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A Melgar se le fue otra victoria

Empate. Los rojinegros lograban su primera victoria del año en condición de visita hasta el minuto 96. Unión Comercio logró la igualdad 1-1 por medio de Kambow. Anotó otra vez Cuesta.

Dominio. Melgar tuvo el control del partido casi todo el tiempo pero hubo errores fatales. Foto: LR
Dominio. Melgar tuvo el control del partido casi todo el tiempo pero hubo errores fatales. Foto: LR

Melgar está sumergido en un pantano de mediocres actuaciones que no le permiten ganar partidos, sobre todo de visita, para sumar tres puntos que los alejen de los últimos lugares en la tabla.

El último lunes mandó al basurero todo lo bueno que hizo el equipo durante 96 minutos de juego, errores del arquero Cáceda y la defensa en general permitieron que Unión Comercio les empate el partido 1-1 a falta de 40 segundos para que el árbitro toque el pitazo final.

Matías Lazo cumplió una buena función por la banda derecha en lugar de Ramos. Sus centros, sin embargo, no encontraron a los delanteros enchufados para convertir el gol.

Cavero, quien jugó en lugar de Reyna, tuvo prioridad en la marca antes de la proyección. El resto de jugadores, ya conocidos en el once titular, procuraron mejorar el juego colectivo, pero aún no se adecuan a los planteamientos del DT Mariano Soso. Aún así, fueron mejores que Comercio, que se vio soprendido por la marca y tenencia del balón de la visita.

Soso porfin acertó en los cambios. D'Arrigo y Cabrera impulsaron la ofensiva junto a Cuesta en el segundo tiempo. Precisamente fue Cabrera quien hizo una excelente jugada individual, ante cinco rivales, para hacer el pase a D'Arrigo y este para Cuesta que definió.

Justa ventaja para Melgar que de ahí para adelante buscó controlar la arremetida de Comercio. Hubo pasajes de serenidad pero la desconcentración llegó a los 96'.

Luego de un tiro de esquina, De Jesús cabeceó casi solo y el portero Cáceda no pudo detener el balón por completo, este fue a los pies de Kambow quien anotó solo, 1-1.

No se le puede llamar mala suerte. Los partidos no acaban hasta que suene el silbato y la concentración debe ser total al inicio o al final.

Ayer hubo momentos en los que Melgar practicó un fútbol rápido y eficaz. Pero hay momentos en los que parece que los jugadores, todos, no se conocieran ni hablaran en el campo.

No estaban jugando un partido brillante, pero habían sacado la ventaja que debían cuidar y mantener para sumar tres puntos afuera. Ayer se dejó pasar otra gran chance que podría pasar una factura bastante cara a fin de año. Se vienen tres partidos seguidos en casa.