¿Por qué el 8 de marzo no es una fecha de celebración?
A lo largo de la historia distintas mujeres lucharon por reivindicar su rol para lograr una sociedad igualitaria. Conoce por qué el 8 de marzo no es una fecha de festejo, sino de reivindicación.
Todos los 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Esta fecha, lejos de ser un motivo de celebración —donde muchas personas felicitan a mujeres con flores, globos u otros obsequios—, sigue poniendo en evidencia la gran brecha de desigualdad en nuestra sociedad.
En ese sentido, miles de mujeres realizan manifestaciones, entre otras actividades, con el objetivo de repudiar la violencia, promover la igualdad de género y demás causas negadas históricamente. ¿Quieres saber por qué no se celebra el 8 de marzo? Sigue leyendo.
¿Por qué el 8 de marzo no es una fecha de celebración?
El 8 de marzo no es un día de celebración; por el contrario, esta fecha sirve para conmemorar a todas las mujeres que perdieron la vida mientras luchaban por el reconocimiento de sus derechos laborales y para reivindicar los derechos que aún no son garantizados.
De igual forma, se busca repudiar la violencia de género y visibilizar la brecha de desigualdad en el ejercicio de los derechos de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad.
Por ello, en este día, miles de mujeres en distintas ciudades del mundo realizan manifestaciones para reivindicar ante la sociedad las causas pendientes que les han sido prohibidas a lo largo de la historia.
¿Qué ocurrió el 8 de marzo de 1908?
En esa fatídica fecha, un grupo de 129 mujeres perdieron la vida durante un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York. Las trabajadoras se quedaron en las instalaciones a modo de huelga con el fin de que la empresa para la que laboraban les redujera la jornada laboral a 10 horas y les reconociera el pago igual al de los hombres por hacer las mismas funciones.
No obstante, el dueño de la corporación ordenó cerrar el lugar para que las féminas desistieran de la manifestación; sin embargo, decidieron quedarse y murieron por reclamar el ejercicio igualitario de sus derechos.
Después de casi dos meses, el 3 de mayo del mismo año, se llevó a cabo una ceremonia por el Día de la Mujer en Chicago. La celebración sirvió como preámbulo para que el 28 de febrero de 1909, en Nueva York, se rememore por primera vez el Día Nacional de la Mujer.
Un año después, en 1910, se realizó la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en Copenhague. El tema eje fue el sufragio universal para todas las mujeres propuesta por Clara Zetkin, líder del “levantamiento de las 20.000″.
Tras ese hecho, se proclamó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en homenaje a las mujeres caídas en la huelga de 1908.
Finalmente, en 1977, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó oficialmente el 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer.