Domingo

Arturo 'Zambo' Cavero, 50 años de música

Se cumple medio siglo de la aparición del primer LP de Arturo ‘Zambo’ Cavero, grabado junto a Óscar Avilés, una joya de la música criolla. El 23 de noviembre se celebrará ese acontecimiento con una sesión musical en el local Unión Central.

Ídolo. La voz de Arturo ‘Zambo’ Cavero imponiéndose en la Plaza de Acho
Ídolo. La voz de Arturo ‘Zambo’ Cavero imponiéndose en la Plaza de Acho

Tenía un tono de voz muy limpio y alcanzaba los registros más difíciles sin esfuerzo. Su canto podía ser suave, acariciante, pero también alegre y jaranero. El gran Arturo ‘Zambo’ Cavero apareció en la música criolla para darle nuevos aires al género con su talento interpretativo y su fraseo cadencioso. Junto a don Óscar Avilés, la primera guitarra del Perú, conformó la dupla más histórica del criollismo: se convirtió en figura en poco tiempo y, con el paso de los años, en emblema de la música peruana.

Hace cincuenta años -en 1973- apareció su álbum debut: Zambo Cavero. Lo acompañaba en la guitarra Óscar Avilés y tenía doce temas escritos por algunos de los compositores más reconocidos de nuestra música popular: Augusto Polo Campos, Pablo Casas, José Villalobos, Pancho Quiroz. Ahí están, por ejemplo, Bandida, Cada domingo a las doce después de la misa, Tu perdición y varios clásicos más.

Hoy esa aparición en vinilo es considerada una joya del género criollo. Pero hay una historia previa de Cavero y Avilés, antes de que hicieran historia juntos. Cuenta Moraima Cavero, hija del cantante, que su papá siempre quiso grabar con Óscar Avilés. Y un día se dio la ocasión de encontrarse en una reunión del hijo mayor del guitarrista. Ahí coincidieron y en algún momento se reunieron a cantar.

“Todo el mundo se quedó callado. La primera canción que cantaron juntos se llamó Rosa Elvira. A la salida de esa reunión, mi papá le dice a don Óscar que quería grabar un disco. Y él lo invita a la disquera Iempsa para hablar del tema. Pero mi papá le dice: ‘Yo quiero grabar con usted’. Y así comienza, a pedido de Arturo, este binomio maravilloso”, rememora Moraima. Antes del LP, grabaron dos discos de 45, pero fue el álbum el que consagró al dúo.

De ese disco a Moraima la conmueven mucho Tu perdición y Bandida. Dice que no hay versión más fantástica del primer tema que en la voz de Arturo ‘Zambo’ Cavero (“Tan solo yo / que la quería y la adoré/ al verla así también lloré / como la noche en que se fue...”) y el segundo tema le gusta porque lo canta de una manera coqueta, cadenciosa. (Bandida, mi dulce bandida, llévate mi vida, o muero de amor).

Portada de su primer LP.

Portada de su primer LP.

Ahora, 50 años después, ese álbum es historia viva. Varias generaciones amantes de la música criolla han crecido escuchando los temas grabados ahí. Por eso, para celebrar el primer medio siglo de ese disco emblemático el próximo 23 de noviembre, a partir de las 8 de la noche, se realizará una reunión musical en el local Unión Central (Héroes de Tarapacá 177, Lima). Allí se escuchará el vinilo original, habrá un conversatorio sobre el disco y una fiesta donde Miki González oficiará de DJ con una selección personal de vinilos. También participarán la DJ Yana con sus sonidos de fusión afroperuana y Julio Pérez Luna -DJ Sobredosis- que también aportará con sus gustos musicales. Incluso habrá imágenes en video no vistas hasta ahora, del cineasta Donald Wilson.

“El vinilo es un formato que está tomando un nuevo aire. Se puede escuchar la música en Spotify, pero cuando tienes el disco hay una especie de ritual que la gente está redescubriendo. En varias partes del mundo hoy se hacen reuniones donde se escuchan vinilos con mucha atención, con ese sonido especial del disco comparado con lo digital, y luego se hace una fiesta. Eso es lo que estamos armando para el 23 de noviembre”, cuenta Julio Pérez Luna.

 El aporte que hizo a la música criolla: ese fraseo, esa síncopa, esa influencia tropical en el canto.

El aporte que hizo a la música criolla: ese fraseo, esa síncopa, esa influencia tropical en el canto.

Moraima, la hija de Arturo ‘Zambo’ Cavero es una gran difusora de la obra de su padre, y del aporte que hizo a la música criolla: ese fraseo, esa síncopa, esa influencia tropical en el canto. También se sorprende de las versiones nuevas que artistas jóvenes hacen -en fusión, rap, electrónica- de los temas de su padre. La voz ya no está, pero el legado queda.