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Desde Vinícius hasta Aldair Rodríguez: el racismo en el fútbol y el duro desafío para erradicarlo

Debido a las críticas e insultos contra Vinícius y los casos de discriminación en el fútbol peruano, la especialista Sofía Carrillo habló con La República para comentar las acciones que se toman y el porqué de las actitudes racistas que se presentan en el balompié.

El fútbol peruano ha tenido actos racistas en diversas ocasiones. Foto: composición LR/AFP/Cienciano/captura
El fútbol peruano ha tenido actos racistas en diversas ocasiones. Foto: composición LR/AFP/Cienciano/captura

La bandera de la lucha contra el racismo en el fútbol ha sido tomada por Vinícius Júnior en los últimos años. El delantero del Real Madrid y estrella con la selección brasileña se ha ganado un nombre debido a sus regates, velocidad, definición y sus bailes cada vez que anota, lo cual ha llevado a que sus seguidores y amantes del balompié lo coloquen dentro del top mundial de mejores futbolistas. Asimismo, su temperamento efusivo, que puede mostrarse mediante burlas, pica y hasta peleas contra el rival, también han hecho que a muchos no les agrade y se gane varias críticas. Sin embargo, estos cuestionamientos llegan al extremo de ir acompañado por insultos racistas, lo que ha provocado que el jugador abrace más su lucha.

En una reciente conferencia, 'Vini' habló sobre las diferentes situaciones que ha pasado y llegó a llorar en plena rueda de prensa: "A veces tengo menos ganas de jugar, menos voluntad. Quiero seguir luchando", fueron sus palabras.

El Perú no es ajeno al problema. De acuerdo con la I Encuesta Nacional de Percepciones y Actitudes sobre Diversidad Cultural y Discriminación Étnico-Racial que se realizó en el 2017, el 53% considera a las personas peruanas racistas, además más de la mitad se ha sentido discriminada.

En cuanto al balompié nacional, los casos más recientes que fueron castigados ocurrieron este 2024 en Tarma, cuando a Aldair Rodríguez de Cienciano le lanzaron un plátano desde las tribunas de la barra de ADT, misma situación la vivió Kevin Quevedo en el Estadio Monumental en el 2022, en un duelo ante Universitario de Deportes.

El cuadro crema fue sancionado con una multa de 10 UIT y el cierre de la tribuna de occidente para su siguiente partido; por su parte, el conjunto tarmeño recibió la misma multa, pero con la inhabilitación total de su recinto para su próximo encuentro.

Para poder conocer más acerca de este tipo de actitudes en el fútbol, La República conversó con Sofía Carrillo, periodista deportiva y activista afroperuana, quien fue incluida en la lista de las 50 mujeres peruanas más poderosas en Forbes en el 2022.

―¿Por qué se critican aspectos personales de Vinícius en vez del tema de fondo, el racismo?

―Hay una resistencia a reconocer la existencia del racismo que es estructural porque tiene muchas manifestaciones. El ámbito del fútbol es un espacio en que, habitualmente, se han normalizado este tipo de insultos, sobre todo hacia futbolistas afrodescendientes. El hecho de que haya una persona que hable de la situación, y pueda manifestar cómo le afecta a nivel personal y familiar, remueve todos los cimientos de este racismo que está en la estructura de nuestra sociedad.

Hay una gran responsabilidad de las autoridades del fútbol para que una persona sea atacada de esa manera. Vinícius puede contar su historia en Netflix, en cualquier plataforma que él considere pertinente porque es su historia, pero además no es solamente una historia personal, es lo que viven muchos afrodescendientes y africanos en las distintas ligas. Lo que pasa es que él ha alzado su voz, pero quienes deberían respaldarlo y protegerlo son las autoridades del fútbol, las autoridades del país.

―También dicen: "¿Por qué reclama Vinícius, si él es pleitista, picón, se burla y provoca?". ¿Por qué se busca que alguien sea una víctima pasiva?

―Lo que quieren es que permanezca en una posición de sumisión, de opresión, de humillación, ese es el espacio y la ubicación ideal para todos estos racistas y para toda la sociedad en su mayoría. A Vinícius pueden criticarle su juego, su manera de expresarse, hay distintas maneras de hacerlo, pero no haciendo alusión a su identidad étnico-racial, porque eso está demostrando que el racismo es lo que aflora.

