Economía

¿Es viable que América Latina tenga una moneda única?

Te explicamos en la siguiente nota sobre la posibilidad de que los países de la región negocien con una moneda única, que tendría el objetivo de impulsar el proceso de integración regional.

Uno de los principales retos de la propuesta de una moneda única en Latinoamérica es la heterogeneidad de los países de la región. Foto: composición/LR/EFE/difusión
Uno de los principales retos de la propuesta de una moneda única en Latinoamérica es la heterogeneidad de los países de la región. Foto: composición/LR/EFE/difusión

Una idea volvió a resurgir en el plano regional durante las últimas semanas: la creación de una moneda que sea compartida por todos los países de Latinoamérica junto con la formación del Banco Central Sudamericano. La idea fue expuesta por el exjefe de Estado de Brasil (2003-2011) y actual candidato a la presidencia Lula da Silva durante uno de sus mítines políticos.

“Si Dios quiere, crearemos una moneda común para América Latina, porque no debemos depender del dólar”, señaló el postulante por el Partido de los Trabajadores (PT). Lula, actualmente, lidera las intenciones de voto en Brasil con 15 puntos de ventaja —según la última encuesta del Instituto Datafolha— por encima de su contrincante, el actual presidente de ese país, Jair Bolsonaro.

Foto: EFE

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Una moneda llamada “sur”

Un artículo publicado en la revista Folha, de Sao Paulo, titulado “Una moneda única para toda América Latina, ¿es posible?” y escrito por el economista, exalcalde de San Pablo y excandidato a la presidencia por el Partido de los Trabajadores (PT) Fernando Haddad y por Gabriel Galípolo, economista y expresidente del banco Fator, da más detalles de la nueva moneda única que tendría de nombre “sur”.

Según señalan, el objetivo de la moneda sería “impulsar el proceso de integración regional”, así como hacer frente a un contexto internacional conflictivo como la guerra entre Rusia y Ucrania.

“Como países emergentes o en vías de desarrollo en distintos niveles, todos seguimos padeciendo limitaciones económicas derivadas de la fragilidad internacional de nuestras monedas”, se puede leer en el texto.

Sobre su uso, se menciona que la nueva moneda “sur” podría ser utilizada tanto para flujos comerciales como para financieros entre países de la región, y que “cada país miembro recibiría una dotación inicial de sur de acuerdo a reglas claras y consensuadas”. De igual forma, tendrían “libertad para adoptarla domésticamente o mantener sus monedas locales”.

Pero ¿qué implicaría seguir el modelo occidental del euro en Latinoamérica?

¿Es viable que Latinoamérica tenga una moneda común?

Este diario conversó con dos especialistas en temas económicos sobre las implicancias y retos que enfrentaría una moneda única para la región.

Para Marco Ortiz, profesor de Economía de la Universidad del Pacífico, el principal problema recaería en la política monetaria que tiene cada país, y también será necesario observar si a estos les convendría tener una única moneda.

“Cuando uno comparte una moneda de alguna manera pierde su propia política monetaria. Entonces sería equivalente a que ahora la política monetaria de cada país sea llevada por un ente centralizado, supranacional o internacional”, indicó Ortiz.

Foto: Forbes

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El término ‘políticas monetarias’ refiere a las regulaciones que hace el banco central de la oferta monetaria y de los tipos de interés para controlar la inflación y estabilizar la divisa, según define el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).

De esta forma, en cuanto al concepto explicado, la concordancia continental podría resultar difícil de lograr. “Cuando uno piensa en este tipo de uniones monetarias, similares a las que tiene actualmente la zona europea con el euro, concluye que para poder lograr una moneda que sea coordinada entre todos estos países normalmente se requiere una armonización de políticas”, argumentó Ortiz.

Por su parte, Jorge Guillén, profesor de Finanzas de ESAN Graduate School of Business, coincide con Ortiz en lo difícil que sería llevar a cabo la propuesta, principalmente por el rasgo heterogéneo de los países latinoamericanos, un tema que además se evidencia en Europa con el euro. Asimismo, señaló que esta propuesta responde más a un mensaje populista y regionalista.

“Los países europeos que forman parte del PIGS —Portugal, Italia Grecia, España— contrastan mucho con los nórdicos, que tienen más órdenes o políticas fiscales y monetarias. América Latina también es muy heterogénea. Los países sudamericanos contrastan con los centroamericanos. Incluso dentro de los países del Ande, como Perú, Chile, Ecuador, hay muchas diferencias. Por ello, es bastante complicado hacer coordinaciones de políticas monetarias y fiscales para llevar una moneda única”, indicó el docente.

Foto: EFE

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En esa línea, Marco Ortiz agregó que otro de los problemas de las uniones monetarias es que siempre hay países “ancla”. Estas naciones tendrían la función de brindar un apoyo económico a otros países si es que empiezan a tener problemas en el lado fiscal.

“No imagino en este momento quién puede tomar ese rol dentro de América Latina y qué sociedad latinoamericana, con sus sistemas políticos tan inestables, podría, ante su población, justificar que se le mande dinero a otro país para apoyarlo con temas fiscales”, concluyó el especialista.

Antecedentes

No es la primera vez que una propuesta así se proclama en la región. En 2008, los países que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) acordaron adoptar el SUCRE (Sistema Unitario de Compensación Regional) para realizar transacciones. No obstante, esta moneda no logró consolidarse y actualmente no cuenta con un estatus más allá de lo simbólico en la región.