Nuestro crédito Ramón Ferreyros y el piloto sureño Cristóbal Vidaurre forman la escudería Overdrive para afrontar, juntos, el rally más difícil del mundo. Equipo., Michel Dancourt. Sobre las dunas de Paracas no hay ninguna fase oral. Internados en el desierto de Atacama, no hay tiempo para alegatos que se contraponen. En pleno rally solo habla la velocidad y fluye la adrenalina a mil por hora. Separados políticamente en La Haya, la relación deportiva entre Perú y Chile se estrechará desde el próximo 5 de enero cuando se dé la partida, en Lima, a la nueva edición del Dakar que recorrerá ambos países además de Argentina. Y como para que la historia de buena onda sea redonda en esta competencia, si la largada será en nuestra capital la meta está fijada en esta ocasión frente al Palacio de La Moneda, en Santiago. “Las camionetas llevarán las banderas de los dos países y espero que esto trascienda por sobre los problemas políticos que puedan haber. A mí siempre me han recibido muy bien en Chile y no creo que ahora sea distinto. Igual que los chilenos que vendrán a nuestro país. Hay una buena química con Cristóbal y correremos con el desafío no solo de terminar la competencia, que en un rally de estas características ya es un gran logro, sino también de quedar bien ubicados. Que la creación de este equipo sirva para demostrar la hermandad que debe haber entre ambos pueblos”, sostuvo nuestro piloto Ramón Ferreyros, que ha sido campeón nacional chileno categoría N3 y ha ganado varias competencias en el país del sur. “Con todo el tema que se vive en La Haya , tener un equipo compartido suena muy bonito. Hay dos autos de prensa peruanos, cuatro vehículos de asistencia con mecánicos chilenos y belgas”, sostiene por su parte Vidaurre, el otro piloto del team Overdrive, esta escudería binacional que espera dar la hora y estar a la altura del gran desafío llamado Dakar. Ellos no estudian mapas ni trazan líneas perpendiculares o paralelas sobre el mar, estudiarán, más bien, al detalle su hoja de ruta. Ferreyros no es un especialista en cross country, pero asume con entusiasmo este debut en una carrera tan famosa y exigente como el Rally Dakar . “El auto tiene tecnología de punta, debemos ir de menos a más por el tema de la experiencia que nos falta en este tipo de terrenos”, aseguró. “Vamos a darnos la mano mutuamente, la idea es que las dos camionetas lleguen en puestos expectantes a Santiago”, apuntala Vidaurre, que recuerda como anécdota que ambos fueron enconados rivales en el pasado, cuando Ramón defendía a Hyundai y él a Honda en la N3 en Chile.