Vecinos, tenemos que hablar
La Plaza convierte en pieza teatral las trepidantes reuniones de los vecinos de un condominio en tiempos de cuarentena. En tono comedia y vía Zoom, Junta Extraordinaria quiere que nos veamos al espejo. El teatro 2.0 ha llegado.
El vecino que saca a orinar al perro y demora una hora. La vecina que ves pasar sospechosamente todos los días con la bolsa del mercado. El vecino que prende la licuadora las 6 de la mañana. Y el otro que tiene vi- deollamadas a la medianoche. La convivencia en cuarentena en los edificios multifamiliares es un parto para muchos.
Vemos y escuchamos más a nuestros vecinos. Y tenemos que estirar lo poco que nos que- da de tolerancia como chicle, porque ahora más que nunca la acción del otro nos afecta. Y tenemos que llegar a acuerdos por Whatsapp o Zoom: que todos paguen puntual el agua; que cada uno limpie el área común de su piso; que se forme una comisión para comprar víveres para los ancianos del 401; que hay que pensar en un protocolo si algún vecino se contagia; que tenemos que organizar una “junta extraordinaria”.
Para ponerse a tono con el ahora, los creadores del Teatro La Plaza han tomado esa expresión pomposa -usada por el presidente de la junta de vecinos cada vez que quiere llegar a acuerdos- para escribir una obra teatral-virtual, que será transmitida vía Zoom, y en la que el público podrá participar de forma interactiva con los dos únicos actores presentes (en la pantalla) Gisela Ponce de León y Christian Ysla.
Y es que el confinamiento también puede ser un caldo de cultivo de buenas ideas. Junta Extraordinaria ha sido escrita por Claudia Tangoa, Alejandro Clavier y Luis Alberto León, y tiene como directora artística a Chela de Ferrari. Después de haber superado el parón por el comienzo de la cuarentena, de interiorizar que los teatros no se abrirán hasta fin de año, se pusieron manos a la obra y pensaron en nuevos proyectos que reflejasen lo que está pasando afuera. Mejor dicho, adentro, en esas ollas a presión que se han convertido los condominios.
“Junta Extraordinaria surgió de lo que estamos viviendo y la pandemia nos está enseñando a movernos de forma colectiva y aprender a organizarnos, y un espacio propicio para poner a prueba todo eso es un edificio multifamiliar”, dice Claudia Tangoa, que no ha salido de su departamento desde que comenzó el confinamiento, hace 70 días exactamente.
Nuevo formato
“Si no podemos compartir el mismo espacio, podemos compartir el mismo tiempo”, agrega Alejandro Clavier, que habla vía Zoom desde Grecia. Viajó a la cuna del teatro para seguir un curso con su director favorito, Dimitris Papaioannou, y allá quedó varado desde que empezó la pandemia. El dramaturgo venezolano, afincado en Perú desde hace años, toma la crisis sanitaria como una oportunidad.
“Hace tiempo, incluso antes del coronavirus, pensábamos en cómo atraer al público contemporáneo al teatro, porque estaba dejando de ir. El formato del teatro tradicional, ese que tienes que ver y oír desde tu butaca en silencio, está como desfasado con la época de redes sociales y participación al máximo. Con Junta Extraordinaria, el espectador dejará de ser pasivo y será parte del juego”.
Todavía están en etapa de prueba y error. “Aún no definimos el número de participantes. Lo que sí sabemos es que habrá un equipo de producción online muy atento a las reacciones del público que por interno le indicará a Christian quién será el siguiente en participar”.
Claudia no quiere ‘spoilear’ el guion. Pero por buenas fuentes sabemos que en Junta Extraordinaria se discutirán las reglas de convivencia en tiempos de pandemia del edificio El Porvenir; que Gisela encarnará cuatro tipos de vecinas, entre ellas, una mujer que está pasando en soledad el encierro; que Ysla (Arnaldo Palomino) con lentes de carey logra una pinta de presidente de junta de vecinos insuperable; y que el público podrá ser parte de los vecinos desde el 4 de junio próximo, de jueves a martes.
Los personajes de Junta Extraordinaria están al borde como lo estamos todos. Permítase hablar y sentirse identificado.