Ani Alva Helfer: La directora del millón
Hace nueve años, una portada de Domingo inspiró a Ani Alva Helfer a continuar su carrera como cineasta. Convertida hoy en nuestra realizadora más taquillera, Alva tiene más películas por estrenar y alista su paso más importante: su transición de la comedia al drama.
Por Sandro Mairata
El impacto que tuvo en Ani Alva Helfer la portada de este suplemento del 18 de mayo de 2014 fue muy profundo. Por ese entonces de 25 años, Alva (Lima, 1988) alistaba su debut como directora en una película colectiva llamada Japy ending, una comedia peruana sobre el fin del mundo a cargo de seis directores, que se estrenó en julio de ese año. En esa portada estaba Bruno Ascenzo sosteniendo una claqueta de cine, sonriente por haber logrado un millón de espectadores con A los 40, una cinta a cuyo avant-première Alva había sido invitada.
“La portada se titulaba ‘El chico del millón’”, rememora Alva, convertida ahora en nuestra cineasta más exitosa en taquilla. “Y yo aluciné con eso. Dije ‘guau’… Un millón no solo quiere decir un número, quiere decir muchas cosas”, recuerda haber pensado. “Un millón, asu… Algún día yo quiero ser la chica del millón”.
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Le señalo que ese día soñado ya llegó y me responde con un gritillo feliz: “¡Noooooo…! No puedo creerlo. Te juro que cada segundo recién caigo, ¿te has dado cuenta? O sea, estoy como que no sé controlarme, me pellizco”.
Es la tarde del domingo 11 de junio y conversamos vía videollamada. Ani Alva Helfer se ha enterado esta mañana de que Soltera, casada, viuda, divorciada, su más reciente filme, ha alcanzado el millón de espectadores. Se lo avisa Gustavo Sánchez, gerente de La Soga Producciones, quien produjo la cinta junto con Gianella Neyra y libró la batalla para mantener la cinta en cines. Se redoblaron los esfuerzos en redes, las actrices protagonistas —Neyra, Milene Vázquez, Patricia Portocarrero, Katia Condos— participaron en activaciones y videollamadas y se rebajaron las entradas a 7 soles para atraer más público.
Toda esa movida alcanzaba a Alva de otra forma. El día que conversamos, Alva estaba de vacaciones en República Dominicana, tras haber filmado en ese país Bienvenidos al paraíso, una comedia romántica que será distribuida en 2024 por Star Distribution LA, filial de Disney. Al recibir la noticia en la playa junto a su madre, lloró. Semanas enteras había monitoreado de noche el desempeño de Soltera, casada… mientras le dedicaba sus días a Bienvenidos al paraíso. En su hotel había colocado tres velitas en una mesita circular, con seis estampitas a cada lado presididas por una figurita bordada de la Virgencita de Guadalupe y una estampa más grande de San Martín de Porres a la izquierda y la foto de sus abuelos paternos a la derecha. Hernán Helfer, el abuelo, trabajó en una distribuidora cinematográfica. Su madre le llevó una tortita con la inscripción “1 millón SCVD” (por el título de la película) escrita en chocolate.
Es, en efecto, una dulce victoria y, lo que es más importante aún, histórica. Alva es la primera cineasta peruana en lograr un millón de espectadores, la primera en conseguirlo después de la pandemia, y la primera que lleva una cinta no producida por Tondero al ranking de nuestras películas más taquilleras, sexta después de ¡Asu mare! 2, ¡Asu mare!, ¡Asu mare! 3, A los 40 y Locos de amor. Asimismo, al 11 de junio, Soltera, casada… se mantenía en un sólido quinto puesto a casi dos meses de su estreno, debajo de los blockbusters Transformers: el despertar de las bestias, Spider-Man: a través del Spider-Verso, La sirenita y Rápidos y furiosos X.
Tras su tiempo en cines, Soltera, casada… podrá verse pronto en Netflix.
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El camino de una realizadora
Hija de Guillermo Alva, administrador, y Ana Helfer, dedicada al turismo, Ani es la menor de tres hermanos. Con su hermana Sandra —cinco años mayor— escribe los guiones de sus filmes, el otro hermano es mayor por tres años, Luis Guillermo. Nació en Jesús María, estudió en el Regina Pacis y desde los 18 años trabajó en televisión. Se graduó como directora de cine en la Universidad de Palermo y como directora de arte en el Instituto Tecnológico de Monterrey. Es pariente lejana de la exministra Gloria Helfer, de Luis Alva Castro y del arqueólogo Walter Alva; la exministra María Antonieta Alva es su prima hermana. No tiene pareja y evita hablar del tema.
“De chica no era de tener muchas amigas”, dice. “Jugué con las Barbies hasta bien tarde, cuando otras chicas ya las habían dejado. Me gustaba imaginarme historias en la cabeza y jugar con eso. Hablaba sola… Ahora ya tengo un montón de amigas, pero aun así prefiero salir sola, ver gente. Me gusta observar. Siento que de alguna forma esto de escuchar al ser humano y estar atenta me hace concebir personajes más creíbles”, cuenta.
Volvió al Perú incorporándose a Big Bang Films, donde hizo dirección artística y edición hasta que en 2015 estrenó su primer largometraje, El beneficio de la duda. En 2018 estrenó ¡No me digas solterona!, que lanzó a la fama a Patricia Barreto y la colocó en la primera línea de nuestros realizadores comerciales. Se empezó a sentir su peso. ¡Solterona…! destronó en seis días a La teta asustada de Claudia Llosa como la cinta más taquillera de una cineasta. Dos años después empezó a dirigir telenovelas para América TV (‘Mi vida sin ti’, ‘Maricucha’ 1 y 2), y a la par estrenó más comedias en el cine. Un redactor local se contactó con ella para disculparse por una crítica que le hiciera a El beneficio de la duda.
En noviembre de este año estrenará Isla bonita, una comedia romántica cuyo nombre hace alusión a Iquitos, y para 2024, además de Bienvenidos al paraíso, tiene planeado un filme sobre el arequipeño Everardo Zapata Santillana, creador de los libros Coquito. Se inicia así su tránsito al género dramático.
“Estoy lista para dejar las comedias”, dice, aún emocionada por los éxitos recientes, por haber logrado el sueño, en menos de diez años, de ser ella misma la chica del millón.
Ahora viene un cambio de norte. “Hay otras cosas que quiero contar”, dice.