Viviana Rivero: "El lector disfruta mucho vivir en otras épocas. Otro país puedes visitar, pero otra época no"
La escritora argentina Viviana Rivero presenta su nueva obra Apia de Roma, que cuenta la historia de su protagonista, una mujer que debe imponerse a los límites que le pone una sociedad liderada por hombres.
La novelista argentina Viviana Rivero acaba de publicar Apia de Roma, una obra que interna al lector en la Roma antigua, de la mano de su protagonista, una joven que tras quedar viuda a temprana edad debe hacerse camino en un sociedad que relega a las mujeres. Con una historia enmarcada en una época pasada ―una característica bien presente en la trayectoria literaria de la premiada escritora―, Rivero mezcla la ficción con el rigor histórico avivando la experiencia de sumergirse en las calles, casas y pasadizos de una antigua ciudad.
La República conversó con ella, durante su breve paso por Lima, sobre su última publicación, su proceso de escritura y próximos proyectos en mente.
Viviana, cuéntanos sobre la trama detrás de Apia de Roma, tu nueva ambientada en la antigua ciudad romana
Esta nueva novela transcurre en la Roma antigua y es la historia una mujer de 23 años que un día despierta y su esclava le dice: "ama, su marido ha muerto". Tiene 23 años, pero hace 9 que está casada con un hombre mayor que ella. La mujer en Roma era jurídicamente una niña, porque nunca llegaba a adulta, primero estaba bajo la tutela del padre y luego la del marido. Cuando los dos fallecían pasaban a tutela de un tutor que ellas nombraban. Entonces, aquí es donde empieza un poquito de libertad para Apia.
Es un libro que habla sobre cómo vivían las mujeres en esa época y qué cosas hacían para saltar los límites que le imponían en ese tiempo. [...] Que cuenta todas las peripecias de una mujer para poder subsitir en un mundo de hombres, que era la Roma en ese tiempo. Todo el contexto histórico es real y muy estudiado. Cuando conté la cantidad de libros que había leído para escribir esta obra, me di cuenta que habían sido 32.
Estamos hablando de una ficción enmarcada en un contexto histórico real ¿cuál es lo complicado de ese tipo de escritura?
Es conocer muy bien la historia y sumergir a los personajes a través de esa historia real. Por ejemplo, este libro trata del traspaso de Roma como república ―comandada por los senadores― al imperio ―que la comandaba un solo hombre―. Voy contando cómo fue este suceso. Los senadores, estando encerrados en el Senado, deciden asesinar allí a Julio César porque le tenían miedo por sus triunfos y victorias en lo militar.
El pueblo amaba a Julio César. Entonces ellos (los senadores) dijeron: "el pueblo le va a dar todo el poder a Julio César". Muy poquitos senadores no sabían lo que iba a suceder allí, entre ellos estaba el papá de Apia, porque era de la familia de Julio Cesar. Cuando él ve eso sale huyendo porque sabe que lo iban a matar también. Es ahí cuando decide casarla a los 14 años.
¿Y cómo fue el proceso de creación de la novela?
En general, como yo escribo novelas históricas, voy acumulando libros de lo que quiero escribir y cuando me toca escribir me pongo a leer. Tengo un libro que se llama El alma de las flores, que fue finalista del premio Planeta en España, por el que durante muchos años junté libros sobre la guerra española. Luego llegó el momento en que los leí todos y ahí escribí el libro. Es como que lo eligo con tiempo y voy juntando material.
Tus otros libros también son ambientados en distintas épocas, ¿existe una complejidad mayor en el contexto histórico para Apia de Roma?
Yo he pasado por distintas épocas. Tengo lectores que me siguen durante muchos años en todos mis libros. Mis lectores han vivido conmigo la guerra civil española; la segunda guerra mundial y el nazismo ― con el libro Secreto bien guardado ― ; la revolucion cubana; la vida en Italia cuando todavía había rey; la guerra de Siria; distintos momentos de la historia y yo me dije, creo que mis lectores van a disfrutar que hable de Roma.
