Lucho Cáceres: "La sociedad está dormida por la indiferencia"
El actor nos habla de 'Niños caen de los árboles', una obra adaptada a la coyuntura peruana.

En Niños caen de los árboles, Lucho Cáceres interpreta al heredero de El jardín de los cerezos, un adulto que se ha quedado detenido en el tiempo; no acepta los cambios y que la casa en la que creció le pertenezca ahora a alguien que considera inferior. Esta versión aterriza en la realidad peruana, en la desigualdad y la discriminación. “Es directa y por eso es la obra más incómoda. Va más allá del entretenimiento y pone el dedo en la llaga”, nos dice el actor.
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A fines de 2024, interpretaste a Leonardo en El sistema solar. ¿En qué ‘sistema’ está Leónidas, tu nuevo personaje?
Bueno, es tal vez el más distante a mí. De hecho, representa muchas de las cosas contra las cuales yo lucho, como la indiferencia, ¿no? Esa rancia oligarquía de espaldas a todo lo que ocurre a su alrededor, que no le entran balas, que tiene la conceptualización de un mundo que no puede cambiar, que es así: ‘Uno nace privilegiado, otro no y es así como se rige la vida’.
En esta adaptación, Mariana de Althaus habla de hechos, como los muertos en las protestas. ¿Tu personaje puede representar a los que has cuestionado por no pronunciarse?
Sí, y es loco porque Leonidas ha recibido muy buena educación, justamente, cultura, ¿no? Pero eso no ha logrado gatillar una sensibilidad que se requiere, creo yo, para la transformación y para los grandes cambios que se necesitan. Podemos ver las imágenes de lo que está pasando en Gaza, y yo creo que a todo el mundo le va a dar pena, pero no a todos nos lleva a tener conciencia del privilegio que tenemos en nuestras vidas.
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En una escena, en medio de los cambios, de la mudanza, no mira a su alrededor mientras carga un Topo Gigio y juegos de mesa. ¿Somos así de incoherentes los peruanos?
Es que es lo que ocurre, hasta que no te incomoden. La gente no reacciona, ¿no? O sea, sacan la ley de cine, protestan los del cine. Censuran una obra teatral o remueven alguna cabeza de un centro cultural y todos saltan. No se dan cuenta de que esto ya es una cosa general, que es una cosa de coyuntura y que nos están censurando a todos. Algunas no se hacen públicas. Yo tengo muchos amigos a los que ya no les están dando la categoría de espectáculo cultural porque les piden leer los guiones.
¿La censura llegó al teatro, entonces?
Ha llegado a espacios muy pequeños, en el CAFAE, en el Mocha Graña, en teatros que no son precisamente muy grandes, les están pidiendo los guiones porque les quitan no sé cuánto de impuesto. ¿Qué falta para que tomemos conciencia? Lo único que puede empezar a cambiar las cosas es la sociedad civil, nosotros, porque no hay liderazgos. Pero la sociedad está dormida, está dormida por la indiferencia y porque tenemos miedo. No es que quiera recordarlo siempre, pero tenemos 50 muertos.
¿Estamos en una época similar a los 90?
Me atrevo a decir que es peor que los 90, pero sin dejar de decir que se inició con Fujimori, o sea, es el resultado de cómo el Gobierno de Alberto Fujimori, de la mano de Montesinos, empezó a destruir la institucionalidad en este país. Logró la extinción del pudor y la vergüenza, institucionalizó el descaro y este es el resultado. Lo de Dina (Boluarte), yo creo que, va más allá de rasgos psicopáticos; ya está casi en una esquizofrenia. El otro día dijo que al próximo presidente le está dejando un país que está un paso adelante, en crecimiento. Está ajena a la realidad, ha perdido la noción de todo.