Inés Ramírez, la mexicana que se realizó una cesárea a sí misma hace 25 años y sobrevivió de milagro: "No podía soportar el dolor"
En marzo de 2000, una mujer mexicana de 40 años, se realizó una cesárea para salvar a su bebé. Su hijo, Orlando, creció sano y fuerte.
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En marzo del 2000, en la comunidad indígena de Río Tálea, Oaxaca, México, una mujer zapoteca de nombre Inés Ramírez se autopracticó una cesárea para salvar a su bebé. Sin conocimientos médicos ni herramientas especializadas, y en condiciones precarias, Inés decidió arriesgar su vida en sus propias manos, pues el dolor por la falta de ayuda se volvieron insoportables.
La mujer de 40 años, madre de seis hijos, enfrentó su embarazo un parto prolongado y sin asistencia médica cercana, debido a la lejanía de los servicios de salud y la ausencia de su esposo, Luis Cruz. En un acto desesperado, tomó un cuchillo de cocina, bebió alcohol para mitigar el dolor y realizó una incisión en su abdomen para extraer a su bebé. Aunque quedó inconsciente por la pérdida de sangre, logró sobrevivir junto a su hijo, contra todo pronóstico médico.
"Ya no podía soportar el dolor. Si mi bebé tenía que morir, entonces decidí que yo también debía morir. Pero si tenía que crecer, entonces siempre estaría con él y lo habría visto crecer", dijo en una entrevista a Televisa.

La mujer mexicana enfrentó un parto prolongado y sin asistencia médica. | YouTube | Televisa
Inés Ramírez: ¿cómo se realizó la auto cesárea?
La noche del 6 de marzo del 2000, sentada en una silla de madera y tras beber alcohol de 96 grados para mitigar el dolor, Inés pidió a su hijo que le pasara un cuchillo de cocina y se realizó una incisión diagonal de aproximadamente 12 centímetros, suficiente para extraer al bebé ileso, acompañado de una hemorragia abundante. "Me hundí (el cuchillo) en el vientre hasta romper la fuente", relató la humilde mujer.
Después de la cirugía, se envolvió el abdomen con ropa y pidió a su hijo mayor que buscara ayuda. El dolor y la pérdida de sangre la llevaron a un estado inconsciente temporal. Horas más tarde, un vecino del pueblo la suturó con aguja e hilo comunes, sin anestesia ni instrumentos médicos. Posteriormente, fue trasladada a clínicas y hospitales a varias horas de distancia para una intervención quirúrgica más especializada.
"Nunca sentí miedo ni siquiera cuando me abrí el vientre, solo cuando llegué al hospital fue que temí por mi vida", dijo en entrevista a medios. Un año antes de este hecho, Inés había perdido un bebé durante el parto, un episodio que marcó profundamente su vida. “Todo fue por culpa de la partera, no supo cómo sacarlo y se murió. Me dio mucha tristeza perderlo”, confesó, una experiencia que aumentó la urgencia y la desesperación cuando enfrentó su siguiente embarazo.
El caso de la mexicana Inés Ramírez fue conocido mundialmente
El caso de Inés Ramírez trascendió el ámbito local para ser reconocido mundialmente. En 2004, el International Journal of Gynecology & Obstetrics documentó este hecho como único en la historia médica. El ginecólogo Rafael Valle fue uno de los primeros en documentar el caso, publicándolo en la revista y reconociendo que la historia "no fue un engaño". El doctor Honorio Galván, que la atendió en el hospital, calificó la hazaña de "increíble" y destacó la recuperación sorprendente de Inés.

Inés mostró a los medios a su hijo Orlando. | Guioteca
En 2005, Inés volvió a ser entrevistada y lamentó que la comunidad de Río Talea aún careciera de servicios médicos básicos. "Aquí todavía no hay doctor", dijo la mujer, evidenciando las persistentes carencias en salud rural. Su hijo Orlando, el bebé que nació aquella noche, creció sano y fuerte, jugando en las serranías de Oaxaca.
¿Cuáles son los riesgos de practicarse una 'autocesárea'?
Una autocesárea, es decir, realizarse una cesárea sin asistencia médica profesional, implica riesgos extremadamente altos tanto para la madre como para el bebé. Esta práctica es muy peligrosa y puede tener consecuencias fatales como:
- Hemorragias severas: cortar el abdomen y el útero sin control médico puede provocar una pérdida masiva de sangre.
- Infecciones graves: la falta de condiciones estériles eleva el riesgo de infecciones que pueden poner en peligro la vida.
- Daño a órganos internos: al no tener conocimientos anatómicos precisos, se pueden lesionar órganos como intestinos, vejiga o hígado.
- Riesgo para el bebé: el bebé puede sufrir lesiones o morir si el procedimiento no se realiza con precisión.
- Shock y trauma físico: el dolor extremo y la pérdida de sangre pueden causar un colapso del sistema corporal.
- Consecuencias psicológicas: este tipo de experiencia puede dejar secuelas emocionales profundas.