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Kubo tras la victoria agónica ante el equipo de Simeone: Si puedo ayudar al Real Madrid, encantado

El jugador cedido por los merengues al Mallorca marcó el 1-2 final en el Wanda Metropolitano en una nueva jornada de la liga española.

Takefusa Kubo convirtió su primer gol en LaLiga con el Mallorca en la presente temporada. Foto: EFE
Takefusa Kubo convirtió su primer gol en LaLiga con el Mallorca en la presente temporada. Foto: EFE

El batacazo de la jornada la dio el Mallorca. Los piratas se llevaron los tres puntos del Wanda Metropolitano ante el Atlético de Madrid en el duelo correspondiente por la decimosexta fecha de LaLiga Santander. Los dirigidos por Diego Pablo Simeone se vieron sorprendidos, ya que les voltearon el marcador y a poco tiempo de finalizar el partido.

Los rojiblancos cayeron por 1-2 en el minuto 91 con tanto de Takefusa Kubo, quien finalizó un excelente contragolpe de su equipo, puesto que definió con total frialdad y entre las piernas del golero Jan Oblak. El joven futbolista de 20 años, está en condición de cedido por el Real Madrid en el Mallorca. Tras finalizar el compromiso frente a los colchoneros, se mostró comprometido con su nuevo club.

“Al final estoy para el Mallorca cien por cien. Lo que pasa es que si puedo ayudar a ellos (Real Madrid) también encantado. Yo pertenezco al Mallorca y sólo pienso en el Mallorca”, comentó Kubo para Movistar, según cita EFE.

Además, el futbolista japonés precisó sus sensaciones al convertir el gol del triunfo. “Yo, individualmente, venía imaginando que iba a meter el gol de la victoria y así fue (...) me puse nervioso, el toque se me queda corto y todo; al final después de dos meses llega algo bueno”, dijo.

Asimismo, resaltó lo que significa esta victoria ante uno de los rivales más difíciles del torneo español. “El Atleti es un equipo que con el 1-0 casi nunca se le da vuelta. Lo hemos intentado hasta el final y nos ha salido. Hemos tenido un poco de suerte también, pero al insistir e insistir también llega”, declaró Takefusa.

El golazo de Kubo que silenció el Wanda Metropolitano