Yo escribo de lo que yo quiero y muchas veces lo que quiero todavía no lo conozco, entonces tengo que ponerme a estudiar. No escribo solamente de lo que sé. La revolución cubana me costó mucho entender todo para poder escribir el libro Los colores de la felicidad.
Y te enfocas en un solo libro a la hora de escribir
En general es uno y son libros muy absorventes, largos y con mucha historia. A veces he estado todo el día escribiendo y llega mi marido y le dijo: "habla tú, porque yo no tengo nada que contar salvo sobre cómo vivian los romanos". Son libros absorventes y por momentos yo pienso que estoy viviendo realmente ahí.
¿Cómo nació tu interés de enmarcar tus novelas en momentos históricos?
Yo soy abogada y trabajé muchos años de abogada. El primer libro lo escribo por hobby y fue un best seller. Escribí el segundo libro y ganó el primer premio de novela histórica, entonces dije: "yo creo que puedo vivir de esto". Dejé mi carrera por un año, probé, me fue bien y me quedé.
A mí me gustaba mucho leer novela historica, la historia, las películas de época. Me gusta ver las otras épocas y sumergir al lector. El lector disfruta mucho de vivir en otras épocas, en otros paises. Otro pais puedes visitar, pero otra época no. El lector disfruta mucho de eso y si lo haces bien y logras sumergirlo con aromas, con palabras, descripciones, eso se valora mucho. El lector vuelve por el siguiente libro cuando lo haces bien. A mí me gustaba ese tipo de novela para leer y fue el que decidí escribir.
El rol de las mujeres está bien marcado y presente en tus obras
A veces me dicen que yo escribo de mujeres fuertes porque está de moda y yo digo que no, porque yo saqué (mi primer libro) en el 2009 y ahí se hacían otro tipo de novelas, sobre todo en las históricas donde se contaban historias de mujeres virginales o sumisas. Me gusta contar la historia de las pioneras, porque si habia 100 mujeres y 99 hacían lo mismo, había una que se animaba a algo diferente y para mí eso era muy atrayente contarlo, era inspirador.
Hubo una primera mujer que operó en un quirófano, una primera mujer que dictó una sentencia en un tirbunal o una que enseñó en un aula. Contar esas historias, la de la primeras, las que se animaron, porque todavía no las dejaban, eso me gusta. Tal vez mis novelas se centren en mujeres fuertes porque me gusta contar la historia de las pioneras.
En una entrevista mencionaste cómo encasillan las obras de las mujeres y colocaste el ejemplo de que cuando una mujer escribe sobre historia e incluye una trama de amor, automáticamente se convierte en una novela romántica
Lo dijo (Santiago) Posteguillo y estamos agradecidos con él. Cuando le preguntaron si él escribía novela romántica o no, dijo que cuando un hombre escribe una novela histórica dicen que es una novela histórica, pero cuando una mujer escribe una novela histórica y le pone algo de amor es romántica, pero cuando nosotros (los hombres) le ponemos algo de amor sigue siendo una novela histórica. Se lo escuché que le dijo a Luz Gabás en la Feria de Libro de Buenos Aires.
Bajo ese enunciado, cómo consideras tus obras y para qué tipo de lector las escribes
Yo la escribo para el lector general. Es más, tengo muchos lectores hombres, muchos profesores de historia les encantan mi libros. Yo escribo para todos. El último libro que yo leí como lectora y no como escritora, fue Suite francesa de Irène Némirovsky. Ese libro me alentó porque era un muy bueno y estaba escrito de una manera muy fácil. Tenía una historia de amor de cuando los nazis toman Paris y muestra las miserias humanas de quienes se vendían para que no les pase nada.
Yo me dije este libro lo tiene todo y quiero escribir así, porque trataba temas sociales, hablaba del amor sin pudor y tenían que ver con cosas profundas del ser humano. Yo quería escribir así y es lo que he intentado. No me voy a privar de escribir del amor. A mí me gusta el amor en todas sus facetas: hablar del amor en una pareja, pero también del amor a los hijos.
