Rosa María Palacios: "Hay un proyecto autoritario que cada día se consolida más"
Análisis. Para Rosa María Palacios, los partidos hoy son organizaciones que obedecen a intereses particulares y no tienen militantes sino empleados.
De lunes a viernes, Rosa María Palacios, periodista y abogada, disecciona la política peruana en los programas que tiene en Radio Santa Rosa y en LR+, canal de La República, y se la explica a sus oyentes de la manera más didáctica e informada posible. En la siguiente entrevista precisa las falencias de la presidenta Dina Boluarte, dice que “pudo ser Paniagua y terminó siendo Vizcarra” y alerta sobre cómo se socava poco a poco la democracia peruana debido al pacto establecido entre el Gobierno y el Congreso.
Considerando tu trayectoria en el periodismo, ¿dirías que, desde la última campaña presidencial, esta es la época en que más ataques has recibido?
Difícil saberlo, porque soy una persona bastante atacada. Difícil hacer un análisis cuantitativo. Siempre que hay campaña electoral, los partidos activan portátiles de trolls. Algunos son de Fuerza Popular, otros de Renovación, ‘verolovers’, de todo. Entonces sí, hay olas de personas activadas para agredir. Yo tengo más de 3.700.000 seguidores en Twitter. Si me atacas y te contesto, consigues por lo menos notoriedad. Es muy útil para alguien que quiere hacerse notar atacar a un periodista que tiene una enorme legión de seguidores. Eso me hace un blanco fácil de gente que me busca bronca. Hay varios líderes de izquierda y derecha que me buscan bronca, porque eso los hace notorios y lo que necesita un político es notoriedad. Y se inventan ‘mechaderas’. Con los años he aprendido a manejarlas. Lo peor que le puedes hacer a alguien que busca notoriedad es ignorarlo, porque su plan no da resultados. Entonces, mi política es ignorar a los que buscan bronca.
¿Por qué la población está tan crispada o fanatizada?
Muchas veces responde con ataques a la explicación con pruebas de una noticia o simplemente niega las pruebas No creo que sea una población fanatizada, polarizada. La población del Perú ha logrado consensos enormes si te fijas en un método científico que es el de la encuesta. La estadística es un método científico. Y en la encuesta el 90% del país rechaza al Congreso. Ahí hay un consenso gigantesco. O el 82% del país rechaza el desempeño de Dina Boluarte, otro consenso gigantesco. Pero, si buscas esos consensos en redes sociales, no los vas a encontrar. Porque ahí no hay método científico, ahí hay granjas de trolls contratados. Si yo tengo mi cuenta verificada en Twitter, todos saben que yo estoy escribiendo eso, que yo lo digo o que lo respaldo. Pero en general la mayoría de las personas que interactúan en las redes sociales no tienen una cuenta verificada, o son robots o trolls, gente contratada para hacer daño e inventar de todo. Me divierto mucho bloqueándolos.
Que se busque justificar las muertes en las protestas de los últimos meses, que el Gobierno no dé explicaciones y que el Congreso avasalle y controle otras instituciones del Estado es como un deja vu de los años 80 y 90.
Algunos mensajes que estoy leyendo me hacen recordar eso. Por ejemplo, denunciar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos es algo que trataron de hacer parcialmente Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori. No les resultó porque tenían que denunciar íntegramente el tratado. Querían salirse de la competencia contenciosa de la Corte o desobedecer sus mandatos. El caso Ivcher, La Cantuta, Barrios Altos ponen en una situación difícil al Gobierno de Fujimori, y los quiere desconocer. Finalmente, cae Fujimori y los fallos son ley. Fallos que se cumplen por un Estado que acepta la jurisdicción supranacional. Pero frases como “y dónde están los derechos humanos de la Policía”, eso yo lo escuchaba en los 80. Son los mismos lemas.
Frases que se usan hoy para descalificar al Museo de la Memoria, por ejemplo.
Por ejemplo, que el Museo es para los terroristas, que todo aquel que no esté de acuerdo con lo que propongo es terrorista. He tenido una horda de 20 personas en mi casa con un megáfono diciéndome terrorista, comunista. Yo jamás he sido de izquierda. Lamentablemente, al otro lado lo que tienes es una derecha bruta y achorada. No comulgo con esa brutalidad ni ese achoramiento. La mayoría del país aspira a una moderación. El 70% cree que la Policía y el Ejército manejaron mal las protestas. Y cree que violaron derechos humanos, porque están los fallecidos. Otro ejemplo: la mayoría del país está de acuerdo en un adelanto de elecciones, y la mayoría sabe que no hubo fraude el 2021. Ahí no hay polarización.
