Microempresarios de Cusco en crisis por falta de ingresos

Hoteles, restaurantes y artesanos del Cusco registran bajas ventas y, en algunos casos, estas son nulas. Todo a consecuencia de la crisis política y social. Carlos Gonzáles, propietario del hotel "Qolqas", Sergio Cardeña, dueño del restaurante “Uchucuta” y Angel Ayerbe, guía turístico, así como otros empresarios, declararon pérdidas superiores al 90% en comparación al 2022.

El restaurante Uchucuta está ubicado en Ollantaytambo. Hasta inicios de enero del 2023 trabajaba con seis colaboradores, pero ahora, el dueño se vio obligado a trabajar con solo uno. “Por la falta de entrada a centros arqueológicos a causa de las huelgas, muchas empresas ya cerraron y a veces solo atienden reservas. Otros hemos reducido personal, hay días que cerramos en cero, van cinco días que no tenemos ni un solo cliente. Por la tregua mañana, al fin atenderemos a 10”, contó Sergio Cardeña.

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Los pases humanitarios en carretera han permitido mantener la esperanza de Cardeña. Asegura que las siguientes dos semanas serán cruciales para salir de la crisis. “Esperemos que haya flexibilidad y que las cosas se normalicen, no queremos cerrar, los precios van en incremento y esperamos que para febrero sí sea posible la llegada del turismo latinoamericano”, agregó.

Según el último reporte del Colectivo de Agremiaciones del sector Turismo de Cusco, los hoteles en la ciudad han ingresado en paralización parcial, mientras que en provincias entraron en recesión total.
Las cancelaciones han llegado al mes de mayo. Hoteles en la ciudad del Cusco pararon sus actividades entre el 70% y el 80%, la mayoría de las empresas formales ha enviado a sus empleados de vacaciones, otras no renovaron contratos.

En provincias la situación ha empeorado. Los hoteles han cesado sus actividades al 100% y los despidos fueron inevitables.

En el caso del Hotel Qolqas de Carlos González, se han tomado decisiones para evitar los despidos. Sin embargo, los fondos que permiten sostener a esta empresa y sus trabajadores durarían solo hasta marzo. “Hemos cerrado el hotel desde la última semana de enero, ya que hay más del 95% de cancelaciones entre diciembre y enero. Si las cosas se calman abriremos en marzo”, relató.

Artesanos como Rene Franco de Pisaq y emprendedores de productos naturales como Iris Kruska, contaron no haber tenido ingresos desde la primera semana de enero, la escasez de turistas los ha obligado a buscar otros oficios. Para los pequeños empresarios, la vuelta a la normalidad no será suficiente, las pérdidas son irreparables. Los créditos incrementaron su tasa moratoria, esperan un trabajo articulado con el Estado.