Economía

Jack Ma, el millonario que surgió de los fracasos

Adiós a Alibaba. Multimillonario chino sorprendió al mundo anunciando, a sus 55 años, que deja la poderosa Alibaba, que revolucionó el comercio en línea en China y marcó profundamente la economía del gigante asiático. En sus inicios no le fue nada bien. Su vida es ejemplo de tenacidad y de vencer a las adversidades.

Frenesí. En su sorprendente debut en Wall Street, en 2014.
Frenesí. En su sorprendente debut en Wall Street, en 2014.

Por: Carlos Páucar

“Fui a solicitar empleo al restaurante KFC cuando llegó a mi ciudad”, recordó el hombre bajo, delgado y con ojos de sapo llamado Jack Ma. “Aquella vez, 24 personas buscamos trabajo en KFC. Veintitrés fueron aceptadas y yo fui el único que no logró hacerse con un contrato”.

También buscó un puesto de camarero en el primer hotel cuatro estrellas que se levantó en Hangzhou, su ciudad natal.

"Mi primo y yo esperamos más de dos horas ese verano caluroso. Después de la entrevista aceptaron a mi primo y a mí me rechazaron, la razón es que era más alto y más guapo. Hoy, mi primo todavía trabaja en el hotel... y yo ya cambié mi vida".

Jack Ma (su nombre chino es Ma Yun, 1964) aprendió a surgir de los fracasos. Tuvo muchos en su vida, hasta convertirse en uno de los hombres más ricos del mundo, con una fortuna de 40.000 millones de dólares, según el índice de Bloomberg.

Luchar desde un inicio

Ma creció muy pobre en la China comunista de Mao Zedong. Se educó por eso entre la vida precaria al igual que bajo las reglas estrictas del marxismo que imperaba en esos años.

En esa etapa juvenil, la frustración fue su sello natural. No aprobó el examen de ingreso a la universidad dos veces. No era un buen estudiante. “Reprobé exámenes clave de primaria dos veces, no pasé exámenes de secundaria tres veces y no fui aceptado a la universidad en dos ocasiones”. Tampoco era bueno en matemáticas. Pero, pese a sus malas notas, se obsesionó con entrar a Harvard. Lo rechazaron en 10 oportunidades. Finalmente, ingresó al instituto de maestros de Hangzhou.

Además, apenas al acabar sus estudios, por las necesidades económicas, tuvo que buscar ingresos con urgencia. Postuló a decenas de puestos, cerca de 30, y recibió rechazos y más rechazos.

Solo mostraba una habilidad: el dominio del inglés. Lo adquirió en Hangzhou donde el turismo había repuntado después de la visita de Richard Nixon en 1972 y de la muerte de Mao Zedong en 1976. Muy joven iba al hotel para practicar inglés con turistas. De esos años le queda el apodo “Jack” que le dio un extranjero.

Consiguió ser profesor de inglés, con el sueldo de apenas US$ 12 dólares al mes. Precisamente, su primer emprendimiento -durante el boom exportador de China- fue una empresa de traducción.

En 1995 viajó a los Estados Unidos como traductor para ayudar a una empresa China a recuperar un pago. Otro fracaso. El deudor llegó, incluso, a apuntarle con un arma. Fue en esos días, en Seattle, que un amigo le mostró las posibilidades de Internet. Ma realizó una búsqueda con la palabra “cerveza” y vio que no aparecían cervezas chinas en los resultados. Poco, casi nada, hallaba de China.

Decidió fundar una compañía de Internet para su país. China Pages, directorio de compañías chinas. Otro traspiés.

“Ábrete sésamo”

Hasta que en 1999 convenció a 18 amigos de invertir en un mercado en línea. El sitio permitiría a los exportadores publicar listas de productos que los interesados podían comprar directamente. Logró que sus amigos le prestaran US$ 60.000 dólares.

Así nació “Alibaba”.

Ma se inspiró en el "ábrete sésamo" para desbloquear el potencial de los comerciantes pequeños y medianos de China.

En octubre de 1999, la empresa ya había recaudado US$ 5 millones de Goldman Sachs y US$ 20 millones de SoftBank. En 2005, Yahoo invirtió mil millones de dólares en Alibaba a cambio de participar en el 40% de la compañía.