"El 90% del país rechaza al Congreso. Ahí hay un consenso gigantesco", dice la abogada. Foto: Archivo.
Dina Boluarte pudo tener un gobierno transitorio, convocar a elecciones e irse a su casa. Pero eligió quedarse y hoy debe afrentar los muertos en las protestas
Dina Boluarte pudo haber sido Paniagua y terminó siendo Vizcarra. Ella pudo decir “yo soy vicepresidenta, completo el mandato como Vizcarra”, o “nos vamos a una presidencia de transición, como la de Paniagua o Sagasti, organizo las elecciones y me voy”.
Eligió mal.
Y ya sabes cómo terminó Paniagua y cómo terminó Vizcarra.
¿Qué seguridad tenemos de que Dina Boluarte o Alberto Otárola van a ser alcanzados por la justicia?
Yo estoy segura, es una cuestión de paciencia, son crímenes que no prescriben. En los noventa parecía imposible creer que Montesinos o Alberto Fujimori iban a ser sometidos a un tribunal, pero los hechos demostraron algo distinto. Cuando ellos cometen los crímenes, ya había una justicia supranacional. El Perú está sometido a una justicia supranacional de la cual no puedes escapar. Y una vez que los autores materiales e intelectuales queden plenamente identificados, el curso de la justicia va a seguir hacia ellos, sin duda. Un caso: Daniel Urresti está preso por un crimen que cometió hace 32 años. Depende mucho de las familias de los fallecidos porque son ellas las que impulsan los procesos. Estoy segura de que estas familias de los jóvenes que han muerto van a pelear por ellos 20, 30 o más años.
¿Por qué la Fiscalía no está siendo diligente en la investigación de los casos?
Creo que es más o menos obvio que hay un pacto político. Presumo que la fiscal de la Nación no quiere pasar por una acusación constitucional y necesita todos los apoyos posibles. Tiene asuntos graves que responder, tiene tres investigaciones en la Junta Nacional de Justicia. Creo que está buscando aliados. Y los aliados van a estar en el Congreso y en el Ejecutivo. Un Ejecutivo que se sostiene también por apoyo del Congreso. Si esto [la represión] le hubiera pasado a Pedro Castillo, hubiera dejado de ser presidente de inmediato. Si hubieran muerto 49 personas por arma de fuego, Castillo estaría ‘requetepreso’ sin haber dado un golpe de Estado.
¿Sigues pensando que Boluarte no llega al 2026?
Sí. El Congreso no apoya a Boluarte porque le parezca una estadista o esté contento con ella, sino porque la necesita para sobrevivir y evitar su disolución. Pero el 2025, el último año, como le pasó a Vizcarra, ya el Congreso no necesita al presidente, porque, si lo sacan, no lo pueden disolver. Entonces, van a preferir nombrar a alguno de su cogollo para nombrar a algún congresista que sea presidente y les permita más ventajas de las que ahora tienen.
El Congreso ha tomado el TC, la Defensoría y otras instituciones, y ahora avanza hacia la Junta Nacional de Justicia, el Jurado Nacional de Elecciones y la ONPE. Hay quienes advierten de una dictadura parlamentaria.
Creo que hay un proyecto autoritario que cada día se consolida más. Y los proyectos autoritarios pueden ser, este no lo es, pero podrían ser populares en el Perú. Porque la gente está dispuesta a sacrificar libertad por orden. El problema es que eso tendría que ir acompañado de una gestión brillante. Y Dina Boluarte no tiene ninguna capacidad de gestión. Su gabinete es mejor del que tenía Pedro Castillo, pero eso no es mucho tampoco.
Ahora hay un peligroso interés del Congreso en controlar el JNE y la ONPE…
Es bastante obvio: quieren que sus oportunidades electorales mejoren en una próxima elección. Los partidos que hoy están en el Congreso salen muy golpeados por la pésima performance que han tenido ahí. Si capturas la ONPE y el JNE, puedes capturar la elección. No hay que ser ingenuos. Como me explicaron hace unos días: ya los partidos no tienen militancia, tienen empleados. O gente que quiere ser empleada del Estado. Lo que hay es una presión dentro de cada organización por dar empleo a más gente. Mientras más puestos tengas en el Congreso, más poder tienes para satisfacer a tu ‘empleocracia’. Con eso no puedes construir una democracia. Porque no hay democracia sin partidos políticos. Y no hay partidos políticos sin militancia. Si no tienes militancia y tienes partidos que representan intereses muy particulares de personas que pueden cambiar de camiseta sin inconveniente, entonces no tienes nada. Tienes un proyecto autoritario que se fortalece en un Estado vacío.