para que pudiera descansar tranquila”, comentó Sam al diario Clarín. La joven quería llevarse a casa a Estelle, quien se encariñó con ella, y por ello trabajó en mejorar su peso, trasladándola semanas después a la casa donde se hospedaba.

La pandemia del coronavirus frustró sus planes. “No me dieron opción, tenía que volver a casa en los siguientes días”, dijo la joven. Hugo y Ale, las personas que la habían hospedado, se ofrecieron a cuidar de la mascota mientras la mujer buscaba la forma de reunirse con ella.

Estelle fue encontrada débil y delgada por su dueña. Foto: Composición / Clarín.

Estelle fue encontrada débil y delgada por su dueña. Foto: Composición / Clarín.

El retorno se complicaba porque el animal aún no pesaba lo suficiente para viajar. Tras once vuelos fallidos, Sam contrató a la empresa Animal Cargo, cuyos elevados costos la hicieron emplear parte del dinero ahorrado para sus estudios universitarios.

Un vehículo llevó a Estelle a una guardería de Buenos Aires para que aguardase el avión por unas horas. Pero la espera se prolongó por diez días.

Estelle junto a Hugo, quien la cuidó unos días antes de su viaje. Foto: Clarín.

Estelle junto a Hugo, quien la cuidó unos días antes de su viaje. Foto: Clarín.

En ese tiempo, Estelle engordó y mejoró su ánimo. Una aeronave la llevó de Argentina a Miami, previa escala en Colombia donde la perra tuvo un momento de esparcimiento. Ya en los Estados Unidos, un auto la dejó en casa de Sam, tras aproximadamente 10 000 kilómetros y 20 días de travesía.

“Tardé un rato en poder asimilar que todo había terminado, que el sueño se había hecho realidad y que ella por fin había llegado a casa”, manifestó la emocionada dueña al citado medio de Argentina.