Alibaba aprovechaba a la floreciente clase media de China que gastaba grandes cantidades a través de la web.

Al igual que Amazon o eBay, Alibaba es una empresa de comercio por la red, pero mantiene diferencias. Alibaba no tiene inventario ni vende bienes, es un intermediario que recauda comisiones de comerciantes más grandes y tarifas de publicidad de los más pequeños. El resultado: uno de los modelos de comercio electrónico más rentables del mundo.

El martes pasado, el hombre bajo y de ojos de sapo abandonó Alibaba y se dedicará a la filantropía, como Bill Gates. Su salida marca una nueva era para la empresa que supo aprovechar la eclosión de internet en China y apostó por el alza del consumo doméstico.

Será una transición tranquila. El empresario se irá el 2020, con sus excentricidades, con su carisma, que lo hizo disfrazarse, en 2017, de Michael Jackson para sus trabajadores, imagen muy alejada del acartonamiento de los dirigentes chinos.

“Su carisma y su sentido del humor le han convertido en figura emblemática de los empresarios chinos”, dice su biógrafo Duncan Clark. Jack es el que no consiguió trabajo en KFC, el que no pudo entrar a Harvard, el símbolo del espíritu empresarial de estos tiempos.

Competencia

- Alibaba cerró el primer trimestre del año fiscal superándose un 145% sobre el año anterior. Al final de junio, las cifras de Alibaba Group ascendían a 2.707 millones de euros.

- Amazon factura 4 veces más. Pero, mientras solo logra un 4,2% de beneficios sobre las ventas, Alibaba asciende en un 23% gracias a su menor estructura de costes.

- Alibaba tiene presencia en EEUU en un 80% de cuota de mercado frente al simbólico 1% de Amazon en China.

Las enseñanzas que dejó antes de llegar al éxito

- No se rindió tras reprobar exámenes. Jack no era buen estudiante ni en primaria ni en secundaria, y menos le fue fácil ingresar a la universidad. Pero superó las dificultades. Jack, como otras grandes mentes (Einstein, Churchill), tuvo gran dificultad con la escuela antes de impactar al mundo.

- Malo para las matemáticas. Sacó 1 de 120 puntos en matemáticas en el examen de admisión a la universidad. Hasta hoy le es difícil pese a ser líder en tecnología. “No soy bueno con los números, no estudié administración y aún hoy no puedo leer un reporte de contabilidad”. De niño jamás oyó el término ‘computadora’.

- Fue rechazado 10 veces... pero lo intentó. Fue rechazado 10 veces de Harvard. Sorprende que lo haya intentado tantas veces. Es, sin duda, ejemplo de persistencia. Al final se tituló en Letras Inglesas.

- Siempre optimista. Pese a que fue rechazado de 30 trabajos a los que postuló, no bajó la cabeza. Él aconseja pensar: “Hoy fue cruel y mañana será más cruel. Pero el día siguiente será hermoso”.

- No a las apariencias. Fue el único de 24 entrevistados en ser rechazado para un puesto en KFC. Dice que fue por su baja estatura y falta de ‘atractivo físico’. Incluso ahora cree parecerse a E.T. (el extraterreste de Spielberg). Su esposa Zhang Ying dice: “No será típicamente atractivo, pero me casé con él porque hace muchas cosas que los guapos no pueden hacer”.

- No obtuvo inversión en Silicon Valley. Incluso después de fundar Alibaba, sufrió traspiés. La firma no generó ganancias los primeros tres años. En un momento, Alibaba estuvo cerca de la bancarrota. Salió adelante.

- Aprender del error. Le dijo a sus 18 socios en Alibaba que ninguno podía ser ejecutivo y contrataría especialistas. Fue, dice, el peor error de su vida. “Lo que aprendí de esos días oscuros de Alibaba es que debes hacer que tu equipo tenga valor, innovación y visión”.

Las cifras

- 60% del mercado chino del comercio en web controla Alibaba con plataformas como Taobao y Tmall.

- 65 mil empleados tiene Alibaba luego de su diversificación de comercio en línea y medios digitales como la plataforma de video Youku.

- 462 millones de dólares cotiza en EEUU la compañía, según Bloomberg.

- 19 lugar ocupa Jack Ma en las fortunas mundiales, según la misma Bloomberg.