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Lima 2019: ‘Para siempre’ y la última gran unión del Perú

Opinión. Lo bueno, lo conmovedor y lo que faltó de ‘Para Siempre’, el documental de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Lima 2019.

El año pasado, todo el Perú se unió en una sola consigna: demostrarle al continente que cuando nos proponemos algo podemos lograrlo, con creces. Los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Lima 2019 significaron una aglutinación de esfuerzos desde diversos sectores en pos de la realización de un evento que debería significar un punto de partida, no solo para el rebrote del deporte en el Perú, sino para la consolidación de una sociedad más solidaria e inclusiva.

Uno de los esfuerzos para evitar que estos juegos no sean solo una alegría pasajera, fue la elaboración de una película documental en la que se narran los detalles y entretelones de lo que fue denominado por las autoridades de Panam Sports como “los mejores Juegos Panamericanos de la historia”. ‘Para siempre’ es el nombre del film que dirigió Ricardo Maldonado y que fue estrenado en el Gran Teatro Nacional.

Sin ánimos de disfrazarnos de críticos de cine, disfrutamos de una película que nos hizo rememorar grandes momentos que quedarán para la historia de nuestro deporte. Sin embargo, también hay algunas situaciones que pudieron ser mejor aprovechadas.

Deleite visual

Desde el aspecto visual, el film es impecable, abundan la intercalación de imágenes, cada uno de ellas guardando un significado especial que es elocuente por su propia naturaleza sin la necesidad de una narración que las explique.

Desde los esfuerzos de los deportistas en plena prueba hasta el empeño puesto por los miles de trabajadores que aportaron su granito de arena para la realización del certamen, ver en detalle sus manos en plena acción, sus pies en plena carrera, sus gestos en plena agonía producto del sacrificio físico, son factores que hacen que el film conecte con el espectador y sea ágil y disfrutable en todo momento. Mención especial al segmento en el que se muestran los instantes precisos de la obtención de medallas por parte de los atletas peruanos, tal vez la mejor escena de la película.

Historias que merecen ser contadas

La organización de Lima 2019 sacó adelante los juegos en tiempo récord, con mucho en contra. Esta es la piedra angular en la que se basa la metáfora principal del film, la lucha constante de nuestro país contra la adversidad. Es así que se suman las historias de María Fernanda Reyes en el surf (quien obtuvo medalla de plata luego de romper su tabla en uno de sus primeros turnos), Gonzalo Besada en la pelota vasca y los relatos de superación personal de los paradeportistas Pedro Pablo de Vinatea, Dunia Felices y Carlos Felipa, todos con una gran carga emotiva.

Asimismo, entendiendo que Lima 2019 era una alegoría en la que los peruanos se veían representados, ‘Para Siempre’ nos muestra la historia de un albañil, una cocinera y una empresaria textil, personajes cuyo trabajo fue importante para la realización del evento. Ellos presentaban un departamento de la Villa Panamericana listo, cientos de uniformes entregados en la fecha agendada y platos que encandilaban a los deportistas como las medallas que reconocían su esfuerzo.

Oportunidades perdidas

Samantha Bello clasificó a una de las finales pero se lesionó el mismo día de la competencia y no pudo participar. Las lágrimas de la nadadora peruana fueron compartidas por todos los que vimos el documental, no obstante es este tal vez la única gran vuelta dramática que encontramos sobre la competencia en sí.

En Lima 2019 se forjaron muchas historias que merecían ser incluidas y destacadas:

- La lesión de Inés Melchor que le impidió participar.

- La descalificación y posterior redención de Rosbil Guillen.

- La quita de puntos que privó del oro a Nicolás Pacheco.

- La historia de la venezolana Yuliana Bolívar.

- La distracción de Yanet Sovero, que le costó una medalla.

- El pedido de perdón del boxeador Miguel Ángel Germán a su madre por no ganar.

- La lucha de Kevin Martínez y Claudia Suárez para que el frontón peruano sea deporte olímpico. Y muchas más.

Se entiende que en el limitado tiempo de metraje no se podían incluir todas las maravillosas historias que se tejieron alrededor de Lima 2019, pero se esperaba que por lo menos el tema principal que era la desconfianza que existía de poder hacer un buen certamen (se menciona varias veces en la película) nos regale un sentido de urgencia un poco más intenso. En ese sentido, solo se limitaron a poner algunos tweets y fragmentos de noticieros que decían “no llegamos”, cuando bien se podría haber aprovechado las declaraciones de varios políticos que se oponían rotundamente a la posibilidad de realizar los juegos.

En conclusión, estamos ante un documento muy valioso, una cinta cuya exhibición debe superar las limitaciones del ecran para llegar a más peruanos a través de diversas plataformas. Nuestros compatriotas del futuro deben ver que el Perú que les dejamos, en el que realizar un evento de la magnitud de unos Panamericanos es posible, no siempre fue así y que se tuvo que se hacer un esfuerzo conjunto para lograrlos. Perú estuvo oculto durante mucho tiempo, hasta que en el 2019 se levantó para convocar al resto de América a una fiesta en la que seguimos jugando todos y lo haremos ‘Para Siempre’.