"Pocho" no se presentó a la audiencia judicial y el juez le reservó la sentencia y ordenó su búsqueda y captura a nivel nacional. Otros tres dirigentes, Renzo Chiri, Carlos Gallardo y Augusto Donayre, quedaron detenidos con pena de prisión efectiva. La justicia considera que defraudaron al club blanquiazul al ocultarle los ingresos por venta de jugadores. Prisión efectiva, Gabriel Mazzei M. Guillermo "Pocho" Alarcón Menéndez, el resistido y cuestionado ex presidente de Alianza Lima, prefirió esconderse de la justicia y perdió por walkover. La juez Judith Villavicencio Olarte, del 36 Juzgado Penal de Lima, no dudó un instante, y ante su inasistencia, por tercera vez, a la lectura de sentencia, dictó orden de captura nacional en su contra. La policía nacional deberá buscarlo, ubicarlo y capturarlo para ponerlo a disposición del juzgado. Hasta que se presente por iniciativa propia o la policía lo lleve ante la cancha de la justicia, la juez le reservó la lectura de sentencia. El fiscal Julio Gutiérrez Aragón ha pedido que se le imponga una pena de cinco años de prisión. Lo acusa de ser autor principal de los delitos contra el patrimonio, en la modalidad de fraude en la administración de personas jurídicas, administración fraudulenta y contra la fe pública, falsedad ideológica. Como principal agraviado aparecen el club Alianza Lima, la SUNARP y los socios aliancistas Oswaldo Francisco Carpio Villegas y Avelino Pujazón Morillo, los principales impulsores de este proceso. PRISIÓN EFECTIVA La sentencia se leyó en un pequeño ambiente del quinto piso del edificio “El Progreso”, de la avenida Miró Quesada, donde funciona el juzgado, con la sola presencia de algunas personas del público y sin la prensa. Desde los primeros párrafos la atención estuvo centrada en saber qué decidiría la juez sobre el controvertido y ausente Alarcón, pues era la tercera vez que no asistía a esta diligencia. En las anteriores la juez pospuso la lectura, pero esta vez decidió seguir adelante, no había nada que esperar. Así, dictó penas de cuatro años de prisión efectiva para tres ex dirigentes que, según la fiscalía, habían secundado las tropelías de Alarcón Menéndez, en Alianza Lima. Renzo Leonardo Chiri Márquez, Carlos Humberto Gallardo Jugo y Augusto Alberto Donayre Paiva quedaron detenidos y permanecerán recluidos hasta el 21 de noviembre de 2017. La reparación civil a favor de los agraviados suma 280 mil soles: a Chiri, sentenciado como autor del delito contra la fe pública, falsedad ideológica, se le impuso una reparación civil de 80 mil nuevos soles. En tanto, Carlos Gallardo y Augusto Donayre Paiva, ex tesoreros del club, tendrán que abonar la suma de 200 mil soles a favor de Alianza Lima, la SUNARP y los ex dirigentes Oswaldo Carpio y Avelino Pujazón Morillo. Los tres condenados apelaron contra el veredicto por considerarlo excesivo, y luego fueron trasladados a la carceleta del Poder Judicial, donde serán evaluados por el INPE para decidir en qué penal cumplirán la pena. Rodeados por efectivos policiales, los sentenciados abandonaron el edifico judicial con un rostro distinto con el que ingresaron. Llegaron confiados de dormir en casa y salieron con grilletes y tapándose los rostros con sus sacos, para evitar el constante flash fotográfico. EL VEREDICTO La lectura de la sentencia tuvo una duración de cuatro horas aproximadamente, en un relato sucinto pero claro de la forma en que defraudaron al club íntimo a espaldas de los socios y en beneficio propio. El veredicto precisó que Guillermo Alarcón y sus directivos son responsables de dos hechos irregulares en concreto: la colusión para utilizar en provecho propio las arcas del club en los años 2008 y 2009 y la falsificación de firmas de dirigentes del club en un acta, para renovar el consejo directivo de la institución deportiva. Los acusados aprovecharon sus cargos para "ocultar a los asociados la verdadera situación económica financiera del club, falseando los balances, utilizando informes financieros insuficientes y sin sustento documentario de las partidas contables de los años 2008 y 2009". Se aprecia además la "conducta dolosa y omisiva de los procesados" por no haber aclarado en su momento sobre los manejos del club deportivo. FUTBOLISTAS Igualmente, durante su estancia en la presidencia de Alianza Lima, Guillermo Alarcón habría recibido de manera ilegal, en sus cuentas personales, el dinero por las ventas de los jugadores Jefferson Farfán, Wilmer Aguirre y Rinaldo Cruzado. Un tema que siempre ha generado polémica al interior del club y el rechazo de los jugadores. El actual jugador del Schalke 04 de Alemania llegó a afirmar que Alarcón "no sabe nada de fútbol". Sobre este punto, el fiscal responsabilizó a Alarcón Menéndez de hacer caso omiso a los requerimientos de los miembros del Consejo Directivo del club para la rendición de cuentas sobre transferencias de jugadores, a fin de inscribir en los registros públicos el acta de Asamblea General de fecha 3 de noviembre del 2009. En ese documento, presuntamente falsificado, se habría consignado como asistentes a la Asamblea a 286 