RepliK: la evolución de un MC distinto
Una base que sirvió para construir una identidad. Replik no sigue siendo aquel joven que rapeaba en plazas, pero parte de esa esencia aún habita en el rapero que es hoy.
De aquel freestyler que surgió de El Quinto Escalón queda poco. Y es lógico, todo artista busca una progresión que lo haga crecer en todos sentidos. Aparentemente, Replik no se sentía Replik, tal vez desde hace algún tiempo. Ahora, como músico, sigue experimentando. Un estilo en constante evolución, pero con matices marcadas nos ofrece Manucho Conflicto, su nuevo a.k.a.
Replik tuvo una carrera más que interesante. Salió de El Quinto y revolucionó la plaza. Él, Klan, Dani, Duki, Trueno e infinidad de freestylers se juntaron a rapear y, de golpe, la placita donde varios ‘pibitos’ se juntaban a pasar el rato se convirtió en una mira de oro. Su estilo era muy distinto al resto. “El niño esdrújula”, lo apodaban, por recurrir a terminaciones acentuadas en la antepenúltima sílaba.
Siempre con ingenio y una cuota justa de agresividad, Replik tuvo logros importantes. Ganó varias fechas de El Quinto Escalón, incluso tiene la batalla de plaza más vista en la historia, junto a su compañero Klan vs. Trueno y Underdamm. Pero todas esas experiencias debían pasar a otros niveles del rap y freestyle.
Poco después llegó Freestyle Master Series. En la primera temporada de FMS Argentina, Replik seguía partiendo instrumentales, y MC’s. Terminó muy cerca del podio, quedando en la cuarta casilla, detrás de Wos (campeón), Papo y MKS. A partir de ahí, Replik tuvo un punto de quiebre.
Rapeos ligados a temas sensoriales y filosóficos llegaban para quedarse. Una forma totalmente distinta de vivir el rap se apoderó de Manuel Vainstein. Eso le trajo incomodidad, no podía acoplarse a los tópicos clásicos de las batallas de gallos, tampoco a las propuestas que presentaba FMS. “Los leones no están hechos para el circo”, “ese es el problema que capto, que acá supuestamente hay rap y el rap no tiene formato”, son solo algunas de las pistas que dejó Replik: las batallas no van más.
Ahora vemos a un Manucho Conflicto muy compenetrado en hacer lo que le gusta, muy cómodo con esta nueva ‘identidad’. Vainstein, incluso, dedica su tiempo en crear beats que usa para lanzar nuevos temas o improvisaciones. En menos de tres semanas lanzó Rubíes Rubios vol1 y Rubíes Rubios vol2, pero antes ya tiró un gran repertorio que incluyen canciones como Amalgamemos, Daymares y sus colaboraciones con el rapero hispano Nico Miseria: Bienaventurado y Todo Vale.
El rap para Replik (o mejor dicho Manucho Conflicto) es un estilo de vida. Un enfoque “trabajo y vida cotidiana” que se retroalimentan entre sí. ¿Será parte de una etapa? quién sabe, lo cierto es que el joven argentino destacó en el freestyle y ahora, en sus primeros pasos musicales, viene dejando grandes registros. Y siempre a su manera: la esencia del ayer aún habita en la de hoy.