Sonidos peruanos para el mundo
El 2019 fue la consagración de Tony Succar, ganador de dos premios Grammy con su fusión de salsa y géneros contemporáneos. También de la cumbia peruana, que demostró en festivales y rankings mundiales que ningún público se le resiste.
Un día de 2011, Tony Succar realizó unos arreglos musicales a un tema de Michael Jackson para una presentación que le habían pedido. Le puso ritmos latinos y compartió el resultado con algunos amigos. El tema fue recibido con admiración y buenos augurios. Ahí estaba el germen de su proyecto de rendirle homenaje a Michael Jackson en ritmo de salsa, proyecto que años después lo consagraría en el mundo de la música.
Ese trabajo llamado Unity: The Latin Tribute to Michael Jackson lo convirtió en un músico y productor reconocido en el circuito de la salsa y los ritmos latinos. Pero detrás de ese éxito, alcanzado allá por el 2015, hubo mucho esfuerzo: debió insistir varios años para conseguir que los representantes de Jackson le permitieran usar la música del Rey del Pop y lograr que cantantes consagrados como Jon Secada, Tito Nieves o La India lo acompañaran en esa aventura.
La valla que se puso con ese primer disco quedó alta. Pero tenía claro lo que quería hacer en su siguiente disco, Más de mí, aparecido este año: “Fusión pop tropical que es mi sello”. No quiere escribir canciones para seguir con la misma tendencia de la salsa actual, según ha declarado a varios medios. En su música se mezcla la salsa con el pop, el jazz y los ritmos afroperuanos. Los puristas podrían poner reparos, pero cada tema del peruano suena sensacional.
Por eso, cuando la noche del 14 de noviembre de este año Tony Succar subió al escenario del MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, Estados Unidos, a recibir el primero de los dos premios Grammy que ganó por ese disco –a mejor álbum de salsa y mejor productor del año– estaba coronando una carrera musical que empezó de adolescente en el grupo musical de su familia, Mixtura. Hoy ya es una estrella en el firmamento internacional y el músico peruano del 2019.
Percusionista de corazón –su instrumento es el timbal– Tony Succar es considerado parte de la nueva hornada de la salsa y de los ritmos afrolatinos. “El álbum Más de mí nació con el objetivo de traer de vuelta el género de la salsa a las nuevas generaciones, así como reabsorber las de la vieja escuela [...]. Es un registro que nos muestra una forma en que la salsa puede evolucionar en el futuro inmediato, y es sin duda un camino por recorrer”, dijo de su disco el portal de música Latinastereo.com.
Algo que le reconocen los peruanos es el apego a sus raíces peruanas. El cajón peruano, la quijada y ritmos como el lando están presentes en sus producciones. En febrero próximo Tony Succar estará en el Gran teatro Nacional, en lo que será su primer concierto en el Perú. Es la oportunidad de apreciar en vivo todo su talento y toda la música que anima su corazón salsero, jazzero, latino, rojiblanco.
Cumbia para todos
Este 2019 la cumbia peruana volvió a ser el género peruano más potente a nivel de conciertos. En noviembre, en el Festival Vivo X el Rock, la banda piurana Armonía 10 ‘la rompió’ en el escenario. El público coreó temas como Siempre pierdo en el amor, o Me emborracho por tu amor, entre otros clásicos. Y las críticas a su presencia en un festival de rock quedaron en el olvido.
Lo mismo pasó con otras dos bandas que también estuvieron en ese festival: Los Shapis y Los Mirlos. Los primeros hicieron sonar sus éxitos históricos como La novia, Chofercito carretero, El Aguajal y confirmaron que, realmente, no hay público que se resista al género. Por su parte, Los Mirlos impusieron su cumbia sicodélica, más cercana al rock. Triunfaron esa noche, como lo han hecho este año en México, Colombia o el Alternativo Music Festival de Lima.
Para cerrar, este año volvieron Los Wemblers, de Iquitos, con el disco Visión del Ayahuasca, después de 30 años. El portal inglés Sounds and Colours lo pone en el número 1 de los 25 mejores discos del año. Un viaje amazónico lisérgico y sonoro. Por todo eso, la cumbia sigue aumentando su leyenda. (R. M.)