Economía

Marvel Cómics: ¿Cómo es que pasó de una crisis financiera a un éxito en ventas?

Marvel celebra 80 años esta semana, y revisamos su trayectoria, desde una cercana bancarrota en los 90 hasta convertirse en un gigante del entretenimiento.

Marvel publicó su primera revista de cómics en 1939 y actualmente es uno de los nombres más destacados en el mundo del entretenimiento. Este año, Capitana Marvel y Avengers Endgame, recaudaron más de mil millones de dólares, cada una, en las taquillas mundiales. Lo que no está nada mal para una compañía que casi cayó en la bancarrota en los años 90.

En sus inicios, Marvel se llamaba Timely Comics y presentaba superhéroes como Submariner, un aventurero submarino que todavía es parte de las historietas, y la Antorcha Humana, una versión temprana del personaje que se convertiría en parte de “Los 4 Fantásticos”.

Pero fue en los años 60 cuando realmente empezó a despuntar. “Para entonces, los superhéroes ya estaban presentes desde hacía un par de décadas”, le dijo al programa de la BBC Newsbeat, Chris Murray, profesor de estudios de cómics en la Universidad de Dundee, Escocia.

Batman, Superman y Wonder Woman ya existían y eran como la vieja guardia. Esos tres personajes son obra de DC Comics, una de las “dos grandes” editoriales y todavía la principal rival de Marvel, aunque hay muchas otras.

Héroes más humanos y luchas sociales

“Lo que Marvel hizo en los 60 fue crear una gama distinta de héroes, que se parecían más a las personas comunes. Eran héroes con defectos. Personajes como Spider-Man o Hulk estaban impulsados por la culpa o la rabia”, indica Murray.

Pero los personajes e historias de Marvel intentaron hacer algo más que conectar con sus lectores. También reflejaron cambios sociales que estaban ocurriendo en Estados Unidos. “Hubo énfasis en asuntos bastante importantes de la época, temas de justicia social y de combate a los prejuicios”, señala Murray.

Los X-Men, odiados por unos poderes innatos sobre los que no tienen ningún control, se han visto como una metáfora de los prejuicios contra grupos minoritarios como la comunidad LGBTI.

Se cree que Black Panther, el primer superhéroe negro en aparecer en un cómic comercial estadounidense, está inspirado en el movimiento por los Derechos Civiles que cobró fuerza en Estados Unidos en los años 60.

A lo largo de las décadas, Marvel Comics ha aspirado siempre a ser relevante. Una de sus portadas más famosas, publicada en 1941, muestra al Capitán América golpeando a Adolf Hitler en la cara.

En los últimos años, introdujo personajes más diversos, como el primer Spider-Man negro (Miles Morales) y Ms. Marvel (Kamala Khan), la primera personaje musulmana que tiene su propio cómic.

“Han empezado a redefinir lo que significa ser un superhéroe en el siglo XXI, de forma parecida a como los héroes que presentó Marvel a inicios de los 60 se sintió como una brizna de aire fresco. Es como si desafiaran convenciones y estereotipos”.

También hay personajes como Hulkling y Wiccan, dos miembros de los Young Avengers, que tienen una relación homosexual, y una personaje de los X-Men, Dust, que es de Afganistán y lleva niqab.

Cómics "sobrevalorados"

Pero ese universo se podía haber perdido para siempre cuando Marvel cayó en problemas financieros en los años 90. “La industria de las historietas había estado demasiado sobrevalorada por años”, explica Murray.

“Los coleccionistas de cómics habían estado comprando muchas copias de los ejemplares, con la creencia de que iban a ser muy valiosos en 10-20 años, estaban invirtiendo”.

La primera aparición de Spider-Man en el número 15 de la revista Amazing Fantasy (1962) se llegó a vender por 1,1 millón de dólares y la primera aparición de personajes como los X-Men, Iron Man y El Increíble Hulk se han vendido por cientos de miles de dólares.

Ese no fue el caso de los cómics en papel de los años 90, porque Marvel y otras compañías imprimían millones de copias de los títulos. El relanzamiento de los X-Men en 1991 fue publicado con cinco portadas diferentes, de las cuales ninguna sería excepcional.

Murray añade que Marvel también asumió riesgos al penetrar en el negocio de los juguetes y el mercadeo, algo que no compensaba en aquella época. Eso es lo que condujo a Marvel a vender los derechos cinematográficos de Spider-Man a Sony en 1999 por solo 7 millones de dólares.

Por ahora, el futuro de Marvel parece residir más en la pantalla que en el papel. DC y otras empresas de la competencia también han llevado a sus personajes de cómic a las pantallas en los últimos años.

FUENTE: BBC