―Los hinchas de Alianza Lima se hacen llamar 'grones' o usan tifos de gorilas y los rivales aprovechan eso para insultarlos y llamarlos de la misma manera despectivamente...

―Una cosa es que te digan 'grone', que es 'negro' al revés, que ante el temor de utilizar la palabra un poco se fue jugando con eso a lo largo del tiempo; pero otra cosa es la animalización, eso es deshumanizar al otro. Si yo deshumanizo, le estoy quitando valor, no puedo decirle a una persona 'gorila', 'mono', porque se está buscando la minimización del rival.

En el fútbol, sabemos que es un espacio muy particular, pero esto no quiere decir que lo que antes se daba ―que también estaba mal, pero que ahora somos más conscientes de que no debe repetirse ― tenga que mantenerse. Si antes los futbolistas, lamentablemente, estaban obligados a soportar este tipo de agresiones. Ahora no tienen por qué hacerlo.

―El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, manifestó la posibilidad de una derrota automática si se presentan casos de discriminación en un partido, ¿eso es un avance?

―Sí, creo que tiene que haber sanciones mucho más drásticas en términos de hacer evidente el rechazo al racismo. En el Perú, las sanciones siguen siendo muy suaves, se pide hacer campañas, suspenden dos fechas el estadio, pero eso no es suficiente, porque una campaña no solamente es colocar una banderola en el estadio, es hablar con los futbolistas, es hablar con las barras, es entender por qué esta práctica no debe ser permitida en ningún espacio, incluyendo un estadio de fútbol. Ninguno de los equipos sancionados han hecho algo sostenible para decir que realmente su lucha contra el racismo es real. Creo que es necesario trabajar en lo preventivo, pero también las sanciones tienen que ser mucho más duras para que haya una sensación de no impunidad ante la agresión.

―¿En el fútbol peruano hace falta una imagen como la de Vinícius?

―Sí, hace algún tiempo decía que es necesario que los futbolistas también alcen su voz de manera mucho más fuerte, más sostenida para que ese tipo de prácticas no se den. Creo que los futbolistas, al ser líderes de opinión muchos de ellos y conocidos, podrían utilizar su imagen para dar un mensaje distinto, uno positivo. Pero, sobre todo, creo que las autoridades del fútbol tienen la obligación de proteger a los jugadores porque, al haber poco respaldo, ellos no se van a sentir con la confianza ni el valor de sostener una denuncia, porque son tildados de cobardes de poco hombres, allí hay una mezcla de racismo y sexismo.

Hay una afectación también a la salud mental, hay formas particulares que uno tiene para afrontar este tipo de situaciones, muchos prefieren decir que no pasa nada; otros, arreglarlo en privado y, de esa manera, sobrellevar la situación.

―La discriminación es un delito, hay denuncias, ¿pero hay sentencias?

―Hubo una oportunidad en la que se dio una sentencia favorable a Azucena Algendones en Huancayo, pero en segunda instancia se desestimó. Por eso, muchas personas no se sienten con la confianza de denunciar la discriminación racial. En nuestro país hay delito de discriminación según el Código Penal, pero en el proceso, en el momento en que tienen que presentar las pruebas los testigos, un poco se va a desdibujando porque tampoco tenemos operadores de justicia que tengan conocimiento e información sobre esto. Debemos mejorar nuestro marco normativo, tiene que haber una ley contra la discriminación racial y el racismo, que se ha intentado en innumerables ocasiones.

(Se necesita) una ley que incorpore lineamientos para hacer trabajos preventivos en el ámbito educativo, que plantee capacitación a los operadores de justicia, que hable de trabajo comunitario en los espacios donde hay poblaciones originarias, poblaciones afrodescendientes. El racismo no solo es el insulto, no solo es la práctica discriminatoria que podemos ver en las noticias cuando son denunciadas, el racismo tiene que ver con la estructura de nuestra sociedad, con las barreras que tienen determinados pueblos para acceder a una educación de calidad, con que el embarazo en adolescentes esté concentrada mayoritariamente en poblaciones indígenas, amazónicas, afrodescendientes y andinas, eso es el racismo que no haya trabajo digno para estas poblaciones porque tienen que afrontar mayores barreras que las poblaciones no racializadas.