Donald Trump planea utilizar bases militares de EE. UU. como centros de detención de inmigrantes, según funcionarios
Fort Bliss, en Texas, será el modelo para este nuevo enfoque, que busca albergar hasta 10.000 inmigrantes y responde a la falta de espacio en las instalaciones de ICE.

El gobierno de Donald Trump está implementando un plan para utilizar bases militares en Estados Unidos como centros de detención para inmigrantes indocumentados. Esta estrategia busca ampliar los esfuerzos de deportación masiva prometidos por el presidente, generando preocupación entre defensores de los derechos humanos, según información de The New York Times.
Fort Bliss, en Texas, se convertirá en un modelo para este nuevo enfoque, con la capacidad de albergar hasta 10.000 inmigrantes. La Casa Blanca planea establecer más centros similares en diversas ubicaciones del país, lo que representa un cambio significativo en la política de inmigración y la militarización de su aplicación.
El plan de Trump para detener inmigrantes
El equipo de Trump está desarrollando un centro de deportación en Fort Bliss, que podría servir como modelo para otros centros en estados como Utah y Nueva York. Este plan se presenta como una solución a la falta de espacio en las instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), aunque plantea serias dudas sobre la viabilidad de utilizar recursos militares para este propósito.
Los funcionarios de la administración argumentan que esta estrategia ayudará a resolver la escasez de espacio para retener a los inmigrantes, pero expertos en derechos humanos advierten sobre las condiciones inadecuadas que han caracterizado a las instalaciones militares en el pasado. Gil Kerlikowske, excomisario de Aduanas y Protección Fronteriza, expresó su preocupación, afirmando que “asegurar a la gente requiere mucha mano de obra y también podría requerir muchos recursos”.
La militarización de la política de inmigración en Estados Unidos
La propuesta de Trump representa una escalada en la militarización de la política de inmigración, un enfoque que ha sido criticado por su potencial para violar los derechos de los inmigrantes. Hasta ahora, el Pentágono ha desplegado 5.000 soldados en la frontera sur, pero el ritmo de detenciones aún no es suficiente para llenar las nuevas instalaciones militares.
Los datos del Departamento de Seguridad Nacional indican que, entre el 21 de enero y el 13 de febrero, se realizaron más de 15.000 detenciones, lo que equivale a un promedio de menos de 700 diarias. Aunque esto es más del doble del ritmo habitual, sigue siendo insuficiente para justificar la creación de una red nacional de centros de detención.
Condiciones y preocupaciones sobre el trato a los inmigrantes
Las instalaciones militares, como Fort Bliss, han sido utilizadas en el pasado para retener a inmigrantes, pero un aumento significativo en la población detenida podría generar problemas logísticos y de seguridad. Los funcionarios del gobierno esperan retener inicialmente a 1.000 inmigrantes en Fort Bliss, pero la capacidad podría ampliarse considerablemente.
El uso de bases militares para la detención de inmigrantes ha suscitado críticas debido a la falta de recursos y la formación adecuada para el personal encargado de su custodia. Un informe del Departamento de Salud y Servicios Humanos reveló que los niños y adolescentes que fueron alojados en estas instalaciones sufrieron angustia y ataques de pánico, lo que plantea serias dudas sobre la capacidad del gobierno para manejar adecuadamente a la población detenida.
El futuro de la detención de inmigrantes en Estados Unidos
El gobierno de Trump está considerando la posibilidad de ampliar la detención de inmigrantes en bases militares a lo largo de la frontera y en otros estados, como Florida y Colorado. Sin embargo, la escasez de camas de detención y los recursos limitados del ICE han llevado a la administración a buscar soluciones alternativas, como el uso de instalaciones militares.
La implementación de este plan podría sentar un precedente peligroso para la detención prolongada de inmigrantes, lo que ha generado preocupación entre defensores de los derechos humanos. A medida que el gobierno evalúa la efectividad de las detenciones en Fort Bliss, el futuro de la política de inmigración en Estados Unidos sigue siendo incierto.
















