Víctor Valdés: el arquero que nunca quiso estar bajo los tres palos [CRÓNICA]
El exgolero del Barcelona y la selección española siempre peleó contra su destino. Al final fue campeón del mundo y ganó la Champions.
El arco puede ser del triunfo, pero también el de la tortura. Incluso hasta para los más exitosos. Ese es el caso del español Víctor Valdés, campeón del mundo y de Europa con la selección española y ganador de la Champions y de la Liga Española con el Barcelona. Una carrera soñada por muchos pero para él, una condena que lo llevó incluso a hablar con un psicólogo porque no era feliz, a pesar de la gloria y el dinero logrado en su carrera.
Empujado por su padre y su hermano a empezar su carrera, llegó al Barcelona con solo 10 años. En La Masía no la pasaba bien, extrañaba a su familia –en Tenerife-. Valdés no era feliz y 5 meses después de llegar decide irse. El fútbol se empezaba a alejar hasta que un año después vio a sus compañeros por televisión jugar un campeonato donde salen campeones.
Regresar al Barcelona no era una tarea fácil y entrenaba en un club en Tenerife y por la tarde en la playa con su padre. Logra su objetivo pero él sigue sin querer siendo portero cuando entra a una etapa competitiva. “Para mí, el jugar de portero cada fin de semana desde los 8 hasta los 18 años ha sido un sufrimiento especial, constante de algo que no me gusta hacer, que es jugar de portero y que no entiendo por qué lo hago si no me gusta”, recordaba Valdés en una entrevista que le hicieron en el programa Expediente Robinson.
“Me horrorizaba el partido del fin de semana. Sabía que esos 90 minutos lo voy a pasar fatal. Yo no disfrutaba lo que estaba viviendo, piensas que tu vida no tiene sentido. Tenía ansiedad a fallar, era tal que me imaginaba otro tipo de vida”, señalaba el hoy retirado Valdés, quien incluso tuvo un paso como entrenador de menores en el Barcelona. A los 18 años le dice a su familia que no es feliz, que quiere hacer otras cosas. Fue a un psicólogo y le ayudó a ver el fútbol de una manera diferente.
Dos años después debutaba en Primera División bajo el mando de Louis Van Gaal. En el 2006 ganaba su primera Champions siendo figura en la final ante el Arsenal, repite el logro en el 2009 y 2011 ante el Manchester United. En el 2010 fue parte del plantel campeón del mundo con España y en el 2012 logra la gloria en la Eurocopa. Una carrera llena de logros, que al final recuerda con cariño a pesar de inicialmente no querer ser portero.
El niño que no entendía porque cuando celebraban los goles todos estaban felices y se abrazaban, pero cuando les anotaban, a él le gritaban. “Vale la pena insistir porque luego te puedes arrepentir”, es la lección que daba Valdés.