Mis novelas no son novelas rosas: hay hijos, nietos, de todo. Yo en todos mis libros hablo de las clases de amores, lo que se siente al mudarse de tierra, cuando estas dispuesto a luchar por una vocación. Todos esos amores me gustan tocarlos. Digamos que son libros de sentimiento y por supuesto con un valor histórico.
¿Podríamos decir que el amor es una línea central en tu obra?
En algunos libros. Por ejemplo, en Secreto bien guardado lo central es una historia de amor. En este libro (Apia de Roma) hay una historia de amor, pero no es lo central, sino la superación de ella, pero igual siempre lo toco (las historias de amor) porque el lector lo quiere.
Los libros míos siempre tienen un transfondo, un mensaje, algo que a veces tiene que ver con lo que yo estoy viviendo. En este caso hablo de aprender a ser flexibles. Dicen que las personas más longevas son las más flexibles porque han aprendido a vivir aceptando lo que no van a poder cambiar. Hablo mucho de eso en la vida de Apia. Hablo también de aprender a vivir en el presente, ese es un tema principal, pero se ve sutílmente, es el sabor del libro, pero no es que hablo abiertamente de esto.
Justamente mencionaste al Secreto bien guardado, que fue una obra que tuya adaptada a una miniserie, ¿este paso a lo audiovisual ha influido en cambiar tu tipo de escritura?
No cambió en nada. La escritura es como la letra, uno escribe de una manera. Tu tienes una letra y si viene alguien y te dice que debes escribir un poco más inclinado, uno trata, pero va a llegar un momento que volverás a escribir a tu modo, y vas a decir: "me da tanto trabajo escribir por el costado que yo no escribo más". Porque puedes escribir 5 paginas, pero no escribir 800 como es para un libro.
Yo creo que la manera de escribir es como la letra, no se puede cambiar. Uno tiene eso para ofrecer y ojalá guste porque es muy dificil torcer eso. Yo estoy contenta y es la manera mía de escribir, porque escribo así y no podría cambiarlo. Que bueno que a la gente le gustó, porque no puedo escribir distinto.
Hablaste antes de sumergir al lector en tus obras, ¿cómo creas las imágenes visuales que luego describes?
Yo tuve que entrar a Roma para después poder hacer entrar al lector. Yo necesito sentirrme que soy Apia, que camino por Roma. No quería que sea una novela donde el lector sienta que le cuento una historia actual, pero metida en Roma. No. Necesitaba que el lector camine por Roma y eso lo puedo lograr con distintos recursos.
Hablo casi siempre al inico de los capitulos de los murmullos de Roma, porque dicen que Roma era una ciudad muy amada por los romanos; estaban muy orgullosos porque los demas eran barabros al costado de ellos. Eran my civilizados, tenian la Casa de la Moneada, el Senado, las cloacas, sus casas eran muy lndas.
Decian que Roma era como una mujer, porque dependiendo de los murmullos podían adivinar el estado de ánimo de la ciudad. Yo uso mucho eso y voy contando cuáles eran los murmullos en cada capítulo. A veces Roma estaba de buen humor, porque estaban en medio de juegos olimpicos, y a veces estaban mal porque habia un incendio o una revuelta de esclavos. Depende de lo que iba pasando estaba el estado de ánimo. Hablo mucho de eso para sumergir al lector y sienta que está viviendo ahí.
Ya para terminar, Viviana, ¿tienes ya pensado el contexto histórico de tu próxima novela?
Estoy entre dos. Hace poquito hice el Camino de Santiago y creo que quiero que transcurra en ese camino, que es un poco de España y era parte del imperio romano. Haciendo ese camino con mi hija y mientras lo íbamos recorriendo, vimos todas las ruinas de lo que habían hecho los romanos. Los caminos que transitamos muchos eran los caminos calzados por los romanos porque el romano hacía calzada de piedra para avanzar y conquistar [...] es muy interesante, pero quiero mezclarlo con una historia moderna, unir las dos.
Ficha: La novela Apia de Roma (2023) es publicada por editorial Planeta. Se describe como una historia de pasión, violencia y superación femenina en pleno apogeo del Imperio Romano.