Homenaje a la arquitectura moderna de Lima: “Desde la vereda” de Piero Quijano
Piero Quijano y su última muestra, “Desde la vereda”, en donde rinde un homenaje a los edificios que son parte del imaginario limeño y a la vez una crítica por la desaparición de muchos y el descuido de los que todavía quedan.

En el Centro Cultural Inca Garcilaso de la Cancillería podemos encontrar, de manera frecuente, muestras de mucho interés. Una de ellas, sin lugar a dudas, es la del artista plástico Piero Quijano. El título de su última exposición, dedicada a la arquitectura de Lima desde finales de los años 40 hasta 1960, no pudo ser más preciso: Desde la vereda.
Piero Quijano nació en Lima, en 1959. Este dato no es menor si tenemos en cuenta el arco temporal en que guía su presente trabajo, conformado por 13 obras en acrílico sobre lienzo, en mediano formato, y que son, más que un homenaje, un guiño a la arquitectura moderna de Lima, caracterizada por su simplicidad y funcionalidad en años, subrayemos, en los que la capital venía experimentando cambios a razón de la migración interna. Decimos guiño y no homenaje, porque no hay una mirada general sobre la arquitectura de Lima de aquel periodo, sino una identificación del artista con ciertos espacios, muchos de los cuales son parte del centro histórico y, se deduce, también del imaginario limeño. Hay, pues, una proximidad, un afecto.

Edificio Ferrand. Imagen: Difusión.
El título de la muestra lo dice todo. Desde la vereda marca un acercamiento con el espectador, lo pone en la calle misma para apreciar de una manera distinta edificios que habrá visto muchas veces y que a fuerza de costumbre se instalan en el imaginario personal. Quijano los reconfigura con color y sencillez de técnica, haciendo que su muestra, como bien indica Jorge Villacorta en su texto curatorial, tenga el toque de la atemporalidad. A ello sumemos que sus piezas no muestran presencia humana alguna.
Una pregunta que deja Desde la vereda, teniendo en cuenta que cada quien tiene en su mente edificios simbólicos y que los de la muestra componen un racimo de lo que aún existe en Lima (y que corren el riesgo de desaparecer debido al avance inmobiliario pautado por el mal gusto), es la siguiente: ¿qué arquitectura de Lima nos presenta Quijano? En las piezas es patente el asombro, el nervio mediante la intensidad del color. Es decir, y de acuerdo con lo consignado líneas atrás en cuanto a la fecha de nacimiento del artista, la arquitectura de Lima que vio de niño. Esa es la arquitectura que Quijano resalta, una arquitectura personal con la que se siente todavía hablado.

Edificio Limatambo/Seoane. Imagen: Difusión.
En el centro de Lima están la mayoría de los edificios de Quijano, como el edificio Ferrand, ubicado en el cruce de la avenida Wilson con el jirón Quilca. Este sigue siendo un mastodonte que inspira miedo y, a la vez, seguridad en las intensas noches quilquenses. Pero tenemos otros edificios, como el edificio Limatambo, o conocido también como el edificio Seoane, que fue demolido en 2013, siendo a la fecha un estacionamiento.
La dimensión cromática de Quijano les otorga dignidad e intensidad a estos edificios. Esa es una manera respetuosa de mantenerlos en la memoria. Si no hay presencia humana, quizá se deba a que no se hizo mucho por cuidarlos.














