El misterioso y aterrador caso de Gloria Ramírez, la mujer que dejó más de 20 médicos graves por su cadáver en EEUU
El 19 de febrero de 1994, durante su tratamiento, el cuerpo de Ramírez mostró síntomas raros: brillo aceitunado y olor a ajo.
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El 19 de febrero de 1994, una mujer de 31 años ingresó a la sala de urgencias del Hospital General de Riverside, en California. Su nombre era Gloria Ramírez y había sido diagnosticada con cáncer cervical en etapa avanzada. Durante 45 minutos, el equipo médico intentó reanimarla, pero algo inexplicable ocurrió: 23 profesionales de la salud comenzaron a desmayarse, sufrir espasmos y convulsiones tras entrar en contacto con su cuerpo.
El caso dio la vuelta al mundo y, hasta hoy, sigue sin resolverse del todo. Ramírez falleció aquella noche, junto a un misterio que no está terminado de resolver. La prensa estadounidense la bautizó como “la dama tóxica”, y su historia continúa generando impacto en los anales de la medicina.
Un ingreso rutinario que se volvió una emergencia nacional
Gloria Ramírez, oriunda de México y residente en Riverside, llegó al hospital con signos severos: taquicardia, presión arterial extremadamente baja e insuficiencia respiratoria. Fue tratada con ansiolíticos y un antiarrítmico, además de oxígeno para estabilizarla. Pero en plena intervención, algo alarmó al personal.
Su cuerpo emitía un brillo aceitoso y un fuerte olor similar al ajo. La enfermera Susan Kane detectó un aroma a amoníaco al extraer sangre. En segundos, ella y otros dos profesionales colapsaron. Julie Gorchynski, residente médica, notó partículas flotantes en la sangre antes de sufrir convulsiones.
Los síntomas no pararon ahí: dificultad para respirar, espasmos musculares, desmayos. Cinco personas fueron hospitalizadas, incluyendo a Gorchynski, quien desarrolló pancreatitis, hepatitis y necrosis ósea. El hospital activó el protocolo de emergencia interna, y los médicos debieron desechar sus ropas por posible contaminación.
La hipótesis del DMSO y un gas letal
Sin una causa clara, el hospital acudió al Laboratorio Nacional Lawrence Livermore. Allí, los científicos sugirieron que Gloria Ramírez podría haber estado usando dimetilsulfóxido (DMSO), un solvente casero contra el dolor que muchos asocian con un olor a ajo. Los investigadores determinaron lo siguiente:
- El DMSO, al combinarse con el oxígeno suministrado, habría generado dimetilsulfona (DMSO2), sustancia que cristaliza a temperatura ambiente.
- Al recibir descargas eléctricas durante la desfibrilación, el DMSO2 pudo transformarse en sulfato de dimetilo (DMSO4), un gas altamente tóxico y capaz de provocar síntomas neurológicos graves.
Según esta hipótesis, ese gas habría sido el responsable directo de los efectos en el personal médico. Sin embargo, la familia de Ramírez rechazó esa teoría, alegando que se trató de una maniobra para encubrir una posible negligencia médica.
Autopsia fallida y sepultura sin nombre
Dos meses después del deceso, se practicó una autopsia independiente. El resultado fue desconcertante: el corazón de Gloria no estaba, sus órganos habían sido contaminados con materia fecal y el cuerpo estaba demasiado descompuesto como para determinar la causa de muerte.
El episodio fue recogido por Discover Magazine, Univisión y hasta Grey’s Anatomy, que dedicó un capítulo a un caso similar. La historia de la dama tóxica representa uno de los mayores desafíos de la medicina forense en Estados Unidos. Gloria Ramírez fue enterrada en una tumba sin nombre en el Olivewood Memorial Park, en Riverside.





















