Plan de Trump para deportar inmigrantes de EE. UU.: nuevos centros de detención cerca de la frontera con México
Donald Trump tiene previsto intensificar las medidas migratorias en Estados Unidos mediante la construcción de nuevos centros de detención para inmigrantes y la implementación de deportaciones masivas como parte de su campaña.
Donald Trump planea reforzar las medidas migratorias en Estados Unidos, priorizando la construcción de centros de detención para inmigrantes y promoviendo deportaciones masivas. Su objetivo, de cara a un posible regreso a la presidencia, es cumplir con sus promesas de campaña y endurecer la política migratoria.
La administración Trump ya está trabajando en los detalles de cómo y dónde se establecerán estos centros, así como en las estrategias de financiación necesarias para llevar a cabo estas medidas. La creciente preocupación por el número de indocumentados en el país ha sido un factor clave en la formulación de este ambicioso plan.
Entre las propuestas se incluye la reactivación de políticas migratorias controvertidas, como la detención de familias y el programa “Permanecer en México”, que obligaría a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras se resuelven sus casos.
Centros de detención en Estados Unidos: ubicación y gestión
Según fuentes de CNN, el equipo de transición de Trump ya ha comenzado a identificar posibles ubicaciones para los nuevos centros de detención, que se situarían mayormente cerca de la frontera con México. Se contempla la posibilidad de ampliar prisiones de condado y contratar compañías penitenciarias privadas para gestionar estas instalaciones, lo que ha generado críticas por el aumento de la privatización de la justicia penal.
Políticas migratorias en el horizonte de Estados Unidos
Además de la expansión de los centros de detención, Trump planea reiniciar otras políticas migratorias estrictas. Esto incluye la revisión de protecciones migratorias otorgadas por la administración de Biden y la revocación de prioridades de aplicación de la ley del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), lo que podría resultar en una mayor detención de indocumentados.
El plan enfrenta desafíos de financiación que el equipo de Trump intenta resolver mediante la redistribución de recursos y la declaración de emergencia nacional para acceder a fondos del Pentágono. Foto: Diario La Prensa
Financiación del plan de deportaciones de Donald Trump
Uno de los principales obstáculos que enfrenta el plan de Trump es la financiación de estas operaciones masivas de detención y deportación. El equipo de transición está evaluando opciones como redistribuir recursos de otras agencias federales o declarar una “emergencia nacional” para acceder a fondos del Pentágono, una estrategia que ya se utilizó en su primer mandato.
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Reacciones y consecuencias sociales
La expansión de los centros de detención y las políticas de deportación masiva prometen ser temas divisivos en la sociedad estadounidense. Mientras los partidarios de Trump aplauden sus esfuerzos por garantizar la seguridad, los defensores de los derechos humanos advierten sobre los efectos devastadores de estas medidas en las familias y comunidades latinas.
Durante su primer mandato, Trump deportó a aproximadamente 1.5 millones de inmigrantes, un número que, aunque significativo, fue menor al de las deportaciones realizadas bajo Barack Obama. Con su regreso al poder, se espera que estas cifras aumenten drásticamente, enviando un mensaje claro de que Estados Unidos no tolerará la inmigración ilegal.