Mirar la realidad: la "Lima alaraca" de Bastar
Tras el éxito de su primera muestra individual, Alexis Chumpitaz, Bastar, presenta libro con las obras que firmaron su evidente proyección. Para tenerlo en el radar. La publicación será presentada este viernes 22 en Galería Martín Yépez a las 7 de la noche.
En marzo de este año, en la galería Martín Yépez del centro de Lima, se llevó a cabo la exposición Lima Alharaca de Alexis Chumpitaz, o también conocido como Bastar, de bastardo, como prefiere ser llamado Chumpitaz. Para ser su primera exposición, Bastar demostró madurez de oficio en sesenta obras de mediano y gran formato, en técnica mixta y dibujo.
La realidad limeña era el punto de partida para su inspiración. Una inspiración desaforada, vale decir, y a la vez mágica en su exceso, como si el trazo del artista estuviera pautado por una necesidad de recrear una realidad social bajo una mirada propia, de la que podríamos especular como influencias los trabajos de Álvaro Portales y Robert Crumb.
Pero ¿por qué su primera exposición generó entusiasmo? Por lo general, no es normal ver primeras exposiciones rubricadas por la solidez, esta, más bien, se adquiere con los años y muestras. La respuesta es más sencilla de lo que parece. Bastar presentó Lima Alharaca a los cuarenta años. Si bien la edad no determina la calidad de una obra, hacerlo de muy joven tampoco asegura nada.
Lima Alharaca es producto de un tránsito vital en el que no hubo espacio, ni hueco, para el apuro. Lamentablemente, no solo pasa en los escenarios literarios, este fenómeno también se ve en las artes plásticas. Hay demasiada prisa y poca sustancia. En el caso de Bastar, este supo esperar y mientras lo hacía: se alimentaba de su realidad.
Alexis Chumpitaz. Bastar.
Bastar creció en Comas, estudió en la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes y es seguidor de la historia de Alianza Lima. La vida, la formación y la pasión son factores vistos en sus obras, habitadas por personajes grotescos, hombres y mujeres que deben salir todos los días a ganarse la vida o simplemente a ver qué encuentran para sobrevivir. Bastar ve la realidad, pero desde una periferia emocional. En la exageración del trazo, el artista genera una transmisión e identificación, no en el plano de la representación (así cualquiera), como se podría creer, en el espectador a razón de su verosimilitud. Lima Alaraca es la mejor primera exposición del 2024.
El domingo 13 de octubre, en el marco del Festival Léeme, feria independiente con punche y buena onda, Bastar presentó el libro Lima Alaraca vía Ediciones Deformes. Es decir, el libro de su celebrada primera exposición que contiene cincuenta y cinco obras.
No hay que verlo como si fuera un catálogo. Es más bien el testimonio impreso, de la obra de Bastar, se entiende, pero es más el registro de una Lima que cambia para seguir siendo la misma.
Un libro como este no solo sería la delicia del potencial interesado en el arte local, suponemos del mismo modo que está llamado a ser de consulta para antropólogos y sociólogos. ¿Acaso no es más asimilable Lima desde la exageración? ¿No es este el mejor camino para reflejar y criticar la exclusión, la pobreza, el racismo, el clasismo de Lima, como también su virtud: su gente? Los personajes de Bastar proyectan una dignidad, una humanidad.
No solo busquen este libro. Su obra se puede ver en murales en distritos populares de la capital. Su taller es la calle y desde ahí construye una propuesta que, sin duda, va a crecer más.
Estamos ante un gran artista.