asociados con derecho a voto, pero al menos seis de ellos nunca participaron en esa reunión. La agenda de esa Asamblea de Socios fue la revocatoria parcial de los miembros del Consejo Directivo del Club y la recomposición y nombramiento de los nuevos integrantes. Dicha acta cuenta con la firma de Renzo Chiri Márquez. FALSIFICACIÓN Durante la investigación de este caso, seis dirigentes señalaron ante el fiscal que el 3 de noviembre del 2009 no participaron en ninguna Asamblea del Club, ni menos otorgaron una carta poder para que otras personas los representaran, en vista de que se encontraban fuera del país. "Por ende, los imputados Guillermo Alarcón Menéndez y Renzo Chiri Márquez, como presidente y secretario, respectivamente, refrendaron el Acta de Asamblea General extraordinaria, en la que insertaron declaraciones falsas, al indicar que habían asistido socios que en realidad no estuvieron ni participaron allí, con lo que finalmente lograron su inscripción en los Registros Públicos, como si la declaración tuviera contenido de veracidad", puntualizó el fallo. "Se ha hecho justicia en la administración de los clubes deportivos que por mucho tiempo han sido manejados como chacras", señalaron dirigentes, socios e hinchas del club íntimo al conocer la decisión de la justicia. Todos esperan que "Pocho" Alarcó‘Pocho’, tres años de una gestión marcada de fracasos y sospechas sea ubicado pronto. HABRÍA BUSCADO REFUGIO EN CHILE Guillermo "Pocho" Alarcón se habría refugiado en Santiago de Chile desde hace dos semanas, al ser evidente que sería sentenciado por la justicia peruana por el desfalco del club que dirigió durante tres años con desastrosos resultados. Según fuentes aliancistas, Alarcón buscó refugió en Chile porque allá tiene buenos contactos, por sus relaciones con el grupo Pegaso. Además, porque será difícil que proceda un eventual pedido de extradición. El 2010 y el 2011, con ‘Pocho’ de presidente, Alianza Lima hizo sus pretemporadas en Argentina, en Sierra de la Ventana, otro lugar donde el ex dirigente también podría haber buscado refugio para escapar de la justicia. 'POCHO', TRES AÑOS DE UNA GESTIÓN MARCADA DE FRACASOS Y SOSPECHAS Deportivamente hablando, durante sus tres años de gestión, el popular club de La Victoria nunca pudo levantar el título nacional. En el 2009 llegó a la final dirigido por el técnico Gustavo Costas, pero perdió la final ante el clásico rival, Universitario, que dirigido en ese entonces por Juan Máximo Reynoso le ganó los dos partidos por idéntico marcador: 1-0. En Matute, Piero Alva fue el verdugo. En el estadio Monumental, un penal bien ejecutado por el ‘Maestrito’ Nolberto Solano dejó sin opción al golero Salomón Libman y cerró la historia. La copa se fue a manos cremas. En el 2011, cuando ya desde todos los frentes exigían la salida de Guillermo Alarcón, el club volvió a disputar otro título nacional sin suerte ante Juan Aurich, equipo que se coronó campeón profesional por primera vez en su historia venciendo en tres partidos a los blanquiazules. Este es el recuento desde el centro de un campo de juego. O visto desde el banderín de un córner. Guillermo Alarcón, alias Pocho, nunca consiguió éxitos deportivos y más bien hizo noticia por caminar siempre por la delgada cornisa de la sospecha. Se habló siempre de su estrecha vinculación con el Grupo Pegaso Chile, anexo de la empresa mexicana que invierte en distintos sectores de la economía como telecomunicaciones, educación, deportes entre otros. Precisamente Pegaso Chile administró, no sin polémica, durante dos años la Universidad de Chile y luego entró el grupo ‘Azul azul’. La familia íntima se mostró unida meses atrás pues ante la grave situación económica del club –actualmente en Indecopi y a cargo de una administración temporal que encabeza Susana Cuba– se filtró la versión de que Alarcón buscaba vender el club a la mencionada empresa chilena que, dato llamativo, ha sido de las primeras en lograr ahora que le reconozcan sus acreencias con el club. El también ex presidente grone Carlos Franco denunció esta maniobra y dio detalles sobre cómo Alarcón destinó cobros por la venta de jugadores al extranjero a sus propias cuentas. Con Alarcón, Alianza se hizo enemigo de las vueltas olímpicas, pero amigo de las crónicas policiales y los líos judiciales. Socios agredidos, policías custodiando Matute sin jugarse partido alguno. Computadoras extraviadas, falta de luz y agua. Deudas hasta con el municipio victoriano y trabajadores que hacían ollas comunes ante los más de siete meses impagos, situación de atraso que también vivió el plantel de jugadores. Inexplicablemente el equipo jugó amistosos sin cobrar y, sin embargo, pagó 210 mil dólares por hacer la pretemporada en Santiago de Chile. Alianza, con Alarcón, hizo siempre estos acondicionamientos físicos fuera como si en el Perú no hubiera facilidades y microclimas para potenciar rendimientos. Se le cuestionó su estrecha amistad con Fito Alonso, representante del DT Costas, que no goza de buena fama en el mundo del fútbol. En fin. Siempre caminó entre las sombras como presidente de Alianza.