¿Por qué llevamos flores a los difuntos?: el origen de esta tradición
Conoce cuál es el origen de esta tradición por el Día de Todos los Santos y qué flores podrías llevar en esta fecha.
Hoy, como cada 1 de noviembre, celebramos el Día de Todos los Santos. Esta festividad cristiana ha sido instituida en honor a todos los santos, conocidos y desconocidos por su gran labor a la hora de difundir el mensaje de Dios. Es una fecha, además, tradicional en la que se asiste a los cementerios y se lleva flores para las tumbas de seres queridos fallecidos.
El origen
La primera tumba a la que llevaron flores data de hace 13.000 años, según los enterramientos de la Edad de Piedra descubiertos en Israel. Desde entonces, la mayoría de las sociedades y religiones han adoptado el uso de flores y pétalos en las costumbres de muerte, desde Babilonia a Egipto, la América prehispánica o la India. En sus orígenes servían, además, para enmascarar el olor de los muertos, velados entonces durante días
¿En qué consiste esta tradición?
Esta tradición consiste en visitar las tumbas de nuestros seres queridos para mostrar que todavía les recordamos. Aunque el Día de los fieles difuntos es el día siguiente, 2 de noviembre, también se aprovecha este día festivo para llevar flores.
¿Qué tipo de flores se debe llevar al cementerio y cuál es significado?
Crisantemos
Estas flores son las verdaderas estrellas de Todos los Santos, sin duda las más compradas en España para honrar la memoria de los que ya no están. Uno de los motivos por los que se escogen los crisantemos en esta fecha es por su larga resistencia y perdurabilidad. No necesitan grandes cuidados para sobrevivir, incluso como flores cortadas, por eso decorarán la lápida o tumba durante mucho tiempo.
crisantemo
Lirios blancos
Entre todos los tipos de lirios que existen, los lirios cala son unos de los más apreciados para llevar al cementerio porque que representan el reconocimiento y la simpatía hacia aquellos que ya no están. Además, según una creencia cristiana, en la tumba de la Virgen María había lirios, razón por la cual estas flores siguen siendo protagonistas del 1 de noviembre en nuestros días.
lirio
Rosas
Como reinas de las flores, las rosas también son muy utilizadas en arreglos funerarios y en ramos para expresar condolencias. Las más apreciadas para llevar al cementerio son las rosas blancas, que expresan la pureza del alma, la admiración y el agradecimiento hacia la persona fallecida y también la voluntad de un nuevo comienzo hacia su familia y amigos.
Por otro lado, las rosas rojas también tienen un gran protagonismo en el Día de Todos los Santos, ya que son el símbolo más universal del amor eterno que nos une a aquellos que se han ido. Al mismo tiempo, si el ramo que eliges para el 1 de noviembre combina rosas blancas con rosas rojas, su significado adquiere un matiz de amistad hacia la persona fallecida y el sentimiento de lealtad y aprecio para siempre.
rosa
Claveles
Son unas de las flores más usadas para honrar la memoria de los muertos. Al igual que los crisantemos, se conservan muy bien y desprenden un aroma característico y muy intenso que llena los cementerios de su perfume.
Los claveles poseen diferentes significados según su color. El rojo representa el respeto y admiración por la persona fallecida, aunque si se trata de una pareja, simboliza el amor que se tenían. Por otro lado, los claveles blancos son símbolo de la pureza del alma. Por su parte, los de color rosa expresan el recuerdo y los de color amarillo, ofrecen luz y armonía ante la pérdida de seres queridos.
claveles
Gladiolos
Estas flores tan elegantes son comúnmente utilizadas para decorar lápidas y tumbas en los cementerios, pues denotan la ausencia de un ser querido y la tristeza por su pérdida. En otros contextos, pueden simbolizar desde erotismo y amor alocado hasta integridad, fuerza y victoria.
